Evaluación del aprendizaje
El estudiante maestro selecciona, desarrolla, adapta, integra y utiliza técnicas e instrumentos para recoger información válida del aprendizaje de cada estudiante y analiza, interpreta, comunica y usa la información recopilada de forma ética al evaluar y tomar decisiones justas respecto al aprendizaje y desarrollo continuo de cada estudiante y, para calificar el aprendizaje, así como para reflexionar sobre su práctica educativa y cómo mejorar la misma.
‧₊˚✧ [ SEMINARIO REFLEXIVO III ] ✧˚₊‧
Reflexión en la que expongo, describo, contextualizo y justifico las evidencias que enlazo demostrando qué aspectos de la competencia domino.
Plan 1
Presentación digital 1
Hoja de trabajo
Montando el libro de solapa
Plan 2
Encuesta + Resultados
Presentación digital 2
Resultados de prueba corta
Uno de los aspectos más importantes en la enseñanza es asegurarse de que los estudiantes estén comprendiendo lo que se les enseña. Por eso, como docentes, tenemos la responsabilidad de evaluar constantemente el aprendizaje de manera justa, reflexiva y ética, para tomar decisiones que beneficien a cada estudiante. Esto incluye reevaluar la manera en que enseñamos, adaptar estrategias y reforzar contenidos según las necesidades detectadas. Además, reconociendo que no todos los estudiantes aprenden de la misma forma, es necesario adoptar enfoques que respondan a esa diversidad. El Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) me ha servido como guía para planificar teniendo en cuenta múltiples formas de representación, expresar y participar en el proceso de aprendizaje.
Una experiencia concreta donde pude aplicar esta competencia fue durante una lección sobre la tilde diacrítica con estudiantes de quinto grado, tema que para ellos era nuevo. Comencé activando conocimientos previos sobre el acento prosódico y el ortográfico, y les pedí que explicaran lo que recordaban en sus propias palabras. A partir de ahí, presenté las siguientes oraciones: “El té quita el sueño” / “Él te quita el sueño”. Usé preguntas guía para discutir el cambio de significado y reconocer el propósito de la tilde diacrítica.
Durante la lección, los estudiantes construyeron un libro de solapas que debían rellenar con la función del monosílabo con o sin tilde, mientras íbamos analizando cada caso. Como parte del seguimiento, asigné una tarea para seguir practicando la distinción de significados en contexto.
En la clase siguiente, hicimos un repaso, ya que se aproximaba una prueba corta. Utilicé una encuesta digital por medio de AhaSlides para medir si los estudiantes podían identificar correctamente cuándo un monosílabo debía tildarse o no. Incluir algunos ejemplos comunes, pero incorrectamente acentuados me permitió evaluar no solo lo enseñado, sino también ideas previas erróneas. Los resultados de la encuesta revelaron que aún era necesario reforzar, así que aproveché ese espacio para revisar y aclarar dudas en grupo.
Como sé que el baloncesto es un interés compartido por muchos, lo integré en una dinámica de repaso. Asigné colores a diferentes opciones de respuesta y formamos tres equipos. Al lanzar el dado, un representante debía “encestar” la respuesta correcta sobre la tilde diacrítica. Aunque el tiempo solo permitió que un estudiante participara en ese momento, al día siguiente la maestra cooperadora nos ofreció un espacio para continuar porque los mismos estudiantes lo pidieron. Eso me confirmó que el aprendizaje estaba ocurriendo de manera significativa: sabían que para participar debían haber entendido el contenido.
Finalmente, al corregir la prueba corta, pude comprobar que la mayoría de los estudiantes logró entender el concepto y aplicarlo correctamente. Esa fue la evidencia más clara de que las estrategias utilizadas, junto con las evaluaciones formativas, funcionaron y permitieron un aprendizaje real.
Esta experiencia me permitió aplicar distintos instrumentos de evaluación –formales e informales, orales, escritos y digitales– que no solo me ayudaron a recoger datos válidos sobre el aprendizaje, sino también a ajustar mi enseñanza. Evaluar no es simplemente asignar una calificación, es observar, escuchar, y actuar en consecuencia. Es un proceso constante que me ayuda a crecer como educadora y a ofrecerles a mis estudiantes oportunidades más justas y efectivas de aprender.
‧₊˚✧ [ SEMINARIO REFLEXIVO II ] ✧˚₊‧
Reflexión en la que expongo, describo, contextualizo y justifico las evidencias que enlazo demostrando qué aspectos de la competencia domino.
La competencia en evaluación del aprendizaje es fundamental para cualquier educador. En su esencia, implica la capacidad del maestro para elegir, elaborar, ajustar, fusionar y aplicar una variedad de técnicas e instrumentos destinados a recolectar datos confiables sobre el progreso de cada estudiante en su proceso de aprendizaje. Sin embargo, esta competencia va más allá de la simple recolección de información; demanda habilidades para analizar y dar sentido a los datos, interpretarlos con perspicacia, comunicar los resultados de manera efectiva y, crucialmente, utilizar la información de manera ética para evaluar y tomar decisiones equitativas en lo que respecta al aprendizaje y el desarrollo continuo de cada estudiante.
La importancia de esta competencia radica en su capacidad para proporcionar una visión integral y precisa del progreso y las necesidades de cada estudiante. Los educadores deben ser capaces de utilizar una variedad de métodos de evaluación que sean apropiados y justos para todos los estudiantes, reconociendo la diversidad de estilos de aprendizaje y necesidades individuales.
En mi experiencia aplicando esta competencia, destaco la prueba que diseñé durante el curso de EDFU 3013 - Evaluación del Aprendizaje. Esta prueba, dirigida a estudiantes de sexto grado, se enfocó en evaluar su comprensión sobre poesía y recursos literarios. Reconozco que la creación de esta prueba marcó un hito en mi desarrollo como futura maestra, proporcionándome una base sólida para la elaboración de evaluaciones efectivas.
Al diseñar la prueba, me percaté de la importancia de no limitarme a evaluar simplemente la memorización de hechos. Aprendí a considerar diferentes niveles de evaluación, incorporando la Taxonomía de Bloom, que abarca desde la memorización hasta el pensamiento crítico. Esta perspectiva ampliada me ha permitido desarrollar y evaluar preguntas que fomentan el pensamiento crítico y la aplicación práctica del conocimiento.
Una prueba bien estructurada implica la inclusión de diversos ítems y rúbricas que reflejen de manera integral el desempeño del estudiante. Además, la consideración de aspectos éticos, como la equidad y la transparencia, es esencial en el proceso de evaluación. La aplicación de procedimientos apropiados y justos en la calificación es parte integral de esta competencia, asegurando que cada estudiante sea evaluado de manera imparcial.
Para mejorar mi desempeño en futuras ocasiones, consideraría la importancia de adaptar las evaluaciones según las características específicas del grupo de estudiantes al que se dirigen. Esto implica tener en cuenta posibles acomodos para estudiantes con necesidades especiales y estar preparado para abordar dudas o inquietudes durante la aplicación de la prueba. Además, revisaría minuciosamente la prueba antes de su implementación para garantizar la claridad, precisión y validez de cada ítem. Este enfoque proactivo contribuiría a una experiencia de evaluación más fluida y efectiva, asegurando que se obtenga información válida y equitativa sobre el aprendizaje de los estudiantes.
‧₊˚✧ [ SEMINARIO REFLEXIVO I ] ✧˚₊‧
Reflexión en la que expongo, describo, contextualizo y justifico las evidencias que enlazo demostrando qué aspectos de la competencia domino.
El aprendizaje es un proceso que puede medirse para determinar el progreso del estudiantado. Además, le servirá al docente identificar qué áreas necesita reforzar. Aunque la educación no debe girar en torno a la evaluación, ya que al ser estandarizada solo evalúa ciertos aspectos. Sin embargo, existen otros tipos de evaluaciones como los assessments, proyectos y tareas que se realizan en clase. También son otra alternativa para percibir el desarrollo del estudiante de manera más individualizada. En general, la evaluación es una herramienta que tienen los maestros para medir el rendimiento y aprendizaje de los estudiantes.
Para enlazar este principio seleccioné dos tipos de evaluaciones que se enfocan en medir si el estudiantado domina la destreza. En primera instancia, tenemos una más tradicional, pero aún lo suficientemente flexible. Para un plan que creé cursando EDPE 3013, junto a una compañera, desarrollamos tres centros y una evaluación para cada uno con la expectativa de que el estudiante aplique lo aprendido. Mientras que el segundo es un juego de mesa que adapté para repasar, así que, a medida que pasen por los retos, estaría evaluando el conocimiento de los estudiantes.
Hay una variedad de formatos para evaluar, el docente se encarga de seleccionar el que más se ajuste a la situación y tomando en cuenta lo que pretende medir. Sin duda, la evaluación facilita el proceso de aprendizaje al permitirse hacer ajustes en la enseñanza. Asimismo, cuando es continua, realmente se logra determinar el grado de avance.
‧₊˚✧ [Oprima para ver Competencia 9] ✧˚₊‧