En esta foto aparecen Cmte Otero "Pepiño" (1º por la izqu) y el Cap Serrano "Chino" (3ºizq)
El personal del Ala nº 37 participó como integrante de la misión auspiciada por Naciones Unidas en Namibia, bajo el nombre de UNTAG (Grupo de Asistencia para la Transición de Namibia). La base jurídica de la misión en este último país fue la Resolución 435 del Consejo de Seguridad en la que las Naciones Unidas se comprometían a apoyar y vigilar el proceso de independencia de la última colonia de África hasta la celebración de elecciones democráticas, lo que ocurrió en noviembre de 1989.
Namibia supuso la primera aportación española de medios aéreos a una operación de mantenimeinto de paz. Desde finales de marzo de 1989 y durnte un año, el Ejército del Aire participó con ocho aviones C-212 Aviocar en el Grupo de Asistencia de las Naciones Unidas para el Período Transitorio de Namibia, UNTAG. Además, otro grupo de cuatro oficiales del Ejército del Aire se integró en el Estado Mayor Aéreo del Cuartel General de UNTAG.
Esta misión tuvo por objeto controlar y supervisar unas elecciones libres e imparciales en namibia durante su proceso de independencia de Sudáfrica. Ésta debía lograrse en el plazo de un año apartir del 1 de abril, según los acuerdos de paz alcanzados entre Sudáfrica, Angola, Cuba, y Estados Unidos el 22 de diciembre de 1988 en Nueva York.
Por otra parte, durante la fase de despliegue inicial tamibén paticiparon aviones C-130 Hércules con vuelos al aeropuerto de Strijdom-Windhoek y, posteriormente, con una estafeta cada tres semanas entre Namibia y España. Además en octubre de 1989 se incorpoó un Hércules al contigente en Namibia durante 45 días ante el aumento de necesidades de transporte aéreo que motivó el período de elecciones para la independencia.
El Destacamento estuvo compuesto por un promedio de 90 miembros, principalmente del Ala 35 con apoyo del Escuadrón de Zapadores Paracaidista (EZAPAC). Su misión consistó en realizar operaciones de transporte aéreo integrado en el contigente de Naciones Unidas. Se efectuaron vuelos de personal y material de UNTAG, aeroevacuaciones, transporte de personalidades y repatriación de guerrilleros del la Organización de los Pueblos de África del Sudoeste. SWAPO, para facilitar el proceso de independencia de Namibia.
La participación del Ejército del Aire fue muy importante ya que sus ocho aviones C-212 Aviocar eran los únicos medios aéreos de ala fija disponibles por UNTAG. El despliegue inicial fue de cuatro aviones al aeropuerto de Eros, próximo a la capital, Windhoek, dos en Rundu y otros dos en Ondangwa, ambas poblaciones situadas al norte del país y fronterizas con Angola. Posteriormente, a mediados de diciembre se redesplegaron cinco aeronaves a Eros y tres a Grootfontein, al noroeste de la capital.
Los vuelos hacia el norte se realizaban a muy baja cota ante el riesgo existente por la presencia de elementos incontrolados dotados de misiles antiaéreos portátiles que, de hecho, derribaron un helicóptero sudafricano. Además, la navegación aérea resultaba difícil debido a la ausencia de accidentes geográficos y la operatividad se veía dificultada por las altas temperaturas y la altitud superior a 5.000 pies a la que se encontraban los aeródromos.
Superada una primera fase de enfrentamientos entre miembros del SWAPO y fuerzas sudafricanas durante la segunda semana de abril, especialmente en el norte, con una cifra de 340 guerrilleros y 27 soldados muertos, los guerrilleros se replegaron a Angola al norte del paralelo 16. Esta condición era necesaria para la aplicaicón de las resoluciones de Naciones Unidas y permitió iniciar el regreso de refugiados procedentes de Angola. Posteriormente, Naciones Unidas consiguió completar un largo proceso negociador que terminó logrando la independencia de la última colonia africana.
Durante la estancia en Namibia se contabilizaron cerca de 1.000 misiones con un total de unas 4.000 horas de vuelo, en las que se transportaron 12.500 viajeros y 450 toneladas de carga. El grado de integración y de compromiso fue tal que a petición del nuevo Gobierno de Namibia, se participó en el desfile de la independencia celebrado el 22 de marzo de 1990.
El viaje de incorporación a la misión de los 8 C-212 Aviocar, pintados de blanco y conlos distintivos de naciones unidas, se realizó en sucesivas salidas, inviertiendo cada aeronaver seis etapas. diariamente se recorió un trayecto de 850 millas en unas seis horas de vuelo.
Los dos primeros aivones con indicativos de Naciones Unidas UN-17 y UN-71 despegaron de Getafe el 21 de marzo de 1989, aterrizando a los seis días en la capital de Namibia. se sobrevoló Mauritania, Senegal, Gambia, Malí, Costa de Marfil, Ghana, Benín, Togo, Nigeria, Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, Congo, Zaire, Angola y Namibia. Sin duda, un largo trayecto para los Aviocares que mostraron un magnífico rendimiento durante toda la misión.
El 6 de abril de 1990, coincidiendo con la llegada de los últimos aviones procedentes de Namibia, el Ministro de Defensa impuso la Corbata de la Encomienda de Isabel la Católica al Estandarte del Ala 35, recompensa concedida en reconocimiento a su participación en el Grupo de Asistencia de las Naciones Unidas para el Período Transitorio de Namibia, UNTAG.
El contingente participante estuvo formado por unos 4.500 hombres y se mantuvo desde el primero de abril de 1989 y por el plazo de un año aproximadamente. España contribuyó con un destacamento de ocho aviones Aviocar, 86 hombres del Ejército del Aire y un C-130 Hércules que realizó labores de estafeta. El personal del Ala nº 37 trabajó conjuntamente con el Ala nº 35 y con Aviocares de esta última, procedentes de la base aérea de Getafe. Las misiones del contingente español que participó junto a otras unidades militares extranjeras, eran de apoyo y traslado del personal militar y civil, evacuación de enfermos y heridos, y transporte de material y equipos. Los Aviocares actuaron desde tres aeropuertos namibios: Eros, cerca de la capital, Windohek; Rundu, al norte, y Ondangwa, al noroeste. Los aviones españoles realizaron más de 3.600 horas de vuelo en unas mil misiones, en las que llegaron a transportar 12.500 pasajeros y 450 toneladas de cargas diversas.