Es una estrategia que sirve para adquirir conocimiento sobre cómo se construye y utiliza el conocimiento. Su uso se recomienda para situaciones prácticas en las que los alumnos tengan contacto directo con los fenómenos o las situaciones observables, así mismo se puede aplicar para el análisis de lecturas científicas.
Está integrada por los siguientes elementos:
Parte central: Título o tema general.
Punto de enfoque: Fenómeno, hecho o acontecimiento de interés en el aprendizaje.
Propósito: Objetivo de la práctica que contiene tres momentos. ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo lo voy a hacer? ¿Para qué lo voy a hacer?
Preguntas centrales: Son preguntas exploratorias que concuerdan con el propósito y el punto de enfoque para delimitar el tema de investigación.
Teoría: Es el marco que explica el porqué de un comportamiento del fenómeno de estudio. Se puede desarrollar en forma de estrategia.
Conceptos: Son palabras clave o ideas principales de difícil comprensión pero que son necesarias para el entendimiento del tema.
Hipótesis: Suposición que resulta de la observación de un hecho o fenómeno a estudiar. Debe estar relacionada con las preguntas centrales.
Material: Lista de utensilios requeridos para la práctica, especificando el tipo y la calidad de éstos.
Procedimiento: Es la secuencia de pasos listados para la realización del experimento.
Registro de resultados: Se realiza por escrito e incluye las observaciones más importantes que el alumno realizó durante el procedimiento. Pueden incluirse tablas, gráficas y otros recursos visuales.
Transformación del conocimiento: Se hace un análisis de los resultados.
Afirmaciones del conocimiento: Es el conjunto de respuestas a las preguntas centrales apoyadas en los registros.
Conclusiones: Es el conjunto de resultados que se logran a partir de la relación entre propósito, hipótesis y transformación del conocimiento.