Ferrocarril Transcontinental Buenos Aires-Mollendo

El Ferrocarril Trans-Continental

de Mollendo a Buenos Aires

Por: César Coloma Porcari

Presidente del Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo

Celebrando un nuevo aniversario de Mollendo, recordaremos a nuestros lectores que el puerto tuvo una excepcional importancia, a nivel mundial, desde el año 1925, en que se estableció el Ferrocarril Trans-Continental, de Mollendo a Buenos Aires, que tuvo una extensión de 3,500 kilómetros, y unió el Pacífico con el Atlántico.

Ese año, con motivo del Centenario de la República de Bolivia (6 de agosto de 1925), se inauguró el tramo de línea férrea que faltaba para unir el ferrocarril argentino con el boliviano y peruano. Este tramo, de 203 kilómetros de largo, unía el pueblo de Atocha, ubicado en la provincia de Sud Chichas, departamento de Potosí, con la ciudad de Villazón, situada en la provincia Modesto Omiste del mismo departamento.

EL TRAMO INAUGURADO EN BOLIVIA

La ciudad de Villazón se encuentra en la frontera entre Bolivia y la República Argentina y colinda con la ciudad de La Quiaca, ubicada en territorio argentino, que era punto terminal de la línea férrea rioplatense. Ese tramo boliviano, inaugurado en 1925, fue muy difícil de construir debido a lo escarpado de la geografía de la región.

Le rendimos homenaje, en estas líneas, a quien fuera Presidente de Bolivia de 1921 a 1925, y gran promotor de la construcción de la mencionada línea de Atocha a Villazón, el Dr. Juan-Bautista Saavedra y Mallea (La Paz, 1870 - Santiago de Chile, 1939).

LÍNEA FÉRREA MOLLENDO - BUENOS AIRES

Así se completó la línea férrea continua entre las ciudades-puerto de Mollendo, en el Perú, y Buenos Aires, capital de la República Argentina. Cabe recordar que para atravesar el lago Titicaca se había establecido un servicio de vapores que transportaban a los pasajeros y carga entre los terminales de Puno, en el Perú, y Guaqui, en Bolivia. Del ferrocarril se pasaba al vapor y viceversa, de una manera completamente sincronizada. Y el Uruguay también estaba conectado con Mollendo, debido a que Montevideo, su capital, al encontrarse en la orilla opuesta del río de la Plata, estaba enlazado con Buenos Aires por la vía fluvial.

Es admirable la manera cómo todas las empresas británicas propietarias de los ferrocarriles del Perú, Bolivia y la Argentina, debido a una eficiente coordinación, lograron ofrecer al público los boletos para el viaje entre Mollendo y Buenos Aires. Así se anunciaba en la prensa de la época.

MEDIO SIGLO EN SERVICIO

Este sistema se mantuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XX. Las hordas marxistas que asolaron al Perú de 1968 a 1975 expropiaron y destruyeron todo lo que pudieron y entre esos destrozos se encontró la empresa ferroviaria. Algo parecido ocurrió en Bolivia y la Argentina. Y seguramente, por ciertos intereses, se procuró la eliminación de las líneas férreas para reemplazarlas con carreteras, y así sustituir el económico transporte en tren por el costosísimo en camión y carretera.

Ahora que ya han sido olvidados los nocivos ímpetus estatistas, es el momento para restablecer el sistema ferroviario entre Mollendo y Buenos Aires. Todas las líneas existen, y las que han sido abandonadas por intereses creados, pueden ser fácilmente rehabilitadas. Lamentablemente el tramo férreo entre La Joya y Mollendo fue destruido (o robado, no lo sabemos), hace algunos años, y el único terminal es actualmente el nuevo puerto de Matarani.

DOCUMENTOS HISTÓRICOS

En la obra “El Castillo Forga y el Ferrocarril Trans-Continental de Mollendo a Buenos Aires”, de don Guillermo W. Coloma Elías (Lima, Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo, 2008, pp. 50-61), aparece toda la documentación sobre esta magna vía de comunicación que integró a la América del Sur.

En un importante texto publicado el año 1925, con el título de “El nuevo Ferrocarril Tras-Continental (sic) de Sudamérica. Tres mil quinientos kilómetros de ferrocarril de Mollendo al Río de la Plata”, y reproducido en la obra indicada, informaban que “Durante la celebración del Centenario, que al presente se desarrolla en Bolivia [6 de agosto de 1925], el Presidente Saavedra ha inaugurado la sección del ferrocarril Atocha-Villazón, poniendo en directa comunicación el sistema ferroviario de la Argentina, Bolivia y el Perú”.

UNIÓN DE MOLLENDO CON BUENOS AIRES

En la obra indicada se registra que “Para los peruanos de hoy, el ferrocarril de Atocha a Villazón tiene un atractivo inmediato. Une Mollendo a Buenos Aires por una banda de riel de acero. El mapa muestra el camino; un camino más interesante y variado que el de ningún otro ferrocarril trascontinental [sic] del mundo”.

Y “Tomando Buenos Aires como punto de partida, el viajero recorre la Argentina por las provincias de Córdoba y Tucumán, vía Salta y Jujuy, hasta un pueblo en la frontera, La Quiaca. Aquí el tren cruza el río de ese nombre, por el Puente Internacional, y entra al territorio boliviano por Villazón”. Entonces, “La línea se extiende, de este punto, por el Norte, a Tupiza”, y de allí llega a Atocha y luego a Uyuni. “De aquí se desprenden dos ramas, una a Antofagasta y la otra a La Paz”. Por último, “En La Paz se encuentra una nueva subida, para caer bruscamente hasta Arica; en otra, que es el camino familiar y sorprendentemente hermoso, que se extiende por la línea del ferrocarril del Sur, vía Titicaca, de Arequipa a Mollendo”.

Por ello, “Mollendo, pues, estará, desde ahora, unido a Buenos Aires por 3,500 kilómetros de continuo camino de hierro, excepto en los puntos donde el lago Titicaca proporciona la agradable oportunidad de navegar en un magnífico vapor”. Y “ahora el turista puede viajar de la Argentina a Mollendo […], con toda la comodidad que se goza en los carros-camas y carros-comedores”.

BENEFICIO PARA EL PERÚ

Indicaban además que “El beneficio para el Perú es menos directo, pero no menos real”. Porque “En figuras concretas de tiempo, pasajeros y correspondencia, se podrá viajar de Lima a Buenos Aires por riel y vapor, con completa comodidad, en siete a nueve días”. Además, el turista, que “es un contribuidor financiero importante para cualquier país, vendrá al Perú en número crecido. El viajero comercial encontrará un viaje fácil. El hombre de negocios se encontrará más cerca de la Argentina. La Argentina, hay que recordar, sostiene importantes relaciones comerciales con el Perú”.

HISTORIA DEL FERROCARRIL

El gobierno boliviano inició en 1922 la construcción del tramo Atocha-Villazón, que estuvo a cargo de una empresa angloamericana, y debía estar concluida para el Centenario de Bolivia. Este tramo atraviesa “un terreno espantosamente accidentado y quebrado por la naturaleza”. Y “Su elevación más alta es de 4,050 metros, y la más baja, cerca de la estación Nazareno, es de 2,805 metros”.

En una guía turística británica para el año 1928, reproducida en el libro mencionado, registran “El Ferrocarril del Sur del Perú, que corre de Mollendo, vía Arequipa, hasta Juliaca y el Cuzco”, indicando que “De Juliaca parte un ramal hacia Puno, en la orilla occidental del lago Titicaca. Los vapores de la compañía [The Peruvian Corporation Ltd.], que van de Puno a Guaqui, conectan con sus trenes, de Guaqui a La Paz, en Bolivia. El servicio Mollendo-La Paz, en conjunción con la ruta ferroviaria Buenos Aires - La Paz, permite un viaje transcontinental realizado desde el Perú, y el aprovechamiento de esta alternativa está en aumento”.

FACILIDADES PARA EL VIAJE

Se indicaba en la guía turística mencionada que “Se puede llegar a La Paz muy confortablemente desde Mollendo (Perú), por los trenes del Ferrocarril del Sur del Perú”. Además, “La línea corre vía Arequipa a Puno, en el lago Titicaca. Se toma un vapor en el lago para dirigirse a Guaqui, en la orilla Sur o boliviana, del lago, y desde ese punto el viaje se hace en tren, en el ferrocarril Guaqui - La Paz”.

Asimismo, “El equipaje y los pasaportes son revisados por los funcionarios bolivianos antes de entrar los pasajeros a bordo. El barco parte inmediatamente a la llegada del tren, ya que los pasajeros y su equipaje pueden ser transferidos, luego de haber cumplido con las formalidades. Los camarotes son tan confortables y bien equipados como los de los barcos de pasajeros que surcan los mares”.

DE BUENOS AIRES A MOLLENDO

En la guía reseñada afirman que “Nuevos horarios, en vigencia desde mayo de 1927, reducen el tiempo de viaje. Los trenes que parten de la Estación Retiro, de Buenos Aires, a las 5 p. m., los martes y sábados, arriban a La Paz, los sábados y miércoles, respectivamente”. Y “Los trenes que parten de La Paz los miércoles y sábados, a las 4:30 p. m., llegan a Buenos Aires el siguiente sábado o jueves, a las 9:45 p. m. [respectivamente]”.

EL VIAJE

Indican en la guía de 1928 que desde Buenos Aires, “La ruta permite la vista de un paisaje enormemente variado; en dirección al Norte, a las planicies de la pampa les suceden los campos de caña de azúcar de Tucumán con las montañas en la parte de atrás. La línea va ascendiendo a la frontera a través de desnudas montañas salpicadas con cactáceas, pasa a la alta meseta con vistas de picos distantes y ocasionalmente valles fértiles. Se ven ásperos despeñaderos y hondos precipicios, manadas de llamas, y la permanente variación de colores, en un viaje que en verdad se realiza a través del techo del mundo y es seguido por la brillantez del descenso hacia La Paz”. De allí se continuaba el viaje, en ferrocarril, hasta el puerto de Mollendo, pasando por el lago Titicaca.

ANUNCIOS PARA LA VENTA DE BOLETOS

En la obra “El vapor japonés ‘Arima Maru’ encallado en Mollendo en la II Guerra Mundial”, de don Guillermo W. Coloma Elías (Lima, Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo, 2008, pp. 89-95), se reproduce un aviso publicado en Lima en 1928, con el título de “Ferrocarriles del Sur del Perú. En coordinación con los ferrocarriles bolivianos y argentinos”. Indicaban allí que estaba unida “Lima a Buenos Aires” en “7 días y medio”.

Afirmaban allí que los vapores partían del Callao los miércoles, y llegaban a Mollendo los viernes. De allí, por ferrocarril, arribaban a Puno el sábado, cruzando el lago por los vapores “Coya” e “Inca”, y llegando a La Paz ese mismo día. El domingo salía el tren desde la capital boliviana, hacia Buenos Aires, arribando allí el jueves.

En ese libro hay otro anuncio importante, publicado en 1934, con el título de “La Diagonal de Hierro que une el Perú con la República Argentina”, y se muestra un mapa de Sudamérica con el trazo de la línea férrea de Buenos Aires a Mollendo.

REHABILITACIÓN DEL SERVICIO

Hay mucho por estudiar sobre el impacto que tuvo el ferrocarril Trans-Continental en el desarrollo del Sur del Perú, de Bolivia y de la Argentina. Muchos viajeros lo utilizaron y entre éstos había políticos, diplomáticos y comerciantes. Inclusive algunos escritores viajaron por ferrocarril entre Buenos Aires y Mollendo y varios contaron sus experiencias en libros que publicaron.

Esta línea férrea trans- continental se constituyó en un verdadero medio de unión entre el Perú, la Argentina y Bolivia, y debido a ello fue llamada la “Diagonal de Hierro”. Afortunadamente las líneas férreas existen en la actualidad. Por esta razón exigimos la rehabilitación del servicio, y que las empresas ferroviarias de estos tres países hermanos, realicen las coordinaciones debidas para ofrecer, como lo hacían antes los británicos, un servicio sincronizado e integral.

(Publicado en el diario “El Pueblo”, Arequipa, sábado 6 de enero de 2018, p. 8).