Young teens (aged 10 to 13). / Jóvenes adolescentes (10 a 13 años).

At this stage they begin to use the Internet intensively: their interest on social networks awakens, they demand their own cell phone and are they fascinated with on-line games. A perfect stage for them to learn and develop the skills necessary to enable them to make appropriate decisions independently, but following their evolutions very closely.

Provide controlled ICT environments but increasingly open. Continue with controlled environments that minimize the risks, paying special attention to the parental controls of mobile phones and game consoles. But keep in mind that at these ages the kids will be more and more jealous of their intimacy, so they are likely to begin to generate conflicts in relation to the use of Parental Controls (blocks of pages that want access, upset to know that they are being watched, etc). In this regard, and depending on the maturity of the minor and the responsibilities he assumes, it is recommended that you remove the restrictions little by little.

Choose video games that are appropriate to their age. The PEGI rating rules will help you to select the most suitable for your son, in function of the age at which they are targeted and the type of content that show. In turn, the most modern consoles have parental controls that allow you to block games that do not meet the criteria that we have established (e.g. do not allow games of violent content or for over 14). Remember to accompany them from time to time at some point to know about the environment in which they move.

Insist on good practice of use. At this age they should already have a clear idea of the necessary guidelines for safe navigation: behave online (netiquette), properly manage their privacy and digital identity, protect against viruses and fraud, and the security of their devices. In this sense, it would be advisable to strengthen certain messages, how to be respectful to others, thinking twice before posting and being selective with the contacts online.

• Lay emphasis on the respect for others. Adolescents are not always aware of the damage that can be done to a friend or colleague with a 'simple joke'. Due to the anonymity of the net and the difficulty in perceiving the damage caused from the physical distance that the Internet may produce, teens sometimes act impulsively, without thinking of the consequences. For this reason, it is necessary to see that on the Internet, just like in real life, you must respect other users to improve the coexistence.
• Keep a clear criterion about when to give access to the first cell. As parents you must resist the pressure of "I am the only one in my class that has no cell" and evaluate the desirability of giving it according to their maturity and responsibility. Keep in mind that a cell makes parental supervision difficult. If you decide it is time, talk to them about the associated risks (e.g. loss of terminal with all information inside, it has a built-in a web camera), responsible use, the set of rules governing the use, etc.
• Monitor their activity and strengthen the dialog. There will come a day in which we will not be able to rely on the records of the parental control tools to monitor their activity, so we must continue to strengthen the dialog as an essential element for the prevention and monitoring. Questions such as, what do your friends on the Internet? Or what are the fashionable websites?, will let you know about your kids' online activity. Take advantage of the news about risks on the Internet to talk about the topic and ask for their opinion. Asking them for help or sharing activities also help the conversation be more fluid.
• Adapt the rules by agreement. Adapt the rules and limits set on the basis of the confidence that your son generates. To ensure that the rules are respected they should not be imposed, but reached by mutual agreement. If they do not accept at first, it will be necessary to negotiate special standards in the use of the mobile phone.
• Let them start solving some situations by themselves. They must begin to know how to navigate autonomously in some situations (e.g. manage anger in the WhatsApp group of friends, know how to express their rejection or discomfort a malicious comment in an assertive way), but making it clear that they can count on you if something makes them feel bad.

En esta etapa comienzan a utilizar Internet de forma intensiva: despiertan su interés las redes sociales, demandan un móvil propio y están fascinados con los juegos en línea. Una etapa perfecta para que aprendan y desarrollen las habilidades necesarias para que puedan tomar decisiones apropiadas de forma independiente, pero siguiendo muy de cerca sus evoluciones.

• Facilítale entornos TIC controlados pero cada vez más abiertos. Continúa con entornos controlados que minimicen los riesgos, prestando especial atención a los controles parentales de teléfonos móviles y consolas. Pero ten en cuenta que a estas edades los chavales cada vez serán más celosos de su intimidad, por lo que es probable que se empiecen a generar conflictos en relación al uso de los controles parentales (bloqueos de páginas a las que quieren acceder, malestar al saber que están siendo vigilados, etc). En este sentido, y en función de la madurez del menor y de las responsabilidades que asuma, se recomienda ir poco a poco eliminado las restricciones.
• Elige videojuegos adecuados a su edad. Las normas PEGI te ayudarán a seleccionar los videojuegos más adecuados para tu hijo, en función de la edad a la que van dirigidos y del tipo de contenido que muestran. A su vez, las consolas más modernas disponen de controles parentales que permiten bloquear los juegos que no cumplan con los criterios que hayamos establecido (ej. no permitir juegos de contenido violento o para +14 años). Acuérdate de acompañarles de vez en cuando en alguna partida para conocer el ambiente en el que se mueven.

• Insiste sobre las buenas prácticas de uso. En esta franja de edad ya deben tener una idea clara de las pautas necesarias para una navegación segura: comportarse en línea (netiqueta), gestionar adecuadamente su privacidad e identidad digital, protegerse ante virus y fraudes, y la seguridad de los dispositivos. En este sentido, convendría reforzar ciertos mensajes, cómo ser respetuoso con los demás, pensar antes de publicar y ser selectivo con los contactos en línea.

• Haz hincapié en el respeto a los demás. Los adolescentes no siempre son conscientes del daño que pueden ocasionar a un amigo o compañero con una ‘simple broma’. El supuesto anonimato de la red y la dificultad para percibir el daño causado desde la distancia física que interpone Internet, propician que los adolescentes en ocasiones actúen de manera impulsiva sin pensar en las consecuencias. Por esta razón, es necesario hacerle ver que en Internet, al igual que en la vida real, debe respetar al resto de usuarios para mejorar la convivencia.
• Criterio al dar acceso al primer móvil. Como padres os toca resistir a la presión de “soy el/la únic@ de clase que no tiene móvil” y evaluar la conveniencia de dárselo en función de su madurez y responsabilidad. Tened en cuenta que un móvil dificulta en gran medida la supervisión parental. Si así lo decidís es momento de hablarle sobre los riesgos asociados (ej. pérdida del terminal con toda la información dentro, llevan una cámara web integrada), de un uso y un consumo responsable, de consensuar unas normas de uso, etc.
• Supervisa su actividad y refuerza el diálogo. Llegará un día en el que no podremos apoyarnos en los registros de las herramientas de control parental para supervisar su actividad, por lo que debemos seguir reforzando el diálogo como elemento esencial para la prevención y la supervisión. Preguntas del tipo, ¿qué hacen tus amigos en Internet? o ¿cuáles son los sitios web de moda?, te ayudarán a conocer su actividad en línea. Aprovecha las noticias sobre riesgos en Internet para sacar el tema y preguntarle por su opinión. Pedirle su ayuda ante un problema o compartir actividades también ayudarán a que la conversación sea más fluida.
• Adapta las normas de forma consensuada. Ve adaptando las reglas y límites establecidos en función de la confianza que te genere tu hijo. Para que las normas sean respetadas es conveniente que no se impongan, sino que sean de mutuo acuerdo. Si no las acepta de primeras, será necesario negociar hasta conseguirlo. Especial dedicación para establecer normas en el uso del teléfono móvil.
• Empezar a resolver algunas situaciones conflictivas por sí mismos. Debe empezar a saber cómo desenvolverse de forma autónoma en algunas de las situaciones (ej. gestionar un enfado en el grupo de WhatsApp de amigos, saber trasladar su rechazo o malestar de forma asertiva ante un comentario malintencionado), pero dejándoles claro que pueden contar con vosotros en caso de que algo les haya hecho sentir mal.