biografía

Entrevista con Antonio Caro Bellido, Arqueólogo.

Hablar con Antonio Caro es como ponerse en frente de uno de aquellos maestros de antes. ¿Cómo explicarlo? Uno de aquellos docentes como el que interpretaba Fernando Fernán Gómez en La Lengua de las Mariposas. De los que aparcaban los manuales, tomaban como ejemplo la más palpable realidad y la servían a su alumnado con actitud mayéutica, provocando en éste una pasmosa atención, del tipo de – así nos lo contaban en las clases de filosofía – la Academia Peripatética. Para Antonio Caro, divulgar la ciencia, no sólo es la esencia del Ser de todo buen investigador, sino que “es una responsabilidad ineludible”.

 

Cuando Antonio comenzó a dar clases en la Universidad de Huelva, y tras haber colaborado mano con mano con Pellicer, algunos de sus alumnos le doblaban la edad. Recuerda graciosamente aquellos días en que – ante una más que natural falta de seguridad (a penas era mayor de edad) – miraba a hurtadillas a su foro, como miran los pupilos a su profesor el primer día de clase, temiendo que éste les haga la pregunta sin respuesta que los deje en evidencia, para escarnio de los compañeros a la hora del recreo. La diferencia, quizás, es que Antonio Caro comenzó muy precozmente a devanearse por el departamento de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Sevilla: “obtuve buenas notas y me pillaron en seguida”. Eso, y que, ya desde muy niño, mientras otros se divertían jugando a las chapas, él hacía lo propio explorando las piezas arqueológicas de sus tíos José Bellido Ahumada o José Cortines. Así pues, ante el dilema “herencia-vocación”, Caro no alberga dudas: en su educación sentimental como arqueólogo e investigador, hay un trocito de ambas cosas.

 

Mañana, la Casa de la Cultura de Lebrija, acogerá el acto de presentación de su más reciente trabajo, el Diccionario de términos cerámicos y de alfarería, una recopilación de términos que, a lo largo de casi trescientas páginas, desgranan las jergas de dos oficios ya casi extinguidos, pero que tanta consolidación tuvieron en la Lebrija del siglo XIX. Armado de valor – “y hasta de atrevimiento” – tomó el arqueólogo su “lupa” y volcó en este volumen imprescindible buena parte de lo que han dado de sí sus más de treinta años vinculado a las “piedras”. Y treinta años, son muchos años.

OBRAS:

Antonio Caro Bellido

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