Existen ciertos factores que pueden determinar si una orquídea florece o no. La inducción floral en las orquídeas es la capacidad de controlar estos factores con el propósito de verlas florecer.
La temperatura, el fotoperiodo y la irradiación solar pueden producir un efecto sobre el crecimiento vegetativo. Sin embargo, la respuesta de las plantas a estos tratamientos es diferente en cada género y especie. Además de los factores ambientales mencionados, la inducción floral en las orquídeas también se induce por fitohormonas, como por ejemplo el ácido giberélico. Sobre todo, si se combina con tratamientos de fotoperiodo y temperatura. Para el uso de las giberelinas en orquídeas es importante considerar algunos factores.
Sobralia
La aplicación de ácido giberélico por vía foliar es una práctica común en plantas ornamentales. Por lo que es importante conocer que tan eficaz es la absorción de sustancias a través de las hojas. La absorción foliar en plantas está determinada por muchas características, entre las que se encuentran la morfología de la hoja, la estructura, la posición, la exposición al sol o la velocidad de los procesos fisiológicos de la planta. Las condiciones ambientales influyen directamente sobre la superficie de la hoja durante el crecimiento vegetal, ya sea en el espesor de cutícula o la composición de las ceras epicuticulares. Tal vez te interese leer: Restauración de especies y su aporte a la Investigación Biológica
Otro factor importante es el proceso de aspersión el cual implica una serie de eventos complejos relacionados entre sí. La formulación de un ingrediente activo, la atomización de la solución, el transporte de la pulverización a la superficie de la planta, la difusión, la retención en la superficie de las hojas, la formación de residuos y la penetración en la hoja.
Para mejorar la calidad de las plantas de orquídeas, es deseable un crecimiento juvenil vigoroso. Para producir brotes nuevos y pseudobulbos maduros. Se ha reportado la importancia de la formación de hojas para la transición a la etapa reproductiva. El número de hojas mínimo es de: 38 hojas en Cymbidium, 18 a 22 hojas en Antirrhinum, 16 hojas en Coreopsis y 6 a 7 hojas para Pericallis.
La inducción floral por las giberelinas ocurre porque transforman el ápice normal de brote vegetativo a una inflorescencia terminal. En estudios realizados en orquídeas se muestra una inducción de la floración por efecto de la aplicación de ácido giberélico en Brassocattleya, Miltoniopsis, Phalaenopsis y Paphiopedilum.