Tres sombreros de copa

Miguel Mihura, Tres sombreros de copa, Barcelona, Vicens Vives, 19…

Miguel Mihura empieza a escribir antes de la guerra, sin embargo, comienza a cosechar reconocimiento y éxito en la década de los 50 del siglo XX. Aunque Mihura escribe Tres sombreros de copa en 1932, la publica en 1947 y se estrena con gran éxito en 1952, pertenece por tanto a la segunda mitad del siglo XX. La obra es una muestra fundamental en nuestro teatro de humor renovado que anticipa el teatro del absurdo. Mihura, junto con Poncela (quien influyó mucho en su estilo), escapó con su teatro al continuismo que hallamos en la escena española después de la guerra, en la que queda interrumpida la renovación que había supuesto el teatro de Valle-Inclán y Lorca, y siguen estrenando los mismos autores que escribían un teatro fácil y complaciente para un público burgués (que era el único que asistía al teatro) y sin conectar con el teatro europeo del momento. Mihura y Poncela están considerados como los renovadores del humor del teatro de posguerra.

Tres sombreros de copa es un referente de la comedia española del siglo XX que incorpora elementos propios del teatro del absurdo: trama sin aparente significado, diálogos repetitivos o falta de secuenciación dramática, la incoherencia, lo ilógico, el disparate. La obra contrapone dos mundos: el burgués (rígido, limitado, hipócrita) de don Sacramento, del que Dionisio forma parte y en el que se encuentra atrapado, y el artístico (libre, vital, bohemio) de Paula y la compañía de music hall, aunque también éste último, al final, resulta frustrante y decepcionante. El humor de la obra, basado fundamentalmente en la incoherencia de los diálogos y de las situaciones, se ve difuminado por el sentimentalismo y el pesimismo final y camuflada en sus elementos absurdos está la crítica que pretende mostrar otra realidad posible.