Radiodifusión

1. Índice

2. Introducción

2.1 Descubrimiento de las ondas electromagnéticas

2.2 La radio

2.3 Radiodifusión vs. Radiocomunicación

3. Inicios de la radiodifusión.

3.1 Los inicios de la radiodifusión.

3.2 EEUU.

3.3 Europa.

4. Historia y evolución de la radiodifusión en España.

4.1 La primera emisora española.

4.2 La consolidación de la radio en España.

4.3 La Guerra Civil y la Dictadura de Franco.

4.4 La llegada de la televisión: malos tiempos para la radio

4.5 La transición

4.6 La radio de nuestros días

4.6.1 Titularidad y financiación

4.6.2 Cobertura territorial

4.7 Tecnologías de la Información y La Radio: Perspectivas de Futuro

4.7.1 La radio digital

4.7.2 La radio en Internet

4.7.3 Perspectivas actuales de futuro para la radio digital

5. Evolución de los receptores de radio.

5.1 Primeros receptores

5.2 El transistor

6. Proceso de emisión y recepción de la radiodifusión en la actualidad.

6.1 Equipos de alta y baja frecuencia.

6.2 La transmisión paso a paso.

6.3 La propagación paso a paso.

6.4 La recepción paso a paso.

7. Bibliografía

8. Índice de figuras

1. Índice

2. Introducción

2.1 Descubrimiento de las ondas electromagnéticas

Las bases teóricas de la propagación de ondas electromagnéticas fueron descritas por primera vez por James Clerk Maxwell en un documento dirigido a la Royal Society titulado Una teoría dinámica del campo electromagnético, el cual describía su trabajo entre los años 1861 y 1865.

Heinrich Rudolf Hertz, entre 1886 y 1888, fue el primero en validar experimentalmente la teoría de Maxwell, demostrando que la radiación de radio tenía todas las propiedades de las ondas y descubriendo que las ecuaciones electromagnéticas podían ser reformuladas en una ecuación diferencial parcial denominada ecuación de onda. Hertz dio un paso de gigante al afirmar que las ondas se propagaban a una velocidad electromagnética similar a la velocidad de la luz, y ponía así las bases para el envío de las primeras señales.

Estos científicos pusieron la base técnica para que la radio saliera adelante, ya que la propagación de las ondas electromagnéticas fue esencial para desarrollar el que posteriormente se ha convertido en uno de los grandes medios de comunicación de masas.

2.2 La radio

Resulta difícil atribuir la invención de la radio, en su tiempo denominada telegrafía sin hilos, a una única persona. En diferentes países se reconoce la paternidad en clave local: Alexander Popov hizo sus primeras demostraciones enSan Petersburgo, Rusia; Nikola Tesla en San Luis, Misuri, Estados Unidos y Guglielmo Marconi fue quien primero puso en práctica y comercializó el invento desde el Reino Unido.

El francés Branly, en 1890, construyo su primitivo choesor (cohesor), que permitía comprobar la presencia de ondas radiadas, es decir de detectarlas, y que sería utilizado por todos los investigadores que entonces querían la comunicación sin hilos (sin cables).

El cohesor de Branly consta de un tubo de cristal dentro del cual se encuentran limaduras de hierro, algo apretadas, entre dos polos metálicos que se comunican con una pila eléctrica. La resistencia de las limaduras es demasiado elevada para que pase la corriente de la pila, pero en presencia de una onda hertziana dicha conductibilidad aumenta y la corriente que pasa por el aparato puede notarse haciendo sonar un timbre eléctrico.

Con el aparato de Branly podían captarse las ondas hertzianas a distancias mucho más considerables que con el resonador de Hertz, pero, de todos modos, no podían obtenerse todavía aplicaciones prácticas. El ruso Popov (1859-1905) encontró el mejor sistema para radiar (enviar) y captar las ondas: la antena, constituida por hilo metálico.

Después de perfeccionar este aparato, Popov añadió al sistema receptor un hilo metálico extendido en sentido vertical, para que, al elevarse en la atmósfera, pudiese captar mejor las oscilaciones eléctricas. Este hilo estaba unido por uno de sus extremos a uno de los polos del cohesor, mientras que el otro extremo comunicaba con tierra y así cualquier diferencia de potencial que se estableciese entre dichos polos, provocada por el paso de una onda electromagnética procedente de las nubes tempestuosas, hacía sonar el timbre del aparato, cuyo repiqueteo más o menos frecuente daba idea de la marcha de una posible tempestad.

De este modo nació la primera antena, llamada así porque, para sostener el hilo metálico ideado por Popov, debía emplearse un soporte de aspecto parecido a los mástiles o antenas de los buques.

El 24 de marzo de 1896 realizo la primera comunicación de señales sin hilos. Estas primeras transmisiones estaban constituidas por simples impulsos, obtenidos mediante poderosas descargas eléctricas de corriente almacenadas en condensadores o botellas de Leyden. Una espira de alambre conductor, situada a pocos metros de la descarga, producía una descarga menor entre sus extremos abiertos.

El oscilador de Hertz, el detector de Branly y la antena de Popov eran, pues, los tres elementos indispensables para establecer un sistema de radiocomunicación, pero era necesario también constituir un conjunto que pudiese funcionar con seguridad para tener aplicaciones comerciales.

Nadie había podido conseguirlo, hasta que en 1895 Marconi realizó experimentos definitivos que le proporcionaron el título de inventor de la radiocomunicación.

Este fenómeno que empezó a mostrar la resonancia eléctrica fue estudiada por Marconi, el cual en Bolonia (Italia) en 1896 y con sólo 20 años de edad conseguía sus primeros comunicados prácticos.

Empleando un alambre vertical o "antena" en vez de anillos cortados y empleando un "detector" o aparato que permitía descubrir señales muy débiles, pronto logró establecer comunicación hasta distancias de 2400 m.

Paulatinamente fue aumentando el alcance de sus transmisiones, hasta que en 1896 solicitó y obtuvo la primera patente de un sistema de telegrafía inalámbrica.

Figura 1. Guillermo Marconi en la época de sus primeros experimentos y su primitivo emisor de chispas a la izquierda.

La longitud de onda utilizada estaba situada por encima de 200 metros, lo que obligaba a utilizar antenas de colosales dimensiones. El receptor basaba su funcionamiento en el denominado cohesor.

Brandley y Lodge fueron dos de sus principales perfeccionadores. En esencia, el cohesor estaba constituido por un tubo de vidrio, lleno de limaduras de hierro, el cual en presencia de una señal de alta frecuencia, procedente de la antena, se volvía conductor y permitía el paso de una corriente que accionaba un timbre. Cuando desaparecía la corriente el cohesor seguía conduciendo, por lo que debía dársele un golpe para que se desactivara. Estos detalles dan una idea de las dificultades con que se encontraban los investigadores de aquel entonces.

Figura 2. Uno de los receptores utilizados por Marconi, podemos apreciar la "antena", el "cohesor", los "audífonos" y las pilas.

En 1897, el inglés O.J. Lodge inventó el sistema de sintonía, que permite utilizar el mismo receptor para recibir diferentes emisiones.

De esta manera se dieron los primeros pasos en la construcción de la radio que hoy en día conocemos.

2.3 Radiodifusión vs. Radiocomunicación

La radiocomunicación se entiende como toda telecomunicación transmitida por ondas radioeléctricas.

La radiodifusión es un servicio de radiocomunicación cuyas emisiones se destinan a ser recibidas directamente por el público en general, unida de una característica fundamental: la periodicidad o regularidad de las emisiones.

3. Inicios de la radiodifusión.

3.1 Los inicios de la radiodifusión.

La radiodifusión se inicia con las emisiones regulares en Pitsburg, de la estación KDKA en 1920. En Europa la BBC emitió su primer programa no experimental en noviembre de 1922. En España, la primera emisora fue Radio Barcelona, inaugurada en el 24 de Octubre de 1924.

Las primeras antenas de radiodifusión eran muy similares a las utilizadas para las comunicaciones punto a punto, pero pronto evolucionaron hacia el radiador de media onda, que ofrecía la ventaja de la cobertura omnidireccional.

Los receptores superheterodinos, inventados pro Edwin H. Armstrong, fueron posibles gracias a los tubos electrónicos. Los receptores utilizaban como antenas la red eléctrica y como masa las cañerías de agua, pero pronto evolucionaron hacia las antenas en forma de T y piquetas de masa.

3.2 EEUU.

En EEUU, la iniciativa privada impulsa el desarrollo de este medio. La Westinghouse empieza fundar en este país nuevas emisoras, como la WBZ, la WJZ o la KYW, debido al éxito de su primera emisora. Por lo tanto comienza un periodo de expansión de la radio en donde se produce su mayor desarrollo.

Al mismo tiempo, surge una nueva compañía competidora, la RCA (Radio Corporation of America). Ésta tiene titularidad privada, pero se encuentra bajo los auspicios del gobierno norteamericano. Fue fundada por David Sarnoff. Inicialmente, las emisora que esta compañía funda pertenecían a la compañía de Marconi, pero pasaron a manos de Sarnoff.

Hay una gran competencia comercial. Cada vez se incluyen nuevos contenidos. En esta etapa de desarrollo encontramos tres grandes compañías:

Westinghouse

RCA

ATT

El principal motor de negocio de tanto de la Westinghouse como de la RCA era la venta de receptores. Mientras tanto, la ATT se conforma como una unión telegráfica y telefónica, no como una compañía de fabricación de receptores. Su principal emisora es la WEAR.

La principal característica de la ATT es que, por primera vez, el sistema de financiación es la propia publicidad que recogen las emisoras. Esto supone un cambio, ya que no tiene que haber una plena relación entre la emisora y la compañía que fabrica los receptores. Por lo tanto, se conforma como el sistema tal y como lo entendemos hoy día.

Con esto, los contenidos son diferentes entre las compañías. La ATT va a incorporar más publicidad. Además, su programación va a ser cada vez más desenfadada, más popular. Los historiadores señalan que a partir del nacimiento de esta nueva compañía, se modifica la programación del resto de cadenas, para hacer ese éxito más comercial.

Comienza así una época, de 1920 a 1926, de enorme competencia. Al ser ésta cada vez mayor, la calidad en la programación va a ser cada vez peor, más popular. En estos momentos, la competencia no tiene regulación jurídica. Esta situación hace que se produzca una crisis, el Caos de Leter, que va a durar hasta 1927. Dicha crisis se va a producir por las interferencias que surgen entre las propias emisoras e, incluso, con las comunicaciones estatales. Este caos vería su resolución en 1927 con la conferencia celebrada en Washintong.

A partir de 1926 empieza una etapa de consolidación en la radiodifusión. Surge la primera gran cadena radiofónica del país, la NBC (National Broascasting Company). En una gran cadena se unen la Westinghouse, la RCA, la ATT y otras compañías como la General Electrics. Con este nuevo sistema, cada emisora empieza a compartir programación la una con la otra. Este modelo de NBC es el básico del actual.

De esta etapa de madurez, podemos sacar varias consecuencias:

Agrupación de un gran número de emisoras: inicialmente, la NBC estaba formada por 24.

Sistema de rentabilidad económica: la fuerte competencia no beneficia a nadie. Esta rentabilidad se debe a que hay menos costes, más medios y a que éstos se pueden compartir.

Incidencia en la programación: cambian radicalmente. Ahora habrá más programas compartidos, que se van a emitir en todas las emisoras y a la misma hora. De todas formas, habrá franjas horarias en una emisora que serán cubiertas por programas de la propia emisora.

3.3 Europa.

El desarrollo de la radiodifusión en Europa va a ser mucho más lento debido al mayor retraso en la implantación del modelo radiofónico. Esto se debe a:

El monopolio de Marconi, tanto técnicamente como en el sistema de radiodifusión (telegrafía sin hilos).

Incidencia de la I Guerra Mundial

Mientras que en EEUU es la iniciativa privada la que impulsa el desarrollo, en Europa, el control de los estados va a condicionar su impulsión. Este control se efectuará mediante licencias restringidas.

Hasta 1920 no hay emisiones radiofónicas en Inglaterra. Las primeras que se realizan son experimentales y no tienen ningún tipo de contenido. Hasta la fecha, le hegemonía está en manos de Marconi. Al mismo tiempo, la visión del fenómeno radiofónico es distinta al modelo norteamericano. La concesión de licencias radiofónicas cada vez es más restrictiva. Estas licencias las otorga la Oficina de Correos Británica.

Se cree que la radio puede interferir peligrosamente en el sistema de seguridad estatal si se deja libertad de licencias. Tanto es así que cada 10 minutos tienen que cortar 3 para evitar todo tipo de influencia. Del mismo modo, la publicidad está prohibida.

Las primeras emisiones periódicas se realizan en 1922 con la 2MT. Pretenden tener un estilo popular. Sólo se emiten una vez a la semana (Martes) y van dirigidos a una audiencia determinada (instituciones, hospitales...). En Mayo de este mismo año, con la 2LO de Londres, propiedad de Marconi, las emisiones ya empiezan a ser diarias, aunque continúan las restricciones.

El periodo de 1922 a 1926 es importante debido a que se crea la BBC. Ésta es una compañía formada, inicialmente, por una agrupación de compañías eléctricas y fabricantes de receptores privados. Estas compañías son británicas o filiales de compañías norteamericanas, como la General Electric o la Western Electric). La licencia la emite la Oficina de Correos Británica, siendo la única de emisión para todo el país. Su financiación proviene de dos vías:

El pago de un canon que se realiza por la venta de receptores (todos de fabricación nacional).

Al tener un receptor, se paga una cuota anual.

La programación de la BBC tiene un estilo más sobrio que el modelo norteamericano.

A pesar de ser un modelo tan raro, sí tiene éxito. Debido al incremento de licencias de receptores se pasa de más de 35.000 aparatos a más de dos millones sólo en Inglaterra.

Figura3. Emisora de radio.

En Francia, hay una coexistencia de un modelo de explotación privada junto con un sistema de control público. Se produce una nueva forma de intercambio publicitario entre la radio y la prensa. Más adelante, la televisión va a recoger este modelo.

4. Historia y evolución de la radiodifusión en España.

4.1 La primera emisora española.

La estación pionera fue EAJ-1 Radio Barcelona, llamada la emisora decana de la radio española por ser, precisamente, la más antigua. La nomenclatura EAJ-1 hace referencia a los códigos de los radioaficionados, auténticos artífices del nacimiento de la radio.

E por España.

AJ porque designa a las estaciones de Telegrafía sin Hilos

1 por ser la primera.

Sin embargo, y para ser fieles a la historia, las primeras emisiones radiofónicas en nuestro país corrieron a cargo de Radio Ibérica de Madrid, a finales de 1923 y principios de 1924, pero, debido a sus importantes irregularidades en lo que a continuidad temporal se refiere, los analistas del medio prefieren situar el nacimiento de la radio en otro momento. La principal razón que explica las irregularidades a las que nos acabamos de referir es que Radio Ibérica de Madrid fue fruto de la iniciativa de un grupo de personas dedicadas a la fabricación de aparatos -que por aquella época eran de dos tipos (los de galena y los de lámpara) en función del material que utilizaban para poder funcionar-. En definitiva, eran técnicos que experimentaban con el medio, pero sin una programación continuada.

Aquellos primeros receptores de galena eran muy sencillos. El funcionamiento era solo apto para la recepción de AM.

Las ondas electromagnéticas que alcanzan la antena generan en esta mediante el fenómeno de la inducción electromagnética una fuerza electromotriz que hace recorrer una corriente por el devanado primario del transformadorT-1 y que se induce en el secundario, el cual tiene un condensador variable (CV) en paralelo.

A causa del fenómeno de resonancia se produce un máximo de tensión para la frecuencia de resonancia del circuito paralelo formado por el devanado secundario y el condensador variable.

Precisamente por el hecho de ser variable el condensador CV podemos variar la frecuencia de resonancia del conjunto, haciéndola coincidir con las de las distintas emisoras que en cada momento queramos recibir.

El resto es sencillo, al estar las señales moduladas en amplitud el nivel de la onda portadora de alta frecuencia variará en función de la señal moduladora de baja frecuencia (voz, música, etc) que se transmite, con lo que a la salida del diodo D-1 obtendremos una tensión que variará de la misma forma que la moduladora y por tanto reproducción de la baja frecuencia original, con lo que podremos oírla en los auriculares.

Este receptor rudimentario solo permitía la audición de emisoras potentes y no muy lejanas, ya que no disponía de amplificación de ningún tipo.

Figura 4. Receptor de galena

4.2 La consolidación de la radio en España.

A pesar de los intentos anteriores, no será hasta 1924 cuando la radio en nuestro país empiece a emerger definitivamente, en plena Dictadura del General Primo de Rivera. Este mandatario, al igual que otros políticos, vio en este medio un efectivo canal de propaganda.

Dada la situación que se estaba viviendo en relación con un nuevo sistema de comunicación que despertaba el interés de todos e iba consolidándose a pasos agigantados, las autoridades, no podían ser ajenas y decidieron poner un poco de orden convocando lo que se vino a llamar la Conferencia Nacional de la Telegrafía Sin Hilos, que durante seis meses deliberó sobre el contenido del futuro Reglamento de Radiodifusión.

Los responsables de establecer la legislación que normalizaría la radiodifusión española fueron los Ministerios de Guerra, Marina, Gobernación, Instrucción Pública y Trabajo, aunque podían estar asesorados por algunas entidades relacionadas de una manera u otra con la radio, como la Compañía Nacional de Telegrafía sin Hilos, la Compañía AEG, la Ibérica de Electricidad, la Compañía Radio Ibérica, las Compañías de Radiotelegrafía Francesa, la Federación de Radiotelegrafistas españoles, la Asociación de la Prensa, la Agrupación de Constructores de material eléctrico de España y el Radio Club España.

En pleno verano del 1924, y una vez aprobado el Reglamento, se empezaron a otorgar las concesiones de emisión: EAJ-1 Radio Barcelona, EAJ-2 Radio España de Madrid, EAJ-3 Radio Cádiz, EAJ-4 Estación Castilla, EAJ-5 RadioClub Sevillano, EAJ-6 Radio Ibérica.

El papel de las empresas que en los años 20 trabajaban con material radioeléctrico no se puede dejar de lado, porque, en realidad, ellas fueron sujetos activos en el nacimiento y desarrollo de este medio en España. Su tarea no sólo consistió en impulsar las iniciativas que iban surgiendo, sino que eran las responsables de que los receptores que se fabricaran pudieran hacer llegar a los ciudadanos las emisiones de manera óptima. Lógicamente, existía una intención empresarial, pues cuanto más desarrollada estuviera la radio, más aparatos se podrían vender.

Tras la implantación de las primeras estaciones, durante 1925 y 1926 la radio fue extendiéndose por todo el territorio español. La programación era muy limitada (fundamentalmente diarios hablados, espacios culturales y música). Sin embargo, Unión Radio consideró necesario mejorar las emisiones y por ello empezó a emitir en cadena con otras estaciones y a incorporar otros contenidos, como el deporte o los toros.

Durante siete años el panorama radiodifusor en España fue transformándose, tanto en cantidad como en calidad. El número de emisoras iba creciendo al mismo tiempo que la programación iba mejorando.

4.3 La Guerra Civil y la Dictadura de Franco.

Con la llegada de la II República, el número de personas que disponía de un aparato receptor aumentó y la audiencia de este medio se engrosaba día tras día. Además, durante esta época fueron surgiendo un gran número de estaciones locales, que engancharon a muchas personas a lo largo de todo el territorio español.

Sin embargo, con el estallido de la Guerra Civil española, el 18 de julio de 1936, las cosas empezaron a cambiar. La radio se destapó como un gran medio de propaganda política que fue utilizado por los bandos combatientes para emitir sus particulares arengas (discursos para dar ánimos como los de Franco a las tropas).

La implantación de una nueva dictadura, encabezada por el General Francisco Franco, supuso una larga temporada de dominio político sobre el sistema radiofónico. El 19 de enero de 1939, poco antes de que acabara la Guerra Civil, se crea Radio Nacional de España, a la que se le otorgará el monopolio de la información en nuestro país, gracias a la promulgación, un año antes, de la Ley de Prensa, que estaría en vigor hasta 1966. Además, la entonces Unión Radio se transforma en la actual Ser (Sociedad Española de Radiodifusión).

La entrada de las tropas nacionales en Cataluña supuso la desaparición de la radio en catalán, incluida EAJ-15, Radio Asociación de Cataluña. A partir de ese momento la Falange sería la responsable de los espacios que emiten las ondas radiofónicas.

Esta situación desembocó en nuevamente en la instauración de la censura (la Ley de Prensa así lo establecía), o lo que es lo mismo, las radios no podían programar nada que el poder político no quisiera. Los censores se ocupaban de revisar los guiones para que nada indebido se les escapara, al tiempo que las radios comerciales, las privadas, estaban obligadas a conectar siempre con Radio Nacional de España (RNE) para emitir los servicios informativos que elaboraba esta red gubernamental y que se conocían con el nombre de El parte, debido a que durante los años de la contienda civil, el espacio informativo por antonomasia era, precisamente, el parte de guerra. Las estaciones distintas a RNE sólo podían elaborar las noticias comarcales y locales, pero siempre bajo supervisión de la autoridad competente.

Llegados al 1942, el gobierno crea la primera red de ámbito estatal, la Red Nacional de Radiodifusión (REDERA). Hasta ese momento, el sistema estaba conformado por tres tipos de emisoras, por llamarlo de alguna manera: las estaciones locales, que tenían poca potencia, las comarcales (de las cuales la mayoría pertenecían a lo que es hoy la Ser) y, finalmente, las que estaban dentro de la Sociedad Nacional de Radiodifusión, es decir, las de RNE, y las del FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista).

Esta década de los 40 supuso también avances técnicos para los profesionales de la radio. El 27 de julio de 1945 es cuando en España se crea la primera Dirección General de Radiodifusión. En 1948, aparece la cinta magnetofónica, lo que favorecerá en gran medida la mejora en la producción de programas.

Mientras esto sucedía en España, en Europa se desencadena la II Guerra Mundial. Esta circunstancia obliga a transformar la radio -al igual que ya había sucedido en nuestro país poco antes-, en un arma de propaganda política utilizada por ambos bandos para informar de los avances de la guerra.

Sin lugar a dudas, en ese momento la información radiofónica es un baluarte importante que hay que cuidar y vigilar, pero la radio también es un medio de entretenimiento al que recurren las familias españolas para pasar sus ratos de ocio. Empiezan a surgir las radionovelas, que, años más tarde, sobre todo en las décadas de los 50 y 60, se convertirán en un auténtico boom. Se trataba de un género parecido a los actuales culebrones de la TV, pero en versión radiofónica.

Así, en 1954 se constituye oficialmente la cadena REM (Red de Emisoras del Movimiento); en 1957 se crea la COPE (Cadena de Ondas Españolas Populares) y cuatro años después, en 1961, surge la CES (Cadena de Emisoras Sindicales.)

Durante estos años, el número de aparatos receptores no dejó de crecer, siendo España uno de los países europeos que más radios tenía por habitante. En concreto, y según datos de la Unesco, en 1955 había un receptor por cada 90 ciudadanos, o, lo que es lo mismo, 2.717.000 aparatos distribuidos por todo el territorio. Pero si los receptores aumentaban, también lo hacía el número de emisoras, especialmente las vinculadas política o ideológicamente al gobierno: 63 del Movimiento, 64 EAJ, 60 Estaciones Escuelas del Frente de Juventudes, el Centro Emisor de Madrid de RNE y 7 emisoras regionales de la misma cadena y otras pequeñas emisoras parroquiales

En 1955, España reingresa en la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organismo del que estaba excluida desde hacía bastante tiempo.

Surge en estas fechas el problema de la frecuencia modulada. La cuestión especial era las ondas extracortas, que tienen limitada su zona de propagación hacia el límite visible del horizonte para evitar interferencias con otros países. En el mercado, la industria de receptores todavía no se preocupa por el problema, y el número de receptores con frecuencia modulada era casi inexistente. En marzo de 1957 surge la primera emisora española de FM, instalada por RNE en Madrid, primero experimentalmente, para después pasar progresivamente a un servicio regular. Llevó un plazo de cinco años para llevar a cabo la transformación a la frecuencia modulada.

4.4 La llegada de la televisión: malos tiempos para la radio

Entrados los años 60, la radio experimenta una mala época por un hecho que vino a cambiar muchas cosas: la llegada de la televisión. Si bien ésta llegaría a los hogares españoles en 1956, no será hasta la década de los 60, y en especial hasta los 70, que su uso se empezaría a generalizar de forma masiva. La situación económica de la familia media española no permitía que durante esa época todo el mundo tuviera un televisor en casa como pasa actualmente.

Con la popularización de la televisión, la radio tuvo que reestructurarse y ver cuáles son las ventajas que tenía sobre el nuevo medio (aunque, sea dicho, las tenía y las sigue teniendo). Es cierto que la TV podía emitir imágenes, pero la radio era mucho más ágil y rápida. Además, hace 30 años la radio podía llegar a lugares a los que la tele no tenía acceso, porque por entonces la infraestructura televisiva era muy poco operativa.

En 1965 se da la libertad total de instalación de emisoras en las llamadas ondas métricas y modulación de frecuencia a cuantas instituciones, Universidades u organismos culturales, o cualquier persona física o jurídica de nacionalidad española lo soliciten. Así en mayo de 1966 se autoriza la instalación y el funcionamiento normal de emisoras que pudieran poner música en su programación.

La década de los 70 supuso un gran cambio en la sociedad española como es bien sabido, y, también, en la radio. En 1972 la Ser empieza a emitir tímidamente un programa informativo emblemático: Hora 25. Se trataba de un espacio que bajo el formato de un Magazine, comunicaba a sus radioyentes los últimos acontecimientos de actualidad. 1974 supuso la incorporación de las Emisoras Escuela (CAR Cadena Azul de Radiodifusión) a la Red de Emisoras del Movimiento.

4.5 La transición

Con la muerte del General Franco, en noviembre de 1975, y por miedo a posibles cambios, la censura en la radio se incrementó notablemente. De alguna forma, esto es lógico, ya que por entonces no se sabía lo que podía pasar en España. Sin embargo, dos años después se produce un hito histórico en la radio: se aprueba la libertad de información, o lo que es lo mismo, por fin las emisoras no tenían que conectar con RNE para trasmitir los servicios informativos. Se había acabado el monopolio de esta cadena en este sector.

A partir de octubre de 1977, las emisoras empiezan a emitir sus propios espacios informativos y la radio en general comienza a parecerse al medio que hoy en día conocemos. De hecho, un año antes se aprobaría el Plan Técnico Transitorio de FM. Hasta ese momento existían principalmente las estaciones de OM (Onda Media). La Frecuencia Modulada (FM), además de tener mayor calidad técnica, ofrecía la posibilidad de llegar a localidades más pequeñas. Sin embargo, los operadores de entonces no supieron sacarle provecho a la FM, excepto la cadena Ser, que vio en ella la posibilidad de explotar un estilo de programa norteamericano que se basaba en una lista de éxitos musicales, lo que supuso el nacimiento de Los 40 principales.

Además de estos cambios, en 1978 se incorpora al panorama radiofónico español una nueva cadena, surgida a partir de la fusión de otras emisoras ya existentes: REM (Red de Emisoras del Movimiento), CAR (Cadena Azul de Radiodifusión) y CES (Cadena de Emisoras Sindicales). Todas ellas conformarán Radio Cadena Española (RCE), que finalmente será absorbida por RNE.

A principios de los 80, un acontecimiento político -el intento de Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981-, supone una prueba de fuego para las emisoras, ya que fueron las encargadas de informar sobre lo que estaba aconteciendo en el Congreso de los Diputados. Esto dio lugar a lo que se conoce como la noche de los transistores, puesto que durante largas horas toda España estuvo pegada a la radio en unos momentos cruciales para la joven democracia. Durante la tarde de aquel frío día de febrero, muchos ciudadanos tuvieron la oportunidad de escuchar en directo la entrada de los golpistas en el Congreso a través de las ondas de radio, ya que iba a tener lugar la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, tras la dimisión, un mes antes, de Adolfo Suárez .

En un ámbito más estrictamente radiofónico, a finales de la década de los 70 se fraguaría también el futuro nacimiento de las emisoras autonómicas. Una vez aprobada la Constitución de 1978, y dado el visto bueno para la división del Estado español en 17 Comunidades Autónomas, se genera la necesidad de que cada comunidad tenga su propia radio y su propia televisión, algo que contemplará el Estatuto de Radio y Televisión. Esto permitirá que los ciudadanos de las distintas regiones puedan tener un contacto más directo con lo que acontece en su entorno más inmediato, aunque sin perder la perspectiva de lo que sucede fuera de él. Las primeras comunidades en disponer de emisora propia son las denominadas comunidades históricas, es decir, Cataluña, Galicia y el País Vasco.

Esta circunstancia que te acabamos de describir determinará la configuración de un sistema radiodifusor en el que será posible distinguir entre distintas radios según su ámbito de cobertura territorial: las redes estatales, las autonómicas y las locales.

4.6 La radio de nuestros días

Cuando sintonizas la radio, seguro que te habrás dado cuenta que las emisoras no son, ni mucho menos, todas iguales. El origen de estas diferencias se encuentra en múltiples factores: la titularidad, el tipo de emisión, la cobertura territorial, la programación etc. Todas estas características influyen de una manera más o menos importante en las posteriores emisiones, ya que no será lo mismo una estación radiofónica que transmite para todo el estado español que una que lo hace para un municipio concreto. De igual forma, también dista mucho la programación de una estación como Radio Nacional de España-Radio 1, de la que ofrece una emisora especializada en música, como por ejemplo, la Cadena 40.

La gran cantidad de emisoras existentes hoy en día en nuestro país convierten al sistema radiodifusor en un complejo entramado. Pero vayamos por partes.

4.6.1 Titularidad y financiación

En España, las cadenas radiofónicas con más peso específico en función de su número de oyentes son: la Ser (Sociedad Española de Radiodifusión), Onda Cero, RNE (Radio Nacional de España) y la COPE (Cadena de Ondas Populares Españolas). Esto no quiere decir que no haya más, todo lo contrario, sino que las que acabamos de citar obtienen los mayores índices de audiencia. De ellas, tan sólo RNE es de titularidad pública, mientras que el resto son privadas. Esto quiere decir que la financiación de RNE depende enteramente de los Presupuestos Generales del Estado y el Gobierno es el responsable de su funcionamiento, control y gestión.

En la actualidad, RNE está formada por varias emisoras: Radio 1, Radio Clásica (antes Radio 2), Radio 3, Radio 4 (que emite sólo en Cataluña), Radio 5 Todo Noticias y Radio Exterior, que destina su programación a los españoles residentes en el extranjero. Las tres cadenas restantes (Ser, COPE y Onda Cero) son de capital privado, y, por lo tanto, dependen de las empresas que están detrás y de los ingresos que genera la publicidad que emiten. De todos modos, RNE no es la única emisora de titularidad pública, pero sí la única que no emite publicidad, porque así se establece en el Estatuto de Radio Televisión Española. Las otras estaciones de titularidad pública que podemos encontrar en nuestro sistema radiodifusor son las autonómicas, que dependen de los gobiernos autonómicos, y las municipales, que están bajo la tutela de los ayuntamientos y, en algunos casos, de las diputaciones.

4.6.2 Cobertura territorial

La cobertura territorial también influye en las emisiones radiofónicas, ya que, según la extensión geográfica que abarquen, así serán sus programaciones. Las autonómicas y las municipales, por ejemplo, prestarán más atención a los acontecimientos que les son más próximos y que, en muchas ocasiones, no tienen cabida en las emisiones de las grandes cadenas, debido a que es el interés que pueda tener para un determinado grupo de población lo que determina si una noticia va a ser incluida o no en un programa, de hecho es poco probable que en una estación radiofónica estatal se emita una noticia que ha sucedido, por ejemplo, en un barrio de una pequeña localidad, a no ser que el hecho revista algún tipo de interés (informativo, de entretenimiento, etc) para el conjunto de los españoles. Esta es una de las razones que explican la necesidad de disponer, además de las nacionales, de emisoras locales y autonómicas.

Pero la cobertura territorial de las radios no es un hecho casual, sino que está estrechamente ligada a la estructuración político-administrativa del Estado, además de factores sociales y culturales. De esta forma, en nuestro sistema radiodifusor coexisten:

Emisoras estatales, que cubren todo el territorio gracias a las diferentes estaciones que posee cada cadena, o aquellas a las que se encuentra asociada.

Emisoras autonómicas, que emiten exclusivamente para su comunidad (aunque no todas las autonomías cuentan con este tipo de operadores).

Emisoras locales (entre las que se encuentran las municipales, las locales de titularidad privada, las libres, las asociativas, las escolares, etc.), que radian en diferentes ciudades, pueblos o villas.

De todos modos, las emisiones de algunas cadenas pueden llegar a diferentes puntos del globo. Con independencia de Radio Exterior de España, que emite para diferentes países y que gozó de gran importancia durante las décadas de los 50, 60 y 70 por ser uno de los medios que utilizaba la población que había emigrado para ponerse al día de lo que pasaba en nuestro país, la irrupción de tecnologías avanzadas de la comunicación, como el satélite, primero, e Internet, después, permite que algunas cadenas puedan transportar sus ondas más allá de su entorno más próximo. En el caso de Internet, todas las cadenas españolas más importantes tienen su programación colgada en la Red y, entre otras muchas cosas, dan la oportunidad de escuchar contenidos en tiempo real.

Junto con la titularidad, el modo de financiación y la cobertura territorial, la programación es una variable que también permite diferenciar entre las diferentes emisoras.

4.7 Tecnologías de la Información y La Radio: Perspectivas de Futuro

El mundo de la comunicación ha sido uno de los sectores que, a lo largo del siglo XX, más se ha transformado, especialmente por la importante influencia que han ejercido las que se han venido en llamar Tecnologías de la Información y la Comunicación. Sin duda, los avances en informática, telecomunicaciones e industria del audiovisual han contribuido, de manera definitiva, en la configuración de una Sociedad de la Información cada vez más compleja y dinámica, en la que Internet se ha erigido en el rey de una galaxia inmaterial en la que la información se distribuye a velocidades impensables hace unos años.

La tecnología no sólo ha transformado la manera de distribución, sino que ha modificado la forma de "envolver" los contenidos, obligando a modificar los formatos. Y, en esto, la radio no ha sido una excepción.

4.7.1 La radio digital

En julio de 1999 se aprueba el Plan Técnico Nacional de la Radiodifusión Sonora Digital Terrenal, que sentaría las bases para la incorporación en nuestro país del Digital Audio Broadcasting (DAB).

DAB es un sistema europeo de radio digital estandarizado por el European Telecommunications Standardisation Institute (ETSI) que, entre otras cosas, supone la eliminación total de posibles interferencias, así como la recepción sin ecos. Además, el DAB, cuya generalización en España estaba prevista en principio para el 2008, permite la multiplicación de canales de emisión y la incorporación de servicios multimedia, tales como información electrónica en una pantalla sobre la programación, el tiempo, el tráfico, etc..., e incluso imágenes en movimiento que, aunque no sean comparables a la calidad de la televisión digital, pueden resultar de utilidad para algunos tipos de aplicaciones. Estos servicios añadidos conforman los denominados PAD (datos asociados al programa, información sobre la emisora y la emisión, etc...) y los N-PAD (datos que nada tienen que ver con la emisora ni con los programas, sino que se trata de una serie de informaciones diversas como agenda de espectáculos, previsión meteorológica, servicios de urgencia, etc.), que podrán ser trasmitidas mediante un canal independiente.

Figura 5. Esquema del sistema de radio digital

Todas estas novedades tecnológicas modifican, sin duda, la manera de emitir los datos. Algunas experiencias iniciales, como la iniciativa del grupo Prensa Española, que puso en marcha Punto Radio, una emisora que emite en DAB desde el año 2000, basan su programación exclusivamente en boletines de noticias y música. Para escuchar Punto Radio en necesario tener un receptor digital.

Hoy por hoy, la tecnología digital se ciñe mayoritariamente a la trasmisión de contenidos. De hecho, casi todas las estaciones disponen de estudios completamente digitalizados y automatizados, lo que permite que los productos radiofónicos se puedan elaborar con más comodidad y rapidez.

El servicio de radiodifusión sonora digital terrenal se explota en las siguientes bandas de frecuencia (los bloques son un reparto territorial de las frecuencias):

195 a 216 MHz (bloques 8A a 10D).

216 a 223 MHz (bloques 11A a 11D).

1452 a 1467,5 MHz (bloques LA a LI).

1467,5 a 1492 MHz.

Los bloques de frecuencias en la banda de 195 a 216 MHz se destinan, principalmente, al establecimiento de redes de frecuencia única de ámbito territorial provincial o, en su caso, insular, que se integran para constituir redesmultifrecuencias de ámbito nacional y autonómico.

Los bloques de frecuencias de la banda de 216 a 223 MHz se destinan, principalmente, al establecimiento de redes de frecuencia única de ámbito nacional y autonómico.

Los bloques de frecuencias de las bandas de 1452 a 1467,5 MHz y de 1467,5 a 1492 MHz se destinan, principalmente, al establecimiento de redes de frecuencia única de ámbito local.

Los bloques de frecuencias de la banda se destinan, principalmente, al establecimiento de redes de frecuencia única de ámbito local.

Y un año más tarde, el 10 de marzo del 200 se adjudicaron 10 concesiones para la gestión indirecta del servicio público de la radiodifusión sonora digital terrenal mediante concurso a las siguientes entidades (por orden de mayor a menor puntuación):

1. "Onda Digital, Sociedad Anónima".

2. "Radio Popular, Sociedad Anónima"-COPE (solicitud 1).

3. "Sociedad Española de Radiodifusión, Sociedad Anónima", y "Antena 3 de Radio, Sociedad Anónima" (solicitud 1).

4. "Sauzal 66, Sociedad Limitada".

5. "Uniprex, Sociedad Anónima" (Onda Cero Radio).

6. "Unión Ibérica de Radio, Sociedad Anónima".

7. "Unedisa Comunicaciones, Sociedad Limitada".

8. "Recoletos Cartera de Inversiones, Sociedad Anónima".

9. "Sociedad de Radio Digital Terrenal, Sociedad Anónima" (solicitud 1).

10. "Prensa Española de Radio por Ondas, Sociedad Anónima".

A finales del mismo año, se adjudicaron dos concesiones más para la gestión indirecta del servicio público de radiodifusión sonora digital terrenal a las siguientes sociedades:

11. "Corporación de Medios de Comunicación, S.A. y Gestevisión Telecinco, S.A.(Consorcio Comeradisa)"

12. "Grupo Godó de Comunicación, S. A."

Además de la digitalización de los estudios y de lo que supondrá la implantación del DAB, las emisoras no han dudado en incorporar otra tecnología, como por ejemplo el denominado Radio Data System (RDS). Este es un sistema que posibilita la trasmisión de una señal digital imperceptible para el oído, y que, aprovechando el ancho de banda que ofrece la Frecuencia Modulada (FM), brinda al oyente la posibilidad de visualizar en una pequeña pantalla (display) el nombre de la emisora que está escuchando, así como algunos mensajes de texto. Además de estas pequeñas ventajas, el RDS permite otras cosas, como viajar oyendo el mismo programa aunque cambie la frecuencia.

4.7.2 La radio en Internet

Al principio de este apartado mencionábamos el papel de Internet en la evolución de la radiodifusión de los últimos años. Sin duda, la Red ha supuesto un cambio significativo en el modo de trasmisión de este medio, y ha propiciado, incluso, el nacimiento de estaciones que emiten exclusivamente a través de ella (WorldWide Radio, Radiocable, RadioInternet, o Radio.ya, entre otras muchas).

No obstante, la presencia en Internet del medio radiofónico es bastante desigual. Así, por ejemplo, por lo que se refiere a las estaciones locales, son pocas las que disponen de página web y, si la tienen, a menudo se limitan a colgar en ellas datos sobre la estación en cuestión y su programación, informar al internauta acerca de la localidad desde donde emiten, la agenda cultural, actividades diversas, ...

Otras cadenas dedican más recursos a su website y, además de posibilitar la escucha en directo de sus programas, ofrecen otros servicios adicionales, como la denominada radio a la carta, mediante la que puedes escoger los contenidos que quieres escuchar, en el orden que desees y a la hora que más te apetezca. Además, algunas emisoras incorporan los chats, así como materiales informativos complementarios acompañados de imágenes fijas y/o en movimiento

Sin embargo, con independencia de todas las ventajas que ofrece la Red, las estaciones radiofónicas deciden su presencia en Internet como una cuestión de prestigio, de imagen, para, de este modo, mantener su credibilidad como empresa.

La radio se ha volcado en Internet gracias a sus diferentes servicios (World Wide Web, Correo electrónico, News, Internet Relay Chat, etc...), es posible experimentar con otras formas de información y expresión que van más allá del sonido radiofónico e incorporar, por tanto, nuevos contenidos. Además, también es factible generar nuevas formas de consumo y de relación que un oyente pueda tener con el medio.

Las primeras experiencias que las estaciones de radio hacen en Internet consisten, precisamente, en aprovechar las ventajas de la estructura del hipertexto para incluir en sus sitios web información relativa a aspectos tan diversos como su programación, sus frecuencias de emisión, sus profesionales, sus instalaciones, sus índices de audiencia o sus tarifas publicitarias.

Hoy en día, los distintos operadores, en especial los que tienen más recursos, no sólo mantienen esta oferta, sino que la han ido reforzando con la incorporación de amplias explicaciones acerca de sus programas, así como de fotografías de sus locutores más populares o de informaciones sobre iniciativas y actividades que lleva a cabo la empresa en cuestión.

La capacidad de integración multimedia (audio, imagen, texto...) que caracteriza a Internet da a las estaciones radiofónicas la oportunidad de que puedan crear archivos sonoros en los que guardar su programación. Así, el oyente podrá recuperar la emisión que no haya podido seguir en directo.

Se habla de Radio a la carta aunque en realidad también se denomina Radio bajo demanda. De todos modos hemos de ser conscientes de que, si bien esta ventaja facilita el acceso a determinados contenidos, éstos no estarán en la Red de manera indefinida, por lo que las limitaciones temporales son menores que en la radio tradicional, pero no dejan de ser limitaciones. Aunque existen fonotecas con documentos sonoros históricos, cuentos populares, etc.

4.7.3 Perspectivas actuales de futuro para la radio digital

El 23 de julio de 1999 se aprobó la reglamentación para el desarrollo de la radiodifusión sonora terrenal digital en España mediante el Real Decreto 1287/1999, de 23 de julio, se aprobó el Plan Técnico Nacional de la radiodifusión sonora digital terrenal y el Reglamento Técnico y de Prestación de Servicio de Radiodifusión sonora digital terrenal. Y al año siguiente se aprobaron las concesiones de licencias. Echando un vistazo a los recortes de prensa de aquellos años da idea de las grandes esperanzas que se habían depositado en este soporte: los cálculos indicaban que los beneficios llegarían para 2006 o 2007; se esperaba que la propia audiencia forzaría el arrinconamiento de los viejos transistores en beneficio de los nuevos aparatos e imperaba el convencimiento de que, una vez probado este sistema, nadie querría volver a las emisiones convencionales.

Sin embargo, la realidad ha sido mucho menos benevolente y la situación es bien distinta: el número de receptores es muy limitado, el desarrollo tecnológico no ha se ha producido al ritmo que se esperaba y el grado de conocimiento de la audiencia resulta casi nulo.

Según la opinión de Alfonso Ruiz de Assín (secretario general de la Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC), presidente de la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR) y secretario del Foro de la Radio Digital), nos encontramos en un punto de práctica suspensión del desarrollo de la radio digital aunque la cobertura de la población es ya del 60% y está previsto que próximamente alcance el 80% de la población, no puede darse en este momento una fecha fija de desarrollo sustancial de la radio digital. Aunque la señal digital está siendo emitida al aire por los concesionarios, la carencia de aparatos receptores, la carencia de espectro digital para satisfacer a todos los candidatos a disponer de una emisora digital y, como consecuencia, la falta de campañas de promoción, son las principales causas de este desarrollo tampoco está previsto un apagón analógico en radio, ya que al no haber espectro digital para todos no se puede dejar fuera a los radiodifusores actuales que no dispongan de una frecuencia digital.

De modo que unas primeras causas del fracaso de la radio digital son Una tecnología poco y mal promocionada, ya que en 2004 el Foro de la Radio Digital solicitó apoyo gubernamental para ahondar en este empeño, pero el año pasado el Ministerio de Industria rechazó la posibilidad de subvencionar la compra de receptores; carencia de espectro. Se da la paradoja de que el calendario técnico previsto de implantación de la nueva tecnología se está cumpliendo, pero no ha ido acompañado de la promoción necesaria para despertar el interés de audiencias y anunciantes.

Precisamente esta falta de apoyo se señala también como una rémora en el avance de la nueva tecnología en un reciente estudio sobre el panorama radiofónico español realizado por los profesores de la Universidad Autónoma de Barcelona Josep M. Martí y Montse Bonet. En él definen el sistema DAB como una buena tecnología con una gestión nefasta, y recalcan la falta de políticas incentivadoras y la escasa voluntad por potenciar un nuevo mercado como razones de su estancamiento.

Actualmente las principales cadenas emiten a través del sistema, sin embargo, las expectativas han caído por las razones antes señaladas. Buena prueba de ello es la paralización de algunas de las páginas en Internet dedicadas a informar sobre los avances de esta nueva forma de hacer radio. Entre ellas destaca, por ejemplo, la del diario El Mundo, la del deportivo Marca o la propia web del Foro de la Radio Digital, actualizada por última vez en julio de 2004.

Alfonso Ruiz de Assín, plantea que estamos en un momento de reflexión y de búsqueda de alternativas, y aunque el DAB sigue siendo una tecnología válida, se dibuja un futuro de combinación de tecnologías. Se está ya contemplando la convergencia de la radio y la televisión digital, así como la posibilidad de escuchar la radio digital a través de móviles y de ordenadores.

5. Evolución de los receptores de radio.

Desde que se inició la radio -la radiodifusión sonora- en los primeros años de la década de los 20, pocas variaciones se han producido en la señal emitida. Las emisiones en modulación de amplitud actuales podrían ser captadas por los primeros receptores, aunque con la proliferación de emisoras, la recepción se vería afectada por numerosas interferencias. Es interesante observar que en esta era digital la principal fuente recreativa y de información de la gran mayoría de la población mundial todavía está basada en técnicas que se están utilizando desde hace 80 años. Es indudable que las emisiones de radio con modulación de amplitud (en ondas cortas, medias y largas) constituyen el único medio que llega a toda la población mundial. Nadie pone en duda que en la radio ha habido innovaciones -como la modulación de frecuencia y la estereofonía- que se han sumado a las emisiones clásicas sin que éstas hayan experimentado cambios substanciales desde el punto de vista técnico. Lo que ha cambiado y mucho es el diseño de los receptores de radio.

5.1 Primeros receptores

En los primeros años de la radiodifusión, el receptor más sencillo estaba basado en un cristal de galena que servía de detector y que era adecuado para la recepción individual mediante auriculares -un predecesor del moderno walkman.

Figura 6. Radio de galena

Los radioyentes con más medios podían permitirse la adquisición de un receptor de válvulas y altavoz separado, alimentado con baterías (que entonces se llamaban acumuladores) que había que recargar regularmente. Los receptores de válvulas utilizaban la técnica de amplificación directa, proceso que exigía un gran número de pasos de amplificación de radiofrecuencia antes de la detección.

Figura 7. Radio Crosley 50 del año 1924. Receptor de válvulas.

En 1926 aparecieron los primeros receptores de radio enchufables a la red, y por aquellos años el circuito superheterodino empezó a utilizarse en los receptores sustituyendo a los de amplificación directa. Más adelante, al principio de los años 30, muchos fabricantes integraban en un mueble el receptor de radio y el gramófono. En la segunda mitad de la década la mayoría de los receptores disponían de un dial con los nombres de las estaciones y se empezó a introducir el indicador visual de sintonía. Otras innovaciones fueron el control automático de frecuencia (AFC) y la sintonía mediante botones.

Figura 8. Radio integrada en mueble, portátil y con indicador visual de sintonía.

En los años 40 empezó a popularizarse la pertenencia de un segundo receptor, complementario del situado en el cuarto de estar, y normalmente más pequeño y portátil.

5.2 El transistor

En la siguiente década, los años 50, la introducción del nuevo servicio de radiodifusión en modulación de frecuencia (FM) utilizando la banda de VHF dio un nuevo impulso a la industria de receptores de radio.

Sin embargo, lo que verdaderamente revolucionó la industria electrónica en general, y la de fabricación de receptores en particular, fue la invención del transistor en Estados Unidos. El impacto fue tan grande que en poco tiempo la palabra transistor se convirtió en sinónimo de receptor de radio portátil.

En 1961, con muy pocas excepciones, todos los receptores portátiles eran de transistores y en poco tiempo adoptaron también los circuitos integrados. Los transistores tuvieron también un gran impacto en la fabricación de transmisores, con la progresiva sustitución de las válvulas por elementos de estado sólido.

Figura 9. Transistores

En muchos países, en la década de los 60 se introdujeron las emisiones regulares con sonido estereofónico y los fabricantes reaccionaron rápidamente produciendo equipos de radio de gran calidad para este nuevo mercado de alta fidelidad. Más adelante, el receptor de radio se incorporó a las cadenas de sonido constituyendo uno de sus módulos.

6. Proceso de emisión y recepción de la radiodifusión en la actualidad.

6.1 Equipos de alta y baja frecuencia.

En toda emisora de radio, además del equipo humano que la hace funcionar de un espacio físico convenientemente preparado para desarrollar el trabajo de los profesionales (estudios de control, locutorios, redacción...), son necesarios toda una serie de equipos técnicos. Existen dos grupos distintos: los llamados de baja frecuencia y los denominados de alta frecuencia.

El primer grupo lo integran todos aquellos aparatos que generan, captan y manejan la señal (el sonido) que posteriormente va a ser transmitida. Así, los micrófonos, los giradiscos o platos, los Cd's, la tabla de mezclas... son equipos de baja frecuencia.

Figura 10. Mesa de mezclas y emisión a través del ordenador.

El segundo grupo lo componen todos aquellos aparatos transmisores que son capaces de modular y transmitir la señal, en forma de ondas electromagnéticas que viajan por el espacio, que han generado los equipos de baja frecuencia.

Los equipos de alta frecuencia, son los que ayudan a transportar el sonido a través de las ondas electromagnéticas desde la antena del emisor hasta la antena del sintonizador. Es absolutamente necesario modular la señal para conseguir que las ondas hertzianas, de frecuencia mucho más alta, sirvan de vehículo para transportar las señales de audiofrecuencia del emisor al receptor.

En la llamada radio comercial, es decir, la que escuchamos habitualmente desde nuestra casa o desde el coche, las formas más utilizadas para modular una señal de audio son en Amplitud (AM -Amplitude Modulation-) y en Frecuencia (FM -Frequency Modulation). En los primeros años de la radio se utilizó el sistema de modulación de amplitud (AM), pero más tarde el desarrollo tecnológico permitió que se pusieran en funcionamiento emisoras en modulación de frecuencia (FM). Si bien las emisiones en AM pueden cubrir una gran cantidad de territorio, éstas suelen tener más interferencias por diversos factores como son las inclemencias meteorológicas, los motores de vehículos, la energía estática, etcétera.

A diferencia de la emisión en AM, la FM tiene un alcance mucho más reducido, aunque ofrece una fidelidad de transmisión mucho más alta. Además, la FM permite incluso emisiones estereofónicas aportando, si cabe, más calidad a la emisión.

6.2 La transmisión paso a paso.

Una vez generado un sonido o señal utilizando uno o más de los anteriormente citados equipos de baja frecuencia. Esta señal de audio la hacemos llegar, mediante una conexión de cable, desde el mezclador de la sala de control a un equipo de alta frecuencia como es el transmisor.

Ya dentro del transmisor, lo primero que va ocurrir es que la señal sonora se introducirá en un limitador con el objetivo de evitar distorsiones y posibles interferencias, adecuando el nivel y la banda del paso de frecuencias de sonido a unos varemos óptimos.

Acto seguido tiene lugar la modulación de la señal, ya sea en amplitud o en frecuencia. A continuación, entra en escena un excitador el cual amplificará la señal ya modulada hasta un cierto nivel para que, de esta manera, llegue hasta el amplificador final, el cual le dará la potencia de radiofrecuencia necesaria.

Finalmente, el amplificador conducirá esta radiofrecuencia hasta la antena emisora. A partir de ese momento, la antena empezará a emitir por el aire la señal, mediante ondas hertzianas o radioeléctricas (compuestas por oscilaciones eléctricas de alta frecuencia) que viajarán a 300.000 Km. por segundo.

Figura 11. Aspecto que presenta una antena comercial de radiodifusión. Dada su altura es necesario sujetarla mediante tirantes (vientos) para evitar que se mueva cuando reciba rachas fuertes de aire.

Entre la antena y tierra tiene lugar una circulación alternada de electrones. Para ver el mecanismo de propagación desde otro ángulo podemos imaginar que estamos sobre una antena del tipo que se conoce como dipolo, que recibe la señal procedente de un transmisor o emisora. En la figura 11 se representa el aspecto físico de una antena emisora. De la emisora salen dos conductores que van a cada uno de los extremos de los dos trozos de la antena dipolo.

En un instante determinado uno de los extremos de la antena es positivo y el otro es negativo, ello supone que se establece un campo eléctrico entre los dos conductores desde el positivo hacia el negativo, tal como señalamos en la figura 12. Cuando cambia la polaridad a la salida del emisor tiene lugar una inversión de aquélla en las dos ramas de la antena con relación al instante anterior, lo que supone que la línea de fuerza exterior se separa en dos y se irradia hacia los dos lados del dipolo que forma la antena.

Figura. 12. Emisión de ondas en una antena dipolo observadas en una vista de sección horizontal.

Este proceso de sucesivas inversiones de polaridad en cada mitad del dipolo permite "despegar" de la antena sucesivas ondas que desde ésta comienzan a extenderse hacia el espacio que las rodea y desde allí, gracias a la elevada frecuencia del emisor y a la potencia del mismo, llegan a alcanzar distancias muy considerables.

Las antenas tipo dipolo se emplean con preferencia en la transmisión de ondas de frecuencia muy elevada, del orden de algunos megahercios, como es el caso de la frecuencia modulada y de las señales de televisión. Para transmitir señales de radio de frecuencias muy bajas es suficiente emplear un tipo de antena equivalente a la mitad del tipo anterior, es decir, conectar a tierra el generador de alta frecuencia y dejar solamente uno de los trozos de la antena que antes hacía de dipolo, de este modo nos queda la denominada antena Marconi. Este tipo de antena reduce las ondas radiadas a la mitad, ya que sólo se transmite a través del aire una parte, las restantes van a parar a tierra.

6.3 La propagación paso a paso.

Una onda electromagnética procedente de una antena emisora se expande en todas direcciones según un frente de propagación en forma de esfera; en dos direcciones principalmente, una la terrestre, que avanza sobre la superficie de la Tierra en dos direcciones y otra, la espacial, que sigue el camino de las capas altas de la atmósfera. En los dos apartados de la figura 13 se ilustra, de forma resumida, los tipos de propagación mencionados y a continuación veremos los diferentes casos que pueden darse en la práctica.

Figura 13. Una antena emite básicamente dos tipos de onda. a) espaciales y b) terrestres.

Todas las ondas tienen su razón de ser en cuanto a su forma de propagación. Cuando la onda avanza sobre la superficie de la Tierra (onda terrestre) encuentra continuamente obstáculos que se oponen a su paso, árboles' edificios, montañas, etc. que van restándole energía a medida que esta señal se aleja del punto de origen. Si la frecuencia de propagación es muy grande querrá decir que presenta un valor más bajo cuanto más lejos se encuentra la emisora, cada vez será mayor la pérdida o amortiguamiento de la señal debido al poder de absorción del medio de propagación. Así, cuando las frecuencias de las ondas son del orden de los megahercios, la distancia de propagación se reduce a algunas decenas de kilómetros; es el caso, por ejemplo, de la propagación de las señales de frecuencia modulada y de televisión.

Otro posible camino de propagación de las ondas es aquél que se dirige por encima de la antena, en su vertical y con un determinado ángulo respecto de ésta, que sea suficiente para que los frentes de onda no se orienten hacia la superficie sino que tiendan a alejarse de ella; son las ondas espaciales.

Las ondas terrestres son aquellas que se propagan sobre la superficie de la Tierra o muy cerca de ella. La figura 14 representa las formas de propagación en estas condiciones. Esta tiene lugar de dos modos diferentes, uno directo, desde la antena emisora hasta el receptor, y otro reflejado sobre la superficie de la Tierra o los obstáculos que encuentra en su camino.

Figura 14. La propagación de las ondas terrestres puede ser directa o reflejada.

Se inducen tensiones entre las ondas y el suelo que dan lugar a una cierta pérdida de energía que provoca una atenuación o pérdida de la energía de propagación de la onda y, con ello, acortan en gran medida la distancia útil a la que es capaz de llegar la señal radiada por la antena del emisor. En la propagación tiene una gran importancia la frecuencia de la señal, las ondas de alta frecuencia son atenuadas más rápidamente que las ondas de frecuencias más bajas.

La tierra es un gran absorbente de ondas sonoras debido a la resistencia que aquélla opone a las mismas, pero cuando aumenta el grado de humedad también lo hace la conductividad y ello favorece la propagación. Sucede esto porque la humedad propicia la conductividad eléctrica. La conductividad es tanto mayor cuanto más húmedo está el terreno, asimismo es mucho mayor a través del mar que sobre tierra firme. Este es uno de los motivos por los que las emisoras situadas junto al mar aumentan en gran medida su alcance cuando dirigen sus emisiones en esta dirección. Por un lado el agua favorece la conductividad y por otro la ausencia de obstáculos físicos permite a la onda superficial adaptarse al máximo a la curvatura terrestre. Este tipo de emisora de cara al mar se dedica, sobre todo, a comunicaciones sobre este medio, dirigidas a los barcos, con ondas largas que llegan a distancias difíciles de alcanzar con ondas directas o reflejadas. La banda de frecuencia llega de 15 a 300 kHz, lo que supone una longitud de onda a partir de 1.000m en adelante.

Por las especiales condiciones de propagación se utilizan poco con fines comerciales y su interés reside en aprovechar las ondas superficiales sobre el mar, donde la onda se atenúa muy poco y se alcanzan distancias de hasta 1.500 km.Estas señales son muy estables y no sufren variaciones diurnas ni estacionases.

Tal como va aumentando la frecuencia, desde 300 kHz hasta 3 M Hz, la distancia alcanzada apenas es superior a los 300 km y ello con potencias de emisión considerables y siempre que se mantengan unas condiciones ideales de propagación sobre la superficie terrestre por la que discurren.

A partir de 3 MHz, la onda terrestre sufre una atenuación tan grande que no es utilizable para distancias superiores a 30 km, lo que fija el límite de su empleo en la práctica, debiendo emplearse otros métodos de propagación para frecuencias mayores a distancias importantes.

Las ondas espaciales corresponden a las que se proyectan desde la antena hacia el firmamento sin llegar a las proximidades de la superficie.

A su vez, las ondas espaciales pueden clasificarse en otros dos tipos, ondas troposféricas y ondas ionosféricas.

Las primeras se propagan por zonas cercanas a la superficie, hasta 10 km aproximadamente, mientras que las segundas lo hacen por encima de esta altura hasta llegar a 500 km, en la zona conocida como ionosfera.

Con estas últimas pretendemos desviar la trayectoria de las ondas electromagnéticas haciéndolas regresar de nuevo a la superficie de la Tierra en un lugar muy alejado del punto de emisión.

o Las ondas troposféricas son aquellas que se propagan en la zona de la atmósfera que tiene este mismo nombre: troposfera. Esta región situada entre 300 y 10.000 metros sobre la superficie, es el lugar en donde se forman las nubes y en el que las ondas pueden sufrir algún tipo de modificación debido a la influencia de las capas del aire.

Figura 15. Las zonas montañosas producen turbulencias por la poca uniformidad de las capas del aire existente sobre ellas, lo que provoca una dispersión de las ondas y con ello una comunicación deficiente en este estrato de la atmósfera.

Las condiciones de propagación de estas ondas presentan una gran dependencia de la temperatura y humedad del aire contenido en la troposfera, por lo que la propagación será irregular en esta capa atmosférica.

En la figura 15 representamos lo que sucede con la propagación de las ondas en las proximidades de zonas montañosas. La influencia que tienen las diferentes elevaciones del terreno sobre las masas de aire que las rodean hace que no existan grandes capas uniformes de aire que tengan idéntica temperatura y humedad, lo que conlleva una dispersión de las ondas que llegan a ellas.

A este tipo de propagación se le conoce como propagación por dispersión. La dispersión se aprovecha muy poco en las zonas montañosas pero resulta de gran utilidad sobre grandes llanuras o áreas marítimas, en donde los estratos son más estables, y sobre todo a frecuencias de cientos o miles de megahercios.

Las comunicaciones por dispersión resultan útiles en la transmisión de señales de televisión o telefonía utilizando grandes potencias y antenas direccionales. Con las señales de VHF, UHF y SHF se puede llegar a distancias mayores que el alcance visual pero perdiendo estabilidad y recogiendo perturbaciones de tipo atmosférico. La lluvia, la nieve, las tormentas con descargas eléctricas, etc. ocasionan importantes variaciones en la propagación de las ondas de este tipo.

o Ondas ionosféricas: son aquellas que se reflejan en la zona de la atmósfera que tiene este mismo nombre: ionosfera. Esta región está situada entre 80 y 640 kilómetros sobre la superficie. Dado que el grado de ionización es producido directamente por la acción solar, una actividad anómala del Sol puede alterar las propiedades de la ionosfera y su capacidad de reflejar las ondas de radio terrestre alterando las comunicaciones en la Tierra. La estructura de la ionosfera viene marcada por el gradiente de la densidad electrónica. Así tenemos las siguientes capas:

    • 80-100km. Capa E o estrato de Heavside.

    • 200-300km: Capa F1 y F2 o capas de Appleton. Donde la capa F1 experimenta una fluctuación diaria que la lleva a confundirse con la F2 durante la noche.

En la ionosfera se desvía la trayectoria de las ondas que vuelven a la tierra, alcanzando distancias enormes. En la figura 16 hemos representado de forma simbólica la trayectoria seguida por una onda electromagnética. Al salir de la antena emisora hacia el espacio atraviesa la troposfera siguiendo una trayectoria rectilínea y al llegar a la zona de baja ionización de la ionosfera, sufre una refracción, que será más o menos acusada según sea la frecuencia y el ángulo con el que incide, para, a continuación, seguir una trayectoria curva que propicia la reflexión de la onda cuando ésta llega a la zona de máxima densidad de la capa, obligándola a seguir una trayectoria descendente que puede retornar a tierra.

Figura 16. Las zonas de baja ionización refractan la trayectoria de los rayos pero la alta densidad provoca la reflexión de las ondas.

6.4 La recepción paso a paso.

Para recibir las ondas radiofónicas necesitamos un dispositivo capaz de recuperar las señales transmitidas por el emisor en forma de ondas electromagnéticas.

En lo que a la configuración se refiere, el receptor más elaborado y más eficiente, en cuanto a sensibilidad y selectividad combinadas es el denominado superheterodino, aunque han existido otros más sencillos pero menos eficientes, como el de radiofrecuencia sintonizada, el superregenerativo, el homodino y algún otro.

El principio superheterodino utilizado en los receptores de radio permite superar ciertos obstáculos para obtener altas prestaciones en el diseño. En los receptores que utilizan este principio, todas las frecuencias recibidas son convertidas a una frecuencia constante más baja antes de la detección. Esta frecuencia constante se denomina Frecuencia intermedia, o FI. En los receptores domésticos de AM (Onda media), esta frecuencia es de 455 o 470 kHz; en los receptores de Frecuencia modulada (FM), generalmente es de 10,7 MHz.

Los receptores superheterodinos "baten" o heterodinan una frecuencia generada en un oscilador local (contenido en el receptor) con la señal entrante.

De esta heterodinación resultan dos frecuencias una superior y otra inferior a la frecuencia entrante. Una de ellas, normalmente la inferior es elegida como FI, la cual es amplificada y posteriormente detectada o demodulada para obtener la audiofrecuencia que se oirá, después de convenientemente amplificada, a través de un altavoz.

El usuario sintoniza el receptor mediante el ajuste de la frecuencia del oscilador local o la sintonización de las señales entrantes. En la mayoría de los receptores estos ajustes se realizan de forma simultánea, actuando sobre uncondensador variable con dos secciones en tandem, esto es, acopladas en el mismo eje. Una de las secciones de este condensador forma parte del circuito oscilador local y la otra del de sintonía de la señal entrante, de tal forma que cuando se varía la frecuencia sintonizada en la entrada, se varia también la frecuencia del oscilador local, manteniendo constante la diferencia entre ambas, que es la Frecuencia intermedia (FI).

El diagrama siguiente muestra los elementos básicos de un receptor superheterodino de simple conversión. En la práctica no todos los diseños tendrán todos los elementos de este esquema, ni este cubre la complejidad de otros, pero los elementos esenciales de: un oscilador local, un mezclador seguido por un filtro y un amplificador de FI, son comunes a todos los receptores superheterodinos.

Figura 17. Diagrama de un receptor superheterodino típico

Los receptores superheterodinos superan los problemas de los homodinos, como son la baja selectividad, pues no pueden usar un filtro estrecho a frecuencias elevadas y la baja estabilidad, pues al amplificar en frecuencias elevadas, las patillas radian y los circuitos pueden oscilar.

7. Bibliografía

Historia radiodifusiva mundial.

"El universo eléctrico" David Bodanis Editorial Planeta S.A 2001.

http://www.cienciafacil.com/paghistoriaradio.html

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http://www.portalmundos.com/mundoradio/historia/historia.htm

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Bases reglamentarias para el DAB en España.

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