Las viejas imágenes de la Navidad peruana


Las viejas imágenes

de la Navidad peruana

Por: César Coloma Porcari

Presidente del Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo


Hasta hace unos años, en varios lugares del Perú, existían artesanos que producían imágenes para “Nacimientos” y que eran vendidas en los mercados y a veces también en las calles y plazas, desde los últimos días del mes de noviembre.

Se podía comprar a San José con la Virgen y el Niño Dios, además del burro y de la vaca. Asimismo, a los tres Reyes Magos, tanto montados en sus respectivas cabalgaduras como sin ellas y simulando que caminaban. Había también pastores y pastoras, ovejas, aves de corral, etc.


Las imágenes de yeso

Lamentablemente estas imágenes eran producidas en el yeso para construcción más ordinario, y debido a ello, resultaban sumamente frágiles y por dicha razón la mayor parte no se ha conservado.

Los artesanos que las elaboraban poseían moldes en los que se vaciaba el yeso mezclado con agua, y una vez seca la mezcla y previa una limpieza, procedían a pintar a mano figura por figura (César Coloma Porcari: “La Navidad y la Epifanía en las Tradiciones de Ricardo Palma”, en “Aula Palma”, vol. XV, Lima, Instituto Ricardo Palma, Universidad Ricardo Palma, 2016, páginas 169-181).

Había imágenes de distintas calidades. Algunas estaban muy bien fabricadas y tenían la policromía adecuada, mientras que otras eran de aspecto ordinario y de colores estridentes. Pero en todos los casos, esas imágenes nacionales resultaban extremadamente frágiles por la blandura del yeso y se quebraban o descascaraban con mucha facilidad.

Lamentablemente en el Perú los artesanos populares que las fabricaban no conocían o no desearon aplicar las técnicas para el endurecimiento del yeso, como se estila en España y otros lugares del mundo, en donde las imágenes son muy sólidas y de gran duración.

Si hubieran logrado ello, hoy tendríamos una gran cantidad de esas figuras enteras. Como aquello no ocurrió, las familias de escasos recursos cada año se veían obligadas a comprar nuevas figuras para sus “Nacimientos”, debido a que las que habían tenido el año pasado se habían quebrado en las cajas en donde las guardaron.

En el mejor de los casos los daños podían repararse y para ello, en los barrios populares, existía una cantidad de artesanos que eran expertos en pegar las figuras, completar dedos, etc., y pintarlas nuevamente. Todos este trabajo lo realizaban en las semanas previas a la Navidad.

Las familias de mayores recursos poseían valiosos “Nacimientos” de la época colonial, y también adquirían los que se importaban de España e Italia, que tenían precios elevados. Estos últimos eran de yeso endurecido, de cerámica o de pasta de madera, siempre policromados e inclusive algunos lucían aplicaciones de pan de oro.


Fotografías de “Nacimientos” de 1940

Rescatamos unas fotografías tomadas en Lima en la década de 1940, referentes a la celebración de la Navidad en el Perú en ese entonces. Dichas imágenes se encuentran en la obra “Folklore y paisaje del Perú. Fotografías del Archivo Luis E. Valcárcel” (dirección: César Coloma Porcari, Lima, Centro Nacional de Información Cultural, 2006, páginas 26-39). Esta publicación puede consultarse en la Biblioteca Virtual del Ministerio de Cultura, en el enlace:

https://repositorio.cultura.gob.pe/handle/CULTURA/1221

Allí se puede apreciar un popular y sencillo “Nacimiento”, compuesto con figuras de yeso hechas en el Perú, y dispuesto sobre una mesa tallada de estilo neocolonial.

Cabe recordar que en los “Nacimientos” peruanos las imágenes eran de distintos tamaños y muchas veces el “Niño Dios” era más grande que sus padres, tal vez por la importancia que le daban a él.

Y a veces, los pastores eran más pequeños que sus ovejas y había gallinas y patos de gran tamaño. Todo ello le daba un aspecto muy curioso e ingenuo al “Nacimiento” (César Coloma Porcari: “La Navidad peruana”, en “El Pueblo”, Arequipa, 17 de diciembre de 2017, página A-21).


El trigo en los “Nacimientos”

Se acostumbraba también, hasta hace algunos años, acompañar al “Nacimiento” con latitas con trigo ya germinado y algo crecido. Con ellas se le daba un verdor natural al “pesebre”.

Las familias sembraban el trigo un determinado número de días antes de la Navidad, en unos pequeños recipientes. Pero también se podían adquirir en los mercados o a los vendedores ambulantes, quienes los expendían sembrados en pequeñas latitas generalmente pintadas de color verde.


Venta ambulante de “Nacimientos”

Las modestas aunque vistosas y extremadamente frágiles imágenes para el “pesebre” de Navidad que eran elaboradas localmente, en yeso, en Lima, Arequipa y otras ciudades del Perú, como ya lo indicamos, eran pintadas a mano en diversos colores, y las comercializaban los vendedores ambulantes u otros, establecidos en los mercados.

Se puede comprobar que había vendedores ambulantes de estos objetos inclusive en la Plaza Mayor de Lima. Ellos colocaban su mercadería en unos sencillos tableros. Allí lucían las imágenes navideñas que vendían.

Pensamos que los interesados en adquirir las imágenes hacían un recorrido previo para ver cuáles les parecían mejores, según su gusto, y esas eran las que compraban. Y debido a que había muchos fabricantes de éstas, también debía haber muchos modelos y calidades para escoger.


Las imágenes chinas de “Nacimientos”

Lamentablemente ha desaparecido la mayoría de productores locales de imágenes de “Nacimientos”, debido a que aparentemente la población prefiere adquirir los de material plástico, que son muy resistentes y por lo tanto duran mucho tiempo. Todas éstas son importados de la lejana y budista China.

Estas figuras provenientes del Celeste Imperio, de muchos diseños y tamaños, son muy sólidas, y como productos de grandes fábricas, carecen del atractivo especial de las antiguas figuras peruanas de yeso, hechas a mano.

¡Parece increíble que la tierra del grande, poderoso y reverenciado Buda haya “inundado” el mercado cristiano con su propia imaginería navideña!

(Publicado en el diario “El Pueblo”, Arequipa, lunes 20 de diciembre de 2021, página 07).