LA FLOR AJADA
Foto de Guillermo (Willy) Rodríguez
LA FLOR AJADA
No esperó a la siguiente luna llena,
el creciente la vio quedarse dormida
en una metamorfosis sin agonías.
Como en último lastimero intento por existir,
retuvo en sus venas la sabia de la vida
y dejó que el tiempo ajara sus pétalos.
Aferrada a sus colores,
gozosa de su perfume
olvida la voluptuosidad de lo pasado
en un displicente sosiego;
destino aceptado el suyo,
encogida en sí misma
desata el último lazo
y sobre la tierra apenas húmeda,
queda exhausta,
encogida sobre las lágrimas del rocío.
®Graciela Adriana Vera Cotto
RETORNAR A TROZOS DE LETRAS