BIOGRAFÍA

 Miguel Rodríguez fue un escritor , geógrafo y humanista de España. Estudió en la Universidad de Sevila, ocupando pronto cargos de gran relevancia como el de Gobierno civil, en distintas provincias españolas. Su estancia en Cuba marcó su obra, centrada en la naturaleza y cultura de la isla.

Entre sus obras están Los Vascongados,Naturaleza y Civilización de la Grandiosa Isla de Cuba y El Tabaco HabanoMiguel Rodríguez Ferrer en 1847, ya convertido en naturalista, geógrafo y arqueólogo español, llegó al sur de Camagüey, estero del Remate. Era el sitio de Santa María Casimba, Vertientes.

Aquí se hallaron fragmentos de huesos humanos incrustados en el suelo, eran de una mandíbula fosilizada.

Era la mandíbula de Puerto Príncipe.

La mandíbula fue entregada en 1850 por Miguel Rodríguez Ferrer al Museo de Historia Natural de Madrid, en la institución la estudiaron varios especialistas, entre ellos el entomólogo y mineralogista Henri Louis Frédéric de Saussure, y con estas ilustraciones Miguel Rodríguez Ferrer preparó su Ponencia y la presentó en el Congreso de Americanistas de Madrid en 1881.

Es el período donde el concepto de fosilización no se había incorporado totalmente a los estudios arqueológicos. Las investigaciones de Jaques Boucher de Crèvecoeur de Perthes en Francia, hicieron remontar el origen del hombre en una época muy anterior a lo planteado.

Los descubrimientos de restos humanos y, sobre todo, el de la mandíbula de Puerto Príncipe, hizo ratificar a Rodríguez Ferrer y otros arqueólogos que Cuba había sido habitada con antelación a los grupos humanos que encontró Colón.

Una de las piezas de incalculable valor artístico y científico de la arqueología antillana la constituye el Ídolo de Bayamo que fue donado a Rodríguez Ferrer. Su hallazgo se publicó en la revista El Faro Industrial de La Habana el 20 de junio de 1848.

En 1849 Rodríguez Ferrer hace entrega oficial de algunos objetos recolectados por él al Museo de Historia Natural de la Universidad de la Habana.

Sus relaciones con los científicos y naturalistas de la época lo acercaron profundamente al conocimiento de la biota cubana y en tal sentido realizó importantes aportes a ésta.

Cada capítulo aborda una gran cantidad de aspectos que aparecen imbricados en las diferentes explicaciones. Con maestría aborda elementos de la ecología de las especies y la taxonomía y en muchos momentos refiere la necesidad de la protección de la fauna y los beneficios que esta nos brinda.

Es obligatorio puntualizar que Miguel Rodríguez Ferrer declara explícitamente que su objetivo no es escribir la historia natural de Cuba, pues ya esta ha sido abordada por alguien muy competente en el tema, se refiere a Don Felipe Poey. Su objetivo es llegar a todos con un lenguaje claro, sencillo y actual de los que se conoce, lo que es observado y sobre todo de los nexos naturales que existen en los seres vivos sin importar su posición en la escala organizativa.

El trabajo desarrollado por este explorador en Cuba, sus vivencias personales del contacto con la fauna, sus viajes a espeluncas, ríos, matorrales, bosques y otros parajes lo ubican en una posición privilegiada para que sea tenido en cuenta por las generaciones actuales, por ejemplo, los mamíferos son agrupados en dos grupos: indígenas y exóticos o domesticados. 

Fuentes: wikipedia,sevillapedia