CAMINO LEBANIEGO

JUSTIFICACIÓN

En la Comunidad Autónoma de Cantabria se encuentra el Camino Lebaniego. Ruta emblemática y significativa, tanto a nivel nacional como autonómico, por su interés turístico y cultural, así como espiritual para las personas creyentes.

Liébana conmemora la conservación del trozo más grande de la Cruz en la que murió Jesucristo, hecho por el cual se celebra el llamado periodo jubilar que conlleva peregrinaciones a través de una serie de etapas.

Consideramos oportuno involucrarnos en un proyecto que permita la participación activa de los niños en el mismo. Pretendemos fomentar el conocimiento de la geografía cántabra a través de las etapas que se realizan en el camino y que abarcan comarcas y pueblos, enfocando aspectos fundamentales como la gastronomía, la fauna y la flora, elementos arquitectónicos emblemáticos, personajes ilustres, al mismo tiempo que se posibilita la vivencia personal y simbólica del peregrinaje.

OBJETIVOS

Facilitar el conocimiento de los pueblos y/o comarcas que engloban el recorrido del Camino Lebaniego.
Desarrollar tanto el sentido de identidad religiosa como de pertenencia a un grupo concreto.
Conocer las características más relevantes de cada pueblo y/o comarca, dependiendo de diferentes elementos: gastronomía, fauna y flora, personajes ilustres, historia, y otros eventos importantes.
Vivenciar el peregrinaje de manera simbólica, llevando a cabo las actividades y acciones frecuentes al realizar el Camino Lebaniego.
Utilizar distintas técnicas plásticas en las actividades propuestas.
Adquirir vocabulario referente a la vertiente cultural y religiosa del Camino Lebaniego.

DESARROLLO

Todo comenzó con la visita al cole de un peregrino que parecía un poco desorientado, nos contó que va, pasito a pasito, caminando hacia Santo Toribio. En realidad era una profe disfrazada pero nosotros no la reconocimos. Enseguida decidimos que queríamos investigar sobre ese peculiar camino. Estábamos muy nerviosos, teníamos muchas cosas que preparar.

Comenzamos diseñando un mapa de Cantabria, para poder señalizar las etapas del camino. En cada una de ellas nos esperaba un nuevo reto: construimos nuestro Lignum Crucis particular, realizamos unas camisetas con el logo del Año Jubilar Lebaniego, visitamos una ferrería, preparamos los credenciales de peregrino. Y por fin llegó el día que todos esperábamos, pudimos cruzar, sin movernos del cole, la Puerta del Perdón. Ese día las profes nos prepararon una gran sorpresa: comimos todos juntos un cocido lebaniego y un riquísimo postre con forma de cruz.