Me convertí en una estudiante responsable, dedicada y dispuesta a ayudar a quien lo necesitara. Me di cuenta que necesitamos educadores mas dedicados a la enseñanza, abiertos a comprender que las necesidades de cada estudiante son distintas y que la enseñanza es recíproco. Educador a estudiante y estudiante a educador, ambos se nutren el uno de el otro. En este proceso también me di cuenta que muchos jóvenes llegaban a la universidad con poco conocimiento del inglés debido a que los maestros que tuvieron durante su educación elemental y superior no hacían de la clase una dinámica o simplemente se paraban frente a la pizarra a dar la clase sin importar nada más y esto eventualmente hacía que los estudiantes se desmotivaran y perdieran el interés de aprender, sin saber que esto en un futuro podía limitarlos a expandirse en muchas áreas. En este proceso me he dado cuenta la importante labor que tiene un profesor en la vida de un estudiante. Esto último fue el punto final para decidirme y confirmar una vez más que el mundo necesita de educadores apasionados y dispuestos a desarrollar estudiantes que sean pensadores auténticos, efectivos críticos y creativos. Luego de hacerme muchas interrogantes sobre que rama de la educación me quería dedicar, decidí que quería ser maestra de Inglés y entonces pedí que me trasnfirieran al campus de Río Piedras. Por otro lado, comenzé a certificarme como intérprete de lenguaje de señas. Desde pequeña recuerdo mirar atentamente los recuadros que salían en la televisión con intérpretes traduciendo eventos importantes. Siempre me pareció curioso y de pequeña me memorizaba diferentes señas. Mi abuela le encantaba el echo de que aprendiera el lenguaje y siempre quizo poder pagarme unas clases. Así que cuando se me dio la oportunidad de certificarme me lanzé nuevamente en busca de otro de mis sueños. Para ese entonces estaba por dar a luz a mi hija, así que decidí hacer una pausa a mis estudios para poder dedicarme de lleno a la maternidad. Luego de un semestre completo fuera de la universidad y de los cursos de lenguaje de señas, retomé ambas cosas y, comenzé en el campus de Río Piedras por la concentración en la que actualmente estoy que es Educación en la enseñanza de inglés como segundo idioma en los niveles de cuarto a sexto grado pero eventualmente quiero también poder trabajar con niños de escuela superior. Me interesa trabajar con niños pues, ya que además de enseñarles, de ellos aprendo cada día cosas como; por ejemplo, valores tales como generosidad, el compañerismo y la exteriorización del cariño. Deseo vivir la experiencia de llegar por las mañanas y que los niños me reciban con un abrazo o un beso, así como a lo largo de la jornada con frecuencia recurran a mí porque necesitan de mi ayuda con tareas de la clase o simplemente para que les ayude a abrir su merienda, para mi resulta altamente gratificante. Luego de culminar mi bachillerato, deseo continuar hacia una maestría y un doctorado. Al momento no decido en especificamente que será, pero mi meta a largo plazo es también llegar a trabajar con jóvenes universitarios. Sea cual sea el grado que enseñe, mi meta es poder vivir mi vida llena de placer y satisfacción por lo que hago para mis estudiantes y con lo que aporto a la sociedad. Se que el camino que me espera es uno lleno de retos pero a el mismo tiempo uno lleno de plena satisfacción y alegría de poder vivir de lo que amo y me apasiona.