Como parte de este portafolio virtual compartiré un poco más de mi persona, las experiencias que he vivido y cómo llegué a tomar una de las decisiones más importantes de mi vida. Mi nombre es Yeshary Marie Avilés Méndez y soy la cuarta hija de cinco. Desde que tengo memoria he vivido en la misma casa en Bayamón. Me considero una persona muy abierta, odio estar entre cuatro paredes por mucho tiempo y en el ámbito escolar soy muy exigente conmigo misma. Muchas de estas actitudes fueron gracias a las actividades que realicé desde pequeña, como las Girls Scouts, Oratoria, el Grupo de Jóvenes, entre otras. Muchas de ellas también me ayudaron a tomar la decisión de ser maestra.
Esta decisión no fue algo que sabía desde qué era niña; por el contrario, siempre me visualizaba en un trabajo relacionado con la medicina, tal vez porque mi madre trabaja en ese campo. Mi decisión cambió al tomar varios cursos de ciencia porque, aunque tenía buenas notas, no me apasionaba y en muchos de ellos no atendía. Confirmada mi falta de interés en el campo de las ciencias era solo descubrir qué me apasionaba, lo que me llevó a recordar muchas actividades que realicé en los años previos. Siempre me apasionaban los niños, ya que desde pequeña me he criado con muchos sobrinos. Por esa razón, participé de un campamento de verano por tres años consecutivos, y realicé mi servicio comunitario en un cuido.
Nunca vi mi pasión por trabajar con niños como algo que podría ser mi futuro, pero en estos momentos me veo en un salón de clases lleno de risas y siendo esa maestra que les da el apoyo y las experiencias para comenzar su camino por la vida. Espero que al convertirme en educadora sea igual a muchas de las que me enseñaron, no solo conocimiento, sino también valores. Mi maestra y tutora desde kinder hasta noveno grado se convirtió en más que una maestra y siempre estuvo disponible para mí, y espero ser igual que ella o mejor para mis estudiantes. Solo he tenido una experiencia de enseñanza y esta fue en una Pascua juvenil en la cual dirigí un grupo de octavo grado, pero espero participar más activamente con el paso de los años.
Aunque ya tengo certeza de mi profesión, hay muchas metas que quiero cumplir. En mis metas profesionales hasta ahora deseo completar el bachillerato, pero veremos qué nos depara el futuro. Deseo tener una familia, completar mis estudios con excelentes notas y tener una casa, aunque estas metas son a largo plazo espero completarlas. En estos momentos espero tener mi propio carro, amar mi cuerpo y no ser tan exigente conmigo misma, pero todo a su tiempo. Esta pequeña isla en la que vivo necesita generaciones con deseo de cambio y espero yo ser la guía para que esto suceda o al menos aportar mi granito de arena.
Para finalizar quiero dejar parte de un poema que escribí hace algunos años y siento que representa cómo me sentí al cambiar mi futuro:
Los colores cambiaron.
Las mariposas volaron.
Es una alegría que cambió mi pensar.
Es una sonrisa que no puedo borrar.
Capaz el cambio me hizo soñar.
El volar y el sentir me emociona.
Cada nuevo paso me llena de ilusión.
Es algo nuevo que apenas tiene comprensión.
Dejaré mi cuerpo sentir y mi mente volar
porque en mí no está el olvidar.