Suma Teológica, Primera parte, cuestión 2, arts. 1-3
Esta es la obra más importante de Tomás de Aquino, que escribió durante sus últimos diez años de vida y quedó inconclusa. Se trata de un compendio de las enseñanzas de la Iglesia católica para estudiantes de teología redactada en forma de summa, esto es, dividida en quaestiones y artículos. Cada artículo tiene siempre la forma de una disputatio que se inicia con (1) una pregunta y dos posturas contrapuestas, sigue (2) con las objeciones a la postura que va a defender el autor, a las que se contraponen (3) argumentos de autoridad a favor de la postura del autor para llegar a (4) una solución en que el autor aporta razones para reforzar los argumentos anteriores y (5) concluye con una sententia que responde a la pregunta inicial refutando las objeciones.
En este fragmento la cuestión abordada es la existencia de Dios cada artículos aborda una pregunta:
"¿Es o no evidente Dios por sí mismo?" y la respuesta de Tomás de Aquino es que no, por lo que es necesario demostrar su existencia (contra lo que defendía Agustín de Hipona).
"¿Es o no demostrable la existencia de Dios?" y la respuesta de Tomás de Aquino es que sí, pero dado que Dios no es evidente no cabe prueba a priori (el argumento ontológico de Anselmo de Canterbury falla, por tanto), es necesario demostrar su existencia a posteriori.
"¿Existe o no existe Dios?" y Tomás de Aquino, evidentemente, responde que sí, existen cinco argumentos o vías (primer motor, primera causa, del ser necesario, de la jerarquía de los seres y del orden del mundo) para demostrar, a posteriori, que Dios existe. La estructura lógica de las vías es la misma, consta de cuatro pasos:
Se parte de un hecho constatado por los sentidos.
Se le aplica un principio lógico o metafísico aceptado universalmente, como el principio de causalidad (todo lo que es, es por una causa).
Se hace una reducción al absurdo: si se niega la existencia de Dios, entonces hay una serie infinita de causas (y esto es absurdo, pues nada "actual" se podría explicar, dado que jamás se alcanza el "antes" en una sucesión infinita).
Se concluye que Dios existe porque debe haber una causa incausada.