Chistes de golf y religión

GOLFISTAS EN EL CIELO

Tres golfistas estaban esperando en las puertas del cielo y San Pedro les preguntó si alguna vez le habían hecho trampas a sus mujeres mientras jugaban al golf.

El primer hombre reconoció que siempre había hecho trampas a su mujer en el campo de golf, y San Pedro le dio un ciclomotor y le admitió en el cielo.

El segundo dijo "He hecho trampas a mi mujer un par de veces" y San Pedro le dio un coche pequeño y le dejó entrar al cielo.

El tercer hombre dijo "Durante 40 años solo he jugado al golf con mi mujer, la mayoría de las veces ella me ha ganado pero yo nunca he hecho trampas".

San Pedro le dio un Rolls-Royce y le admitió en el cielo.

Una semana después los tres hombres se encuentran en una intersección en el cielo y el tercer hombre estaba sentado en su coche llorando. Los otros hombres le preguntan por qué llora si tiene el mejor coche. El tercer hombre les responde "Acabo de ver pasar a mi mujer y conducía un monopatín".

Un domingo, después de la misa, uno de los feligreses se acerca al párroco y le pregunta:

"Reverendo, ¿es pecado jugar al golf un Domingo?"

"Hijo mío," dijo el padre poniendo su mano sobre su hombro,

"Te he visto jugar al golf. Es un pecado cualquier día."

Un golfista que estaba muy enviciado con el golf llega a las puertas del cielo y San Pedro le dice "Nunca has hecho nada realmente malo, pero tampoco has hecho nada muy bueno. ¡¡¡Te has pasado toda tu vida jugando al golf !!!".

El golfista dice, "¡Eso no es exacto!. Un día estaba a punto de empezar mi partida cuando ví a un grupo de salvajes que estaban chillando a un pequeño anciano que estaba jugando demasiado despacio para su gusto. Le rodearon y estaban empezando a pegarle. Uno de los bestias en particular era especialmente bruto, de puro músculo, con un feo y gran tatuaje en sus brazos e insignias de motociclista en su gorra. Cogí mi hierro 7 y me metí en medio del grupo gritando, "Salvajes, dejad a éste pobre hombre. Estáis actuando como animales salvajes. Abandonad inmediatamente éste campo de golf antes de que os enseñe con éste hierro como deberíais comportaros".

Impresionado, San Pedro revisa su libro de Nuevo y finalmente dice, "No encuentro dónde relate ese incidente en mis registros. ¿Cuándo dices que pasó eso?" El golfista mira a su reloj y dice, "¡Oh, aproximadamente hace un par de minutos!".

Un día Dios estaba mirando hacia un campo de golf y vio que había un montón de demonios en él. Preocupado, decidió enviar un ángel a la Tierra para que mirara qué hacían los demonios. Así que llamó al mejor de sus ángeles y le envió a la Tierra unos días.

Cuando volvió le dijo a Dios: "sí, es malo, el 95% de los golfistas hacen trampas y solo el 5% restante son buenos".

Bueno, pensó Dios durante un momento y dijo quizás debería enviar a un Segundo ángel, para contar con una segunda opinión. Así que llamó a otro ángel y también le envió unos días a la Tierra.

Cuando volvió el ángel le dijo a Dios que sí, que la Tierra está en decadencia y el 95% de los golfistas hacen trampas y solo el 5% son honestos.

Dios vio que eso no era bueno. Así que decidió enviar un e-mail al 5% que eran buenos. Quería agradecérselo, dándoles una pequeña ayuda que les permitiera mantenerse firmes.

¿Sabes lo que decía el e-mail?.

Así que tú tampoco le has recibido, ¿Eh?.

Un cura muere, sube al cielo y en la puerta le recibe San Pedro.

San Pedro le pregunta: ¿Qué es lo que hiciste en tu vida terrenal?, y el cura le contesta: Era sacerdote. San Pedro le dice: Ah, bien, puedes pasar. El cura dice: Bueno, hubo una vez que usé el nombre de Dios en vano. "Ya veo, dijo San Pedro, ¿y cuando fue eso?".

"Verás, dijo el cura, Yo era jugador de golf con handicap 1 y un día estaba haciendo un recorrido magnífico en un campeonato cuando en el golpe de salida del hoyo 18 la bola se desvió hacia la izquierda y fue a parar entre los árboles".

"Ha Ha, dijo San Pedro, entonces es cuando usaste el nombre de Dios en vano. No, dijo el cura, la bola había caído en un sitio plano desde el que veía el green, con lo que elegí el hierro 4 y golpeé la bola hacia el hoyo. La bola voló recta hacia la bandera, botó en el green y salió por la parte posterior entrando en un bunker.

Ha Ha, dijo San Pedro, entonces es cuando usaste el nombre de Dios en vano. No, dijo el cura, "Era buen jugador desde el bunker, con lo que cogí mi sand Wedge y saqué la bola del bunker dejándola a 25 centímetros del hoyo.

San Pedro dijo, "¡¡¡no me digas que fallaste el jodido putt!!!.

Un joven estaba jugando con un cura.

En un hoyo corto el cura le pregunta ¿Qué palo vas a usar?, a lo que el joven le responde "Un hierro 8 padre, ¿y usted?". El cura le dice "Voy a usar un hierro 7 y a rezar".

El joven golpea su hierro 8 y deja la bola en green. El cura da un topazo con el hierro 7 y la bola avanza solo unos pocos metros.

El joven le dice "No sé en la suya padre, pero en mi parroquia cuando rezamos mantenemos la cabeza mirando hacia abajo".