Gulliver con los ignorantinos

Guillermo García Aguilera

12 de septiembre, 1940


Eran las cinco de la tarde. Gulliver viajaba en el avión para volver a casa. Llevaba dos horas y media de viaje cuando se despertó escuchando ruidos y sonidos molestos. Algunas personas estaban alteradas. Desde la cabina se escuchaban voces, parecía gente enfadada. A los pocos minutos las azafatas nerviosas indicaron como ponerse la mascarilla del oxígeno. El piloto dijo desesperadamente que el avión había tenido una avería en el motor y muy probablemente acabarían teniendo un accidente, estrellándose contra el mar. Los pasajeros nerviosos y desesperados preguntaban dónde estaban y si iban a sobrevivir. Nadie desde la cabina dijo nada. De repente, el avión se desplomó. El avión estaba a punto de estrellarse, Gulliver muy asustado y lleno de pánico se abrochó fuerte el cinturón y cerró los ojos.


Era de noche cuando abrió los ojos. Se encontraba en su sitio, el cinturón le había salvado la vida. Al principio le costó levantarse, estaba un poco mareado y confundido y le dolía un poco la cabeza , ya que se había quedado inconsciente. Enseguida se dio cuenta de donde estaba y que había pasado. El avión se había estrellado en la playa de una isla, Gulliver comprobó gritando si había algún superviviente, todo estaba muy callado. Al encontrarse un poco mejor decidió investigar para ver si encontraba a alguien. Pasó al menos una hora. Gulliver se encontraba con todo el avión destrozado, veía no muy lejos algunas partes del avión en llamas . Encontró un par de cadáveres, parecían los pilotos. Guilliver observó agujeros de bala en los cuerpos, pensó que habían discutido y acabaron los dos en la muerte. Echó un vistazo rápido, por si casualmente encontraba la pistola que había acabado con la vida de los pilotos y probablemente del avión entero, no tuvo éxito y se fue de allí. ambién se veían no muy algunas partes del avión en llamas, Gulliver fue recogiendo cosas útiles que fue encontrando que le podían servir ya que estaba solo en la isla y sabía que tenía que sobrevivir. Consiguió un cuchillo, unas cuerdas algo viejas, un botiquín y una mochila. Nadó hasta la orilla y cayó rendido en la arena.


A la mañana siguiente el agua de la playa despertó a Gulliver mojando sus pies. Ya algo más descansado se levantó y decidió adentrarse en la isla. Pensó que sería lo más sensato ya que no sabia donde estaba y lo mismo con algo de suerte no estaba solo en una isla desierta. Las tripas de Gulliver rugían, tenía un hambre y una sed desmesurada asi que antes adentrarse en la isla decidió buscar algo de comida. Miró hacia la playa, contempló suspirando al avión, destrozado, medio hundido. Su cabeza se nubló de pensamientos y recuerdos horribles a punto de que el avión se estrellase, las personas gritando, los niños llorando. Por eso se giró intentando despejar la mente de esos pensamientos.

Entonces vio a lo alto de unos árboles extraños unos cocos. Con tanta hambre Gulliver no se dio cuenta de que esos árboles tenían una forma extraña. Tenían un tronco fino y delgado, pero a medida que iba creciendo el árbol se hacía cada vez más ancho, también crecían de él unas grandes hojas y unos frutos rosados, los cocos de Gulliver. Con ayuda de unas ramas consiguió hacer caer a los cocos. Ahí vio que los cocos eran de una manera extraña , tenian un tono rosado y amarillo, igualmente los golpeo contra una piedra y bebió su jugo, se guardó en la mochila un par de ellos mas y se adentró en la isla.


Camino durante un par de horas. No estaba claro si él era el único humano, pero lo que estaba claro de verdad era que había muchos animales, se escuchaban aves, monos y más animales. Aquella isla parecía un jungla. Ese lugar era extraño había plantas y árboles normales y otros no tan normales. Gulliver no había visto nunca algo parecido, algunas plantas eran rojas y moradas y los árboles eran tan extraños que parecía que no estaba en su mundo. Gulliver se sentó bajo un árbol para descansar y beber un poco de aquellos cocos. Miró hacia arriba a lo lejos… y no se lo pudo creer. ¡Humo! Parecía de una hoguera o algo parecido, Gulliver se levantó rápidamente y corrió hacia allí.


Cuando Gulliver llegó ,contempló una pequeña aldea, el paisaje era bastante triste, las plantas estaban como marchitas, estropeadas y secas, el ambiente no era muy sano. Gulliver fue a ver qué era ese sitio y quienes vivían allí.


  • ¡¡Tu quien eres!! ¿Qué haces aquí?-

  • Hola, me llamo Gulliver, soy de Inglaterra mi avión sufrió un terrible accidente y se estampo contra la playa, soy el único superviviente…

  • ¿Avión? ¿Ingla-que?

Gulliver la miró extrañado y confundido..

  • Inglaterra es un país de más al norte. O eso es lo que dicen, yo no me lo creo - dijo un hombre que se acercó a ver que pasaba, parecía mayor, un anciano, de unos 60 años pensó Gulliver, que no se podía creer que no existiese Inglaterra para esas personas.

  • Y còmo es que hablo el mismo idioma que vosotros- preguntó Gulliver

  • Todo el mundo habla el mismo idioma. Menos los Kongos, esos horribles hombres de piel oscura . - Dijo el hombre.

El viejo decidió invitar a Gulliver a comer y a beber ya que vió que realmente estaba naufrago. Fueron a una especie de casa grande, había grandes mesas parecía un gran salón para comer y celebrar festines. Gulliver le recordó a los vikingos.

Después de comer el anciano le ofreció una cama donde descansar, Gulliver accedió y fue a dormir un rato, pensando en lo que habían hablado durante la cena.


  • Esas personas son muy raras y extrañas.- pensó Gulliver.

Viven lejos de un río donde deberían coger agua potable y sembrar en vez de ello viven apartados en este sitio que da pena. Intenté explicarles lo que era un avión Pero ellos dicen que lo único que vuela son los pájaros y los pajarones. Los pajarones son pájaros que no mueven las alas, y que deben ser muy grandes porque se ven muy lejos y pequeños.-Algo de pensamiento lógico- pensó. Intenté explicar lo de los idiomas y lo de Inglaterra y parecían que no querían entrar en razón. Algo curioso es que lo único que he comido han sido verduras y vegetales. Dicen que la carne de los animales no es comestible. Es increíble. Físicamente también son extraños, visten con un ropaje básico, una especie de chanclas hechas por cuero y ramas y con ropa desgastada. Cada uno es diferente, uno está despeinado, otro va sucio, otro va desnudo, una mujer iba pintada como de barro. He puesto la oreja en algunas conversaciones y discuten por todo, cada uno a lo suyo. No llegan a un punto de razón, no están de acuerdo con nada.


Al despertar Gulliver buscó al anciano y le preguntó si podía dar un paseo por la aldea. El anciano le dijo que sí, que hiciese lo que quisiera. Entonces fue a dar un paseo por la aldea. La aldea era pequeña, tenía caminos de tierra y un gran pozo en lo que parecía el centro de ella. Las casas eran de una piedra extraña, parecía dura y grisácea, el techo lo cubrían de una especie de paja y hojas, tenían tonos verdes y morados. Cada casa tenía al lado un pequeño huerto con sus vegetales y plantas. Un poco lejos de la aldea habia una jaula, con un hombre negro dentro. Gulliver se acercó.


  • Hola, ¿ Qué haces aquí? ¿Qué te ha pasado?

  • ¿Quién eres? no pareces ignorantino- dijo el hombre con cara de extraño

  • Soy Gulliver, de inglaterra mi avión tuvo un terrible accidente…

  • Ohh Inglaterra, lugar bonito, rico, y buena chica eeh - dijo el hombre sonriendo

  • Si, es un gran País, ojalá vuelva. Un momento.. has estado en Inglaterra? sabes lo que es?

  • Pues claro yo no soy como ellos, míralos. Son cabezotas y les da igual todo, mirame yo estoy preso porque esta gente se lleva mal con mi pueblo. un día vinimos mi amigo y yo a la playa a pasar el día, pero tenemos que pasar por aquí, si no, tenemos que rodear la isla. No me gusta mucho caminar eh. Entonces pasamos y nos atraparon unas trampas de animales que tienen, a estas personas no les gustan los animales, ponen trampas para que no se acerquen. Mi amigo consiguió escapar y yo aquí estoy sin poder salir.

  • Y no han venido a por ti tu pueblo - preguntó Gulliver extrañado

  • Si vienen a por mi, guerra terrible de pueblos, yo no quiero, mi amigo dijo a mi pueblo que estoy de viaje o algo asi.

  • Cómo te llamas? no se tu nombre

  • Yo me llamo Kon, encantado Gulliver

  • Y tu pueblo?

  • Mi pueblo nos llamamos Kongoros

  • Y piensas estar ahí toda la vida Kon?

  • No, todos los meses se reúnen todos los ignorantios en la gran casa para debatir, allí decidirán qué hacer conmigo, el dia que me saquen para lo que sea intentare escapar.

  • Qué te parece si hago que ese día llegue ya Kon?- dijo Gulliver pensando ya en un plan.

  • ¿Tú harías eso por mi? te echaran de aquí si se enteran de que me ayudas.

  • No sabes cuantas ganas tengo de irme de aqui Kon, cuentame, como llego a inglaterra.

  • Inglaterra está al norte, a 3 días de aquí en barco, mi familia y yo tenemos que ir.

  • Me gusta.. me gusta.. ¿hay alguien que vigile esto por las noches?

  • Solo salen de vez en cuando de aquella casa, pero ni se acercan

  • Perfecto, toma, un coco que cogí esta mañana. Bebe y descansa, esta noche te sacaré de aquí y me llevarás a casa .

Después de seguir hablando con Kon Gulliver siguió dando un paseo alrededor de la aldea, para intentar ver las trampas que los ignorantinos tenían para defenderse de los animales y así no caer en ninguna a la hora de la huida, y también para saber como podía escapar de allí. A pesar que no vigilaban mucho la jaula de Kon parecía estar hecha de un material bastante fuerte y resistente, pero toda puerta cerrada tiene llave. Lo único que tenía que hacer Gulliver era saber donde estaba esa llave y conseguirla.

Gulliver fue al ver al anciano. Éste estaba tallando una figura de madera cuando Gulliver sabiendo como eran estas personas le dijo:

  • ¡¡Como sois capaces de no vigilar a un prisionero que tiene tanta facilidad de escaparse!!

  • ¿Facilidad?- se rió el viejo- Ese hierro está forjado por los mejores herreros de la isla nadie puede escapar de ahí, a no ser que tengas la llave, que se perfectamente donde está

  • Y cuéntame sabio, si de verdad lo eres, qué utilidad tiene una puerta abierta.

  • ¿Abierta? Imposible, el prisionero se hubiera escapado.

  • Exacto, teneis suerte que todos los de esta isla sois unos descuidados y tontos. Menos mal que no se lo he dicho y me he dado cuenta. ¿Dónde está la llave? iré a cerrarla yo mismo

  • Yo tengo la llave, pues fui yo quien cerró la puerta- dijo el sabio paralizado intentando recordar.

  • Toma, ve a cerrar la puerta y cuando lo hagas, entierra la llave en un lugar que nadie te vea.

Gulliver cogió la llave y se fue.

  • Vaya ha sido fácil, esperaré a que anochezca para que la gente se meta en las casas…

Gulliver fue a hablar con Kon para decirle todo lo que había pasado con el sabio. Después fue a enterrar la falsa llave.

  • ¿Has enterrado ya la llave Gulliver?- Dijo el sabio cuando le vio entrar para acostarse donde durmió cuando descubrió la aldea.

  • Sí, todo listo, voy a descansar porque estoy muy cansado.

Al pasar la noche, Gulliver se asomó a la ventana, tenía contacto directo con la jaula de Kon, cada vez veía más su casa, su calle, su coche, su cama, su familia. Tenía un deseo enorme de volver. Era la hora de la verdad. Gulliver salió intentando bordear la aldea en la oscuridad para no ser detectado , ya que había luces de antorchas en las paredes de las casas. Llegó a la jaula, no había nadie, solo Kon y él, su billete de vuelta.

  • Pssssssss, Kon despierta, vamos, hay que salir de aquí - dijo en voz baja

  • Yo olvidar, la puerta hace mucho ruido, va a ver que correr.

  • Está bien, hay que ir por la derecha, entendido?

  • Tu loco, nos van a pillar vamos por izquierda

  • No, confía en mí, hay trampas y poca maleza, en caso de que se den cuenta es mejor y más seguro ir por la derecha.

  • Diosito sácame de aquí. - dijo Kon nervioso

  • Venga vamos anda.

Gulliver abrió la puerta, haciendo un tremendo ruido y echaron a correr veloces a la libertad. Al hogar y a la familia a dejar atrás esa horrible jaula… Gulliver consiguió lo que quería, pero no como lo esperaba.


16 de marzo, 2010...



CONTINUARA¿?