Musicoterapia

El notable crecimiento práctico y científico de la Musicoterapia en el mundo es el resultado de numerosos esfuerzos que desde la Medicina, la Psicología y la Pedagogía Musical han permitido consolidar un cuerpo de conocimientos en torno a esta joven disciplina y sus múltiples aplicaciones, que ha producido en los últimos años gran cantidad de investigación en los campos de la salud, la educación y el tratamiento clínico y terapéutico.

Por ser la Musicoterapia una disciplina científica joven, por la gran complejidad de su objeto de estudio, por su proyección en las diferentes expresiones del ser humano y por la profundidad con que se ha abordado, vemos que esta profesión es el resultado de una sólida formación artística y científica en donde el trabajo en equipo es un componente esencial.

Definiciones

“Musicoterapia es la utilización de la música y/o de sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) por un musicoterapeuta calificado, con un paciente o grupo, en un proceso destinado a facilitar y promover la comunicación, aprendizaje, movilización, expresión, organización u otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, psíquicas, sociales y cognitivas. La Musicoterapia busca descubrir potenciales y/o restituir funciones del individuo para que éste pueda lograr una mejor integración intra y/o interpersonal y, consecuentemente, una mejor calidad de vida, a través de la prevención y rehabilitación en un tratamiento.”

Definición elaborada por la Comisión de Práctica Clínica de la Federación Mundial de Musicoterapia

“Podemos definir la Musicoterapia como la aplicación científica del sonido, la música y el movimiento a través del entrenamiento, de la escucha y la ejecución instrumental sonora, integrando así lo cognitivo, lo afectivo y lo motriz, desarrollando la conciencia y potenciando el proceso creativo. Así podemos: facilitar la comunicación, promover la expresión individual y favorecer la integración grupal y social”

Instituto de Musicoterapia "Música, Arte y Proceso" (Vitoria Gasteiz-España)

“En el área preventiva hablamos de Musicoterapia (MT), cuando el sonido y la música actúan como facilitadores de bienestar y desarrollo integral humano en la salud familiar, salud pública, salud ocupacional, etc. En el área educativa nos estamos refiriendo a la MT cuando el sonido y la música acompañan y amplían los diferentes procesos de aprendizaje formales y no formales que experimenta el ser humano durante toda su vida. En el área de tratamiento clínico y terapéutico estamos hablando de MT cuando el sonido y la música sirven como agentes de intercambio de mensajes verbales y no verbales en una relación entre terapeuta y cliente que busca contribuir al crecimiento y el bienestar integral del individuo.”

Corporación Sonido Arte y Ciencia (Colombia)

Modelos teóricos

En el 9º Congreso Mundial de Musicoterapia que se realizó en Washington, EU, en 1999, hubo reconocimiento por parte de la comunidad de musicoterapeutas de todo el mundo de 5 modelos teóricos. Hay más desarrollos teóricos, que podrán llegar a constituirse como modelos, pero desde este congreso la musicoterapia cuenta oficialmente con cinco modelos:

–Modelo Nordoff-Robbins, o de Musicoterapia Creativa e Improvisacional;

–Modelo GIM (Guided Imaginery and Music) o de Imágenes Guiadas y Música;

–Modelo Benenzon;

–Modelo de Musicoterapia Behaviorista;

–Modelo de Musicoterapia Analítica.

Todos estos modelos tienen su origen en la década de los ’60 (del siglo XX). A continuación una breve reseña de cada uno:

1- Modelo Nordoff-Robbins: La Musicoterapia Creativa e Improvisacional, consiste en la improvisación musical que se instaura entre el paciente y el terapeuta con diversos instrumentos musicales o canto, según las posibilidades del paciente, de sus condiciones neurológicas y sobre todo de sus funciones vitales. La musicoterapia Creativa es un acontecimiento interpersonal que toma en cuenta no solo el tipo de paciente tratado, sino también la personalidad del terapeuta, realizando una improvisación “bilateral” que contempla tanto al paciente como al terapeuta.

2- Modelo GIM: Trabaja principalmente con dos aspectos: La posibilidad de la música de provocar tanto la sinestesia (mezcla de impresiones de sentidos diferentes) como “estados modificados de conciencia - EMC”, o como dice Helen Bonny, su fundadora, “la utilización de la música para alcanzar y explorar niveles extraordinarios de la conciencia humana”.

3- Modelo Benenzon: Se fundamenta en el complejo sonido–ser humano, sea el sonido musical o no. Este complejo se extiende desde las fuentes de emisión del sonido –la naturaleza, el cuerpo humano, los instrumentos musicales, los aparatos electrónicos–, el medio ambiente, el recorrido de las vibraciones con sus leyes acústicas, los órganos receptores de esos sonidos, la impresión y percepción en el sistema nervioso y toda la repercusión biológica y psicológica para la elaboración de la respuesta que cierra el complejo. Este modelo considera como objetivo fundamental producir estados regresivos y apertura de canales, a través de los cuales se emprenda el proceso de recuperación.

4- Modelo Behaviorista: Sostiene que la música por sí sola es un operador condicionante que refuerza la conducta alterada. El impacto de la experiencia musical es observable y mensurable, y es posible establecer una relación de causa–efecto entre la música y la conducta. La musicoterapia debe usar el análisis conductista y proponer programas individuales de tratamiento para encontrar las necesidades de las personas a las que se atiende.

5- Modelo de Musicoterapia Analítica: es el nombre que se le ha dado al uso analítico, informado y simbólico de la música improvisada por el musicoterapeuta y el paciente. Es usada como una herramienta creativa con la cual el paciente explora su propia vida, a la vez que lo provee de los medios para poder crecer e incrementar su autoconocimiento. “Es un modo de exploración del inconsciente. Es un modo de conocerse uno mismo. Y también es un modo de sintetizar las energías experimentando la acción del sonido, para poder llegar a liberarlas de la represión y de los mecanismos de defensa, pudiendo darles una nueva dirección”, Mary Priestley, fundadora.

Aplicaciones

Según Bruscia (1997), esta disciplina abarca una amplia gama de prácticas clínicas, dependiendo del encuadre y de la orientación del terapeuta musical. En un enfoque educativo, la Musicoterapia se práctica en forma diferente a la realizada que con uno de rehabilitación, psicoterapéutico o médico. Las diferencias se encuentran en las bases teóricas o empíricas que sustentan el trabajo, en la valoración realizada por cada equipo o profesional especializado y en las metas o procedimientos definidos para cada caso.

El Noveno Congreso Mundial de Musicoterapia realizado en Washington, DC, en noviembre de 1999, definió para profesionales de todos los niveles gran cantidad de temas que fueron agrupados de acuerdo a las siguientes áreas de práctica e investigación: la música y la medicina, aplicaciones clínicas de la música, la música en la psicoterapia, la música en la rehabilitación y la educación especial, terapia clínica y metodología de la investigación, capacitación y cuestiones profesionales, enfoques multiculturales e interculturales.

Hace 16 años se publica en revistas médicas que las enfermedades en más del 80% eran ocasionadas por el estrés. Desde hace 1 año se reporta que el 90% de las consultas médicas son por estrés. Y así es en todo el planeta!

La Terapia con música tiende a restaurar la integridad vibracional de cuerpo, mente y espíritu. Las ondas sonoras producidas por la música imparten su energía para hacer resonar al cuerpo físico, mente y espíritu en una vibración por simpatía. Las frecuencias musicales interactúan con las nuestras creando un ambiente armónico, que perdura de 48 a 72 hs. o incluso hasta una semana posterior a una sesión.

La ciencia reconoce el efecto terapéutico de la música comprobándose que el sistema inmune se incrementa. Otros estudios han comprobado su beneficio en pacientes con Alzheimer, autismo infantil, disturbios emocionales en los adolescentes, drogadicción, politraumatizados y población de prisiones y de asilos, ya que el sonido logra su atención y por ende produce quietud en estos pacientes con mejor coordinación motora. También demuestra su eficacia para manejar el estrés, fatiga, ansiedad, hipertensión arterial sistémica, cefalea, asma, dolor crónico, artritis, desordenes emocionales y del sueño, así como en el manejo de las adicciones.

¿Qué hace un musicoterapeuta?

Un musicoterapeuta implementa dispositivos específicos para la admisión, el seguimiento y el alta en un tratamiento musicoterapéutico. El bienestar emocional, la salud física, la interacción social, las habilidades comunicacionales y la capacidad cognitiva son evaluados y considerados a través de procedimientos específicos, como la improvisación musical clínica, la imaginería musical receptiva, la creación clínica de canciones y la técnica vocal terapéutica, entre otros. En ese proceso, el musicoterapeuta promueve y registra cambios expresivos, receptivos y relacionales que dan cuenta de la evolución del tratamiento. En las sesiones de musicoterapia, se emplean instrumentos musicales, música editada, grabaciones, sonidos corporales, la voz y otros materiales sonoros.

Ricardo Díaz

visionchamanica.com