Aristocles de Atenas, conocido en la historia del pensamiento como Platón (“el de las anchas espaldas”), desciende de nobles por partida doble ( del rey Codro por línea paterna y de Solón por línea materna). Su posición social le permitió frecuentar los mejores maestros de Atenas: Crátilo, le inició en la filosofía de Heráclito y escuchó a los sofistas. Pero a los 20 años se encontró con Sócrates y su vida sufrió una profunda transformación. Arrojó sus tragedias y poesías al fuego. Se dedicó desde entonces a la reflexión filosófica sobre las preocupaciones morales y políticas.
Cuando Platón tuvo edad suficiente para intervenir en los asuntos de Estado, la polis ateniense estaba sufriendo un periodo de decadencia moral tras la guerra del Peloponeso contra Esparta. Había pillajes y desórdenes de toda clase y una merma en la confianza de la democracia. En el 404 a.C. la democracia ateniense sufrió un duro revés. Una revuelta política. Tras una rebelión, se instauró el gobierno de “los treinta tiranos” , entre los cuales se encontraban algunos parientes de Platón, ( Cármides y Critias) que le invitaron a participar activamente en su gobierno. El despotismo y la violencia del régimen de los treinta merecieron la crítica del decepcionado Platón. La caída de los Treinta, restauró la democracia, pero era una democracia viciada por la situación y fue precisamente esta democracia la que condenó a su amigo Sócrates a morir. Esta razón fue suficiente para que Platón se desentendiera definitivamente del gobierno de Atenas..
Muerto Sócrates, Platón hizo varios viajes a Megara (Libia), Egipto (donde entra en contacto con la filosofía pitagórica )y Siracusa (Sicilia); donde comprobó la vida de desenfreno y de inmoralidad que todos estos países tenían .
Es en Siracusa (388 a.C.) donde entra en contacto con Dión, cuñado del tirano Dionisio de Siracusa, que le apremia para “plasmar en Siracusa sus ideales políticos y hacer de Dión un verdadero filósofo”. Las desavenencias llevaron a Platón al destierro y a ser vendido como esclavo en Egipto. Platón por fortuna fue liberado y volvió a Atenas.
A la vuelta de su primer viaje de Siracusa (387 a.C.), Platón funda la Academia, en una propiedad cercana al templo del héroe mítico Academos y comienza sus enseñanzas.
Al regreso de su segundo fracaso en Siracusa ( 367 a.C. ) recibió como discípulo a Aristóteles. Pero sólo después del tercer viaje( 361-344) abandona definitivamente la esperanza de “intervenir políticamente y organizar completamente un Estado”. Muere tres años después , a la edad de ochenta años.
Su obra se conserva íntegramente: 43 escritos, de los que más de 30 son auténticos. Este hecho unido a la continuidad ininterrumpida de la “comunidad platónica” en la Academia durante nueve siglos ( hasta el 529 d.C.) explica la extraordinaria influencia del “divino” Platón en la configuración de la civilización occidental.
Platón no escribió nada antes de la muerte de Sócrates, y utiliza el diálogo como forma de hacernos llegar sus teorías ( herencia de Sócrates y reflejo de su propia actividad lógica y dialéctica). Los diálogos , tienen a Sócrates como interlocutor junto a sofistas, retóricos y familiares de Platón ( todos ellos muertos). El tema de los diálogos es siempre encontrar unas definiciones de conceptos morales universales, como si la moral fuese un saber exacto, como si cupiera una episteme de la ética. Esta búsqueda se lleva a cabo mediante una cierta dialéctica, en un proceso de preguntas y respuestas, en el que el preguntado daba a luz, después de titubeos y dudas, un cierto saber de lo buscado. ( Ver el método socrático. T.3).
Sus diálogos han sido ordenados cronológicamente en cuatro periodos, marcados en gran medida por los viajes que Platón realizó a Siracusa.
Diálogos socráticos o de juventud ( desde su formación con Sócrates hasta su primer viaje a Siracusa, 393-389 a.c.): abarcan el discurso que en su propia defensa pronuncia Sócrates durante el juicio: la “ Apología”, “Critón” en el mismo sentido, y una serie de títulos en los que el personaje central, Sócrates, pregunta sistemáticamente a los demás, confesando su propia ignorancia, "qué es” la bondad, el valor o la sabiduría, la virtud o la belleza, e incluso la rapsodia y la poesía. Su contenido es moralizante.
Diálogos de transición (388-385 a. C, primer viaje a Siracusa): el lenguaje, la lógica y la retórica aparecen como preocupación central ,. También se encuentran influencias pitagóricas (“Gorgias”) y premoniciones idealistas. Se atisba la teoría de las ideas (“Menón”)
Diálogos de madurez, doctrinales o dogmáticos (385-370): Sócrates pregunta menos y expone tesis en forma dialogada., se afirma la inmortalidad del alma (“Fedón”) , y la existencia de la Belleza en sí ( “Fedro” y “El Banquete”). En” La República” se exponen pormenorizadamente las características del Estado ideal .
Diálogos críticos, de vejez ( 2º y 3º viaje a Siracusa, 369-347): Sócrates deja de ser el personaje central. Los contenidos antes expuestos se problematizan. La dialéctica se ejercita hasta las últimas consecuencias, abundan los callejones sin salida y las ideas se transforman cada vez más en “conceptos generales”. Hay una vuelta al planteamiento de la Physis (“Timeo”) y se abandona el moralismo socrático.
Evidentemente las influencias recibidas proceden en su mayor parte de Sócrates:
Interés por las cuestiones ético políticas. Sócrates buscaba la virtud en el alma. La noción de justicia como la armonía en el alma y en la ciudad tiene un papel vertebrador en la filosofía platónica
Búsqueda de lo universal a través del diálogo. Sócrates buscaba la virtud universal en la definición. Platón continuará esta búsqueda desarrollando una teoría del conocimiento que explique como se puede conocer lo universal (ideas) en un mundo donde las cosas son particulares
El descubrimiento de la realidad ideal. Si Sócrates buscaba definiciones de lo universal, Platón verá en ellas una verdadera realidad. Las ideas no como meros conceptos pensados sino como entidades reales.
La educación. Para Sócrates la educación es una tarea compartida. Platón asignará al filósofo la tarea de educador
sin embargo también encontramos influencias pitagóricas:
Las matemáticas. Para los pitagóricos el mundo estaba escrito en lenguaje matemático. Para Platón será la filosofía quien tenga que desvelar este lenguaje
La inmortalidad del alma. Influencia órfico -pitagórica
y eleatas:
Adopción de las características del ser de Parménides : las Ideas son eternas, indivisibles, ingénitas.Separación entre la razón y los sentidos.( el mundo de las ideas y el mundo de las sombras)
Influencias
La teoría de las ideas platónica tiene principalmente dos raíces : la filosofía de Heráclito ( a través de su discípulo Crátilo) y el pensamiento de Sócrates.
Platón acepta la idea de cambio continuo de los objetos del mundo físico, de inestabilidad de los mismos ( Heráclito). Pero de lo mismo se deduce que estas cosas no pueden ser el objeto del verdadero conocimiento, porque el verdadero conocimiento requiere la permanencia de sus objetos, es decir de objetos que mantengan sus propiedades en todos los casos (“Teeteto”). Sócrates se proponía alcanzar lo universal a través de definiciones y será en estos conceptos surgidos de las definiciones donde Platón situará los verdaderos objetos del conocimiento: las ideas.
Aún podemos encontrar otro antecedente de la teoría de las ideas en la filosofía pitagórica : es posible que los pitagóricos le hicieran ver a Platón en las matemáticas el ejemplo más claro de la capacidad de la mente humana para percibir relaciones entre universales. Pero considera que la mente humana puede conocer relaciones necesarias entre otros universales distintos de las matemáticas. Así el eidos o idea*, que designa para los pitagóricos un modelo o figura geométrica, pasa a designar en Platón una especie de entidades eternas e inmutables que constituyen entre sí un sistema de relaciones necesarias y que son las referencias objetivas de los conceptos universales conocidos por la definición.
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*eidos, idea: originariamente, imagen. Para los pitagóricos, forma inteligible o estructura interna, matemática, que tienen las cosas. En Platón, modelos racionales, universales y perfectos, independientes del tiempo y del espacio, a partir de los cuales se ha configurado el universo.
El mundo de las Ideas
La concepción platónica de la realidad es dualista. Platón divide la realidad en dos mundos diferentes: el mundo sensible y el mundo inteligible.
El mundo sensible, es el que vemos, en el que vivimos. El mundo físico o de los sentidos. un mundo compuestos de objetos físicos, singulares, cambiantes e imperfectos. Es el mundo de las apariencias , el mundo de las sombras
El mundo inteligible es un mundo donde existen las realidades universales permanentes y perfectas que son las ideas. Las ideas son objetivas , eternas, reales, indivisibles y no meros conceptos o modos de pensar la realidad. Tienen una existencia separada de las cosas. Su existencia no depende de las cosas, ni de las mentes que las piensan. Es aquello que no cambia y que constituyen los modelos perfectos de los objetos del mundo físico. Es donde habitan, por ejemplo, la “Belleza en sí”, la “ Justicia en sí” o el “Bien en si”.
· El origen del universo es explicado, ( a través de un mito*),en el “Timeo” . Se retorna al principio de una inteligencia ordenadora ( Anaxágoras), a la que llama demiurgo, que actúa sobre la materia caótica y eterna. Configura el universo moldeando la materia, tomando como modelo las ideas. El resultado no puede evitar la imperfección de la materia, por lo que los objetos físicos resultantes son sólo una imitación imperfecta de las ideas. El universo se convierte en un cosmos por la acción ordenadora del demiurgo y esta estructura racional del universo puede ser conocida por el ser humano, que tiene una naturaleza racional. A cada cosa del mundo de los sentidos le corresponde una idea, un modelo, un principio racional. Y cada cosa del mundo sensible no es más que una mala copia de la idea de la que participa o imita.
· La participación o la imitación son las dos formas en que las cosas se relacionan con las ideas. Las propiedades que aceptan grados, como la justicia ( hay actos más o menos justos) reforzarían la noción de participación ( se participa más o menos de la idea). Aquellas que no aceptan grados ( idea de circularidad. No existe lo más o menos circular) implicarían la idea de imitación ( semejanza , imagen, copia). Un plato es circular porque imita o copia la idea perfecta de circularidad, una acción es justa porque participa de la idea de justicia.
Pero esta relación es trascendente: el mundo de las ideas estaría más allá, separado del mundo físico. Las ideas trascienden el tiempo y no están en el espacio ( habitan en el topos uranos, o mundo celeste), mientras que las cosas del mundo físico están en el mundo y en el espacio.
· Las primeras ideas que entendió Platón como existentes fueron estéticas y morales, las ideas de belleza, bondad, justicia, valor, etc...,( conocimiento ético universal= Sócrates). Pero Platón extiende (1) este concepto a todos los objetos del mundo físico, existirían ,por tanto , la idea de caballo, la idea de hombre, de mesa...
Y estas ideas formarían un sistema de relaciones necesarias entre sí y con una jerarquía. En “La República” destacarían dos ideas por encima de todas :la idea de Justicia y la idea de Belleza y por encima de ellas la idea de Bien. (=Sol) que sería el principio unificador de las ideas, a las que sobrepasa en dignidad. Es decir la idea suprema , causa y fin del ser, de la verdad, y del conocimiento de todas las cosas, de la cual dependerían las otras ideas. Por debajo de la idea de Bien, estarían las ideas filosóficas (justicia, belleza, unidad..)más abajo estarían las ideas matemáticas, y por último se situarían las ideas sobre los objetos del mundo sensible
Revisión crítica de la teoría de las Ideas
La teoría de las ideas de Platón no constituye una construcción sistemática, sino que aparece dispersa en sus diferentes diálogos. Además no es un planteamiento fijo, estático, sino que va sufriendo modificaciones. En su etapa de vejez nos encontramos con algunas consideraciones, dudas y reformulaciones de su teoría.
En el “Parménides” ( época de vejez), ante las observaciones de Parménides a la pregunta de “¿sobre qué objetos hay ideas?” Platón ( Sócrates) reconoce estar desconcertado y comienza a pensar que no hay nada sin su idea correspondiente (1). De esta forma la idea se libera de consideraciones éticas para pasar a significar en general la síntesis única o concepto de algo múltiple. Sin embargo les seguirá otorgando una realidad objetiva, una existencia diferente al nivel lógico y superior al nivel sensible.
En cuanto a la relación ideas-cosas, realiza una reflexión crítica sobre las dificultades e incongruencias existentes en sus explicaciones anteriores: la participación permite explicar la realidad de lo sensible, pero ¿cómo se produce la participación? ¿cada idea entera está en cada cosa? ,¿la idea concede alguna parte de sí misma a las cosas?.De cualquier manera este problema compromete la unidad y la trascendencia de las ideas. Si cada idea está en cada cosa, ya no se puede afirmar que sean únicas sino múltiples ( existirían tantas ideas de belleza como cosas bellas hay en el mundo sensible). Pero entonces esta multiplicidad de ideas lo sería en comparación o en referencia a otra idea (las ideas de belleza lo serán en relación a una idea superior de belleza y así infinitamente). Además al estar cada idea en una cosa ya no se podría afirmar esa total separación (trascendencia) de las ideas. También la segunda cuestión resulta irresoluble. La idea no puede conceder parte de sí misma a las cosas porque las ideas son indivisibles.
Platón da por supuesto que es posible alcanzar el verdadero conocimiento; por lo tanto es posible la ciencia ( contra los sofistas),también afirma que el auténtico conocimiento ha de ser estable, permanente , no circunstancial, y que a todo conocimiento le corresponde una realidad: conocer es “ conocer algo”, de lo que no existe nada se puede conocer.
De esta forma ,la dialéctica platónica entre “ apariencia” y “realidad” equivale a la dialéctica entre “conocimiento falso e ilusorio” y “ conocimiento auténtico”. Puesto que en su planteamiento el problema del conocimiento va unido al problema del ser, a los diferentes grados de conocimientos ( o estados de la mente) le corresponderán diversos grados de realidad. En Platón, por tanto, la epistemología es inseparable de la ontología.
Los problemas que se suscitan ( por primera vez se plantea una verdadera teoría sobre el conocimiento) son: división ,límites, y valor del conocimiento; método adecuado para la obtención del conocimiento; relación entre conocimiento y realidad; y relación entre lo real y lo aparente.
· Si Platón nos ha mostrado dos mundos , el inteligible y el sensible, también en su teoría epistemológica distinguirá dos tipos de conocimiento: la doxa , o conocimiento sensible, y la episteme o conocimiento inteligible
Su teoría del conocimiento nos aparece claramente expuesta en el libro VI de la República ( 509d-511e) ligada a los tipos de realidad. Platón compara el conocimiento con una línea dividida en cuatro segmentos.
El desarrollo de la mente humana en su camino desde la ignorancia hasta el conocimiento supremo atraviesa dos campos principales: opinión (Doxa) y conocimiento (episteme).Que a su vez se subdividen en dos niveles . La opinión se subdivide en eikasía y pístis. El conocimiento se subdivide en racional discursivo (dianóia) y puramente racional (noesis).
Eikasía: ilusión, percepción de imágenes. No es una facultad creadora ni reflexiva, sino completamente acrítica e incapaz de relacionarse con otras y de distinguir entre un objeto y su simple imagen. (opiniones deformadas por los sofismas, pasiones y prejuicios propios y de los demás.) Pura conjetura. La realidad que le corresponde puede compararse con las imágenes y las sombras que los objetos físicos proyectan en el agua o en el espejo.Puro devenir
Pístis: corresponde a quien juzga que la naturaleza física, fenoménica, es la auténtica realidad. Se relacionan las percepciones pero no se someten a análisis crítico. Viene a identificarse con la percepción sensible; no es auténtico conocimiento pues se basa en las cosas cambiantes y concretas.Fe. Objeto de estudio de la física ( que para Platón no es ciencia). La realidad que la corresponde es todo lo perteneciente a la naturaleza física y los objetos artificiales ( arte).
Dianoía: conocimiento racional discursivo; capacidad de análisis lógicos y críticos, de realizar razonamientos a partir de premisas. En su investigación parte de hipótesis que acepta sin someterlas a crítica y necesita de símbolos sensibles para llegar a conclusiones exclusivamente intelectuales. Su objeto son las ciencias, especialmente las ciencias formales, en la medida en que utilizan las realidades concretas no en sí mismas, sino como representaciones de signos. Su realidad “formal” supera a la realidad sensible. Constituyen un paso intermedio en el ascenso hacia el conocimiento perfecto. Platón propone cuatro ciencias que permiten el ascenso definitivo al auténtico conocimiento: aritmética, geometría, astronomía y música. ( es decir, ve en las matemáticas las ciencias básicas)
Noesis : verdadero conocimiento, ciencia suprema. El nous, la inteligencia pura capacita al sujeto para ir más allá de las premisas de las ciencias particulares hasta captar las puras ideas, las ideas serían la más perfecta y auténtica realidad y objeto del conocimiento verdadero. La ciencia correspondiente sería la Dialéctica. Es una ciencia puramente abstracta, que no utiliza ejemplos o imágenes concretas. Su cometido será comprobar la verdad de las hipótesis y axiomas de las ciencias inferiores, buscar ideas cada vez más generales que permitan explicar de una forma perfecta toda la realidad.
Así como la línea que sirve de ejemplo es en sí misma una línea continua ( aunque esté dividida), de igual forma las distintas clases del conocimiento, aunque tienen cada una sus propias características, forman en su conjunto un proceso continuo: es posible el ascenso desde la ignorancia hasta el auténtico conocimiento.
¿Pero cómo es posible este ascenso? ¿ Cómo es posible el conocimiento de lo perfecto y universal teniendo en cuenta que el mundo que tenemos ante nosotros es un mundo del devenir, de lo particular e imperfecto?. Platón expone en el “Menón” ( época de transición) una de las primeras explicaciones sobre el origen de nuestro conocimiento :
la teoría de la anamnesis o reminiscencia.
El hecho de que el esclavo Menón llegue a demostrar un teorema geométrico ( una verdad “auténtica”, siempre idéntica a sí misma...) únicamente a través de las hábiles preguntas formuladas por Sócrates , es un claro ejemplo de que en rigor, no puede aprenderse nada: aprender consiste simplemente en “recordar”(anamnesis o reminiscencia) aquello que ya sabíamos. Según Platón el alma es inmortal y en su existencia anterior, antes de estar encerrada en el cuerpo pudo contemplar las ideas en el mundo celeste, los modelos universales de la realidad. Al descender a este mundo olvida su conocimiento. Por lo tanto el conocimiento de las ideas no se produce a través de un proceso inductivo, sino que es el resultado de el esfuerzo del alma inteligible (mente o razón) por recordar aquello que una vez contempló. La verdad, por tanto, se encuentra dentro de cada ser humano (el “conócete a ti mismo” de Sócrates) y para recordarla hay que seguir el camino de la dialéctica. La función educadora del filósofo consiste en facilitar este aprendizaje que consiste en recordar. ( mayéutica socrática).
La dialéctica, a diferencia de los sofistas que la entendían como el arte de la argumentación, tiene en Platón diversas aplicaciones. Se puede entender la dialéctica principalmente de dos maneras: como el proceso ascendente que tiene lugar desde la ignorancia hasta la contemplación de las ideas,es decir cómo método de conocimiento; y como resultado de la última fase de conocimiento, es decir dialéctica entendida una ciencia, como verdadera episteme.
El método dialético se basa en dos procedimientos lógicos : síntesis y análisis.
-En la síntesis, se eliminan las diferencias reduciendo la multiplicidad confusa e indeterminada a la unidad expresada en un concepto común ( definición) Es la denominada dialéctica ascendente. De lo particular hasta lo uno.
-En el análisis se divide el concepto en sus distintas especies o clases, basándose en sus diferencias y características propias, hasta llegar al concepto o forma propia del objeto que se trata de comprender . ( dialéctica descendente).LA DIALÉCTICA en definitiva, nos permite llegar al auténtico conocimiento de la realidad superando el conocimiento basado en las apariencias, ya que permite distinguir operativamente la falsedad de la verdad ( la dialéctica se convierte en consecuencia,en la ciencia suprema, característica y propia del filósofo , del sabio)
EL MITO DE LA CAVERNA
El mito de la caverna constituye una pedagógica presentación de la filosofía de Platón, de su concepción de la naturaleza humana, del conocimiento y de la realidad. El mito destaca la importancia de la educación para alcanzar el fin de la vida humana y el camino del filósofo como guía de ese camino hasta la justicia que concluye en el bien. Platón recurre al mito por la mayor capacidad de evocación que tienen las imágenes frente a los conceptos
El ser humano se encuentra entre el mundo de abajo y el mundo de arriba: su cuerpo pertenece al mundo físico, imperfecto, cambiante, perecedero, mientras que su alma pertenece al mundo inteligible, perfecto e inmutable. Por eso el mito presenta al hombre encadenado en el interior de la caverna, confundido en un mundo de apariencias, de sombras, que su ignorancia interpreta como la auténtica realidad.Sin embargo, aunque esclavo de un cuerpo que le desvía de su auténtica naturaleza y de su destino, tiene como vocación salir de la caverna hacia la luz y conocer el verdadero mundo real, liberarse, en suma, de las cadenas de los prejuicios y la ignorancia. En esto consiste la felicidad humana, en vivir conforme a lo real, a lo perfecto, a lo racional.
Para conseguirlo el alma humana tiene una facultad natural, la inteligencia, que le permite ascender en el camino del conocimiento; aunque el camino que lleva a la luz, a la auténtica realidad, a la liberación es tortuoso. En primer lugar, porque, aunque el alma humana aspira a lo inteligible, el cuerpo se siente atraído por lo sensible y no puede por sí solo ascender. En segundo lugar, porque es costoso dudar de las seguridades de nuestras creencias, de nuestros prejuicios, que son cadenas que nos impiden mirar con los ojos de la inteligencia.
El relato de la caverna presenta diferentes momentos que van marcando la secuencia de este proceso de liberación que Platón llama dialéctica: es un recorrido por diferentes fases del conocimiento que nos van situando ante los diferentes grados de perfección de lo que existe. Partiendo de la percepción de las sombras de los objetos encontramos al final del camino la verdadera realidad y la idea de bien, que, como el sol, ilumina todo el conocimiento intelectual.
El ser humano no se encuentra solo en este viaje. Al filósofo, que ha conseguido salir de la caverna y contemplar la luz, la auténtica realidad, como Sócrates, corresponde retornar y ayudar a otros en el difícil ascenso hacia el exterior de la caverna.Sin embargo, el papel del filósofo es arriesgado: las cadenas de los prejuicios son fuertes e invisibles y mantienen al ser humano en la comodidad de la costumbre, incompatible con la verdad. El filósofo es una figura molesta para los ignorantes; por eso, como Sócrates, es incomprendido e incluso maltratado.
En síntesis, la condición humana aspira a lo inteligible y a lo perfecto. Pero el hombre tiene diferentes pulsiones: es atraído por el conocimiento, pero también por el placer, por el poder, por la comodidad o el miedo, que le pueden hacer aferrarse a la ignorancia. El ser humano tiene que armonizar todas las pulsiones desde la razón y para ello necesita de la educación. La finalidad de la educación es facilitar el proceso de realización de la virtud según la propia naturaleza humana. A los filósofos corresponde guiar al alma y a la ciudad hacia la armonía cuyo resultado es la justicia.
La preocupación fundamental de Sócrates y de Platón es hacer de la filosofía una búsqueda permanente de la virtud. Esta búsqueda de la virtud constituye una actividad primordialmente práctica, en cuanto que pretende hacer hombres virtuosos.Pero es también una acción teórica, porque exige un conocimiento de lo que es esencial a lo que llamamos virtud. Sin embargo, no es posible conocer la virtud en el hombre si no se conoce cual es la actividad o función propia del ser humano. La reflexión ética reclama una concepción de la naturaleza humana que explique qué es el hombre y cual es su función y finalidad.
En este sentido Platón nos habla de una concepción dual del ser humano.El hombre para Platón estaría compuesto por dos partes diferenciadas: el cuerpo y el alma. ( expresión del dualismo metafísico que da lugar a los dos mundos platónicos). La relación entre el cuerpo y el alma se caracteriza por la tensión. El cuerpo es la cárcel del alma, las inclinaciones del cuerpo pueden conducir al alma a la esclavitud, y el destino del alma , las ideas, no puede cumplirse sin al liberación del cuerpo.
El cuerpo representa en Platón, lo material y corrupto del hombre y lo que le retiene en el mundo sensible. El alma es eterna y en una “vida” anterior habitó en el mundo celeste donde pudo contemplar las Ideas. Tras pecar fue encarcelada en el cuerpo y castigada a pasar su existencia alejada de su verdadera realidad. El alma podrá liberarse si es capaz de alejarse de lo sensible y ascender a lo inteligible ( educación), de lo contrario deberá habitar otros cuerpos ( transmigración) hasta purificarse totalmente. El alma es considerada por Platón como la verdadera esencia del hombre , lo que realmente le diferencia de los animales. La virtud del hombre será en definitiva la virtud propia del alma.
Platón aborda en La República la función propia y primordial del alma: el conocimiento. Pero habla de tres almas distintas, o tres tipos de alma, con origen y funciones diferentes ( “Timeo”):
-El alma racional, inmortal, que se encuentra en la cabeza. Es el alma específicamente humana, de naturaleza divina como las Ideas. Es la parte que podemos considerar como separada del cuerpo, la parte más elevada del psiquismoEs la parte del hombre que le hace aspirar al conocimiento, que lo eleva hacia lo inteligible y la que gobierna al alma entera.
-El alma irascible, de carácter mortal, a la que pertenecen los afectos nobles como la ira, el valor, la ambición, y la esperanza. Es común a los animales. Su función es la de empujar a los hombres a la acción, la de querer. Permite que los hombres superen el dolor y renuncien a los placeres cuando la parte racional lo decide. Platón sitúa esta parte del alma en el pecho ( en el corazón)
-El alma concupiscible, también mortal, se rige por el deseo, por el placer y el dolor y el apetito sexual. Su función es la de manifestar los deseos del cuerpo. Esta alma estaría situada en el bajo vientre.
Diferenciadas así las almas y analizadas sus funciones sólo cabe ocuparse ahora de ver qué virtud corresponde a cada una de ellas. Platón asigna la virtud de la prudencia (sabiduría) al alma racional. La virtud del alma irascible es la valentía (fortaleza) y la virtud del alma concupiscible , una vez moderada por la razón es la templanza..
Pero la virtud del alma entera dependerá del equilibrio entre las tres partes del alma, así si cada alma realiza la función que le es propia sin querer usurpar el gobierno que no le corresponde y se deja guiar por el alma racional, se producirá una armonía en el alma entera. Platón llama Justicia a la virtud que armoniza las virtudes del ser humano. Una vida virtuosa, conforme a la naturaleza humana, será en Platón una vida regida por la justicia. La justicia es la condición de que pueda cumplirse el destino último y natural del alma, el retorno a su verdadero lugar, al mundo de lo perfecto. Si el alma se abandona a las inclinaciones del cuerpo, estará condenada a reencarnarse y vagar por los diferentes cuerpos durante 10.000 años, hasta su purificación.
Cada ser humano, posee por tanto las tres almas , pero no están repartidas de igual modo, hay siempre una parte que predomina sobre las otras dos , y esta parte predominante determina el carácter, las aptitudes y las inclinaciones de cada cual. De este modo aquel individuo cuya alma esté representada por la razón, será un individuo en el cual predomina el amor al conocimiento. Aquel otro , que esté dominado por el alma irascible, que tenga tendencia al amor a los honores, y por último, el tipo de hombre que prefiere las riquezas a todo lo demás , será el hombre regido por un alma concupiscente. De esta manera tenemos también tres tipos de hombre: el filósofo, el ambicioso, y el avaro.
La Obra
Muy probablemente La República sea la obra más importante de Platón. En ella se no presenta la teoría metafísica de las Ideas en algunos de sus principales aspectos, y, por primera vez, estratificada mediante una jerarquización que coloca a la Idea del Bien en su cúspide. Allí el pensamiento ético de su juventud y madurez recibe fundamentación metafísica, a través de la misma Idea del Bien. Allí se enuncia por primera vez en Grecia una teoría de la ciencia que, junto con su desarrollo por Aristóteles, influyó decisivamente en la axiomática euclidiana.
Allí encontramos toda una concepción antropológica de la cual ha derivado no sólo uno de los conceptos acerca del hombre que más arraigo han tenido en Occidente, sino también un punto de partida para la evolución de la psicología, a la cual también aporta ricos retratos psicológicos que configuran los primeros intentos teóricos de caracterología. Y no en último término, ciertamente, debemos colocar su teoría de la educación y su concepción de la sociedad.
A menudo han sido distinguidas cinco secciones en la composición de la República: una integrada sólo por el libro I, que constituye un verdadero diálogo socrático cuyo tema es la justicia; otra, compuesta por los libros II al IV, donde se traza el proyecto político propiamente dicho de Platón; una tercera que incluye los libros V a VII, y que es la sección más estrictamente filosófica de la obra; una cuarta que conforman los libros VIII y IX, en la que se exponen los diversos tipos de constituciones políticas posibles, con su probable origen y desenlace, y los tipos correspondientes de hombres que suponen; finalmente, la sección que constituye el libro X, con una suerte de apéndice sobre la poesía y un mito escatológico que corrobora lo dicho acerca de las recompensas que recibe el justo.
LA TEORÍA POLÍTICA: LA CONSTRUCCIÓN DE LA POLIS IDEAL.
La ciudad surge como respuesta a la incapacidad de cada individuo para satisfacer por sí mismo las propias necesidades. Por consiguiente, para que haya una ciudad se necesitan en primer lugar, una pluralidad de individuos que atiendan a las necesidades más elementales de la vida humana: alimento, vivienda, vestidos. Lo que daría lugar a ciertos oficios y ocupaciones, labrador, constructor, tejedor, y otros “ que se encarguen de proporcionar los materiales: vaqueros, pastores, constructores etc, y otros más que faciliten el intercambio de los productos de unos y otros comerciantes: intermediarios , navegantes. Esto es por sí una sociedad , aunque austera y elemental. Si quisiéramos bienestar y lujo la ciudad se engrandecería y los oficios se multiplicarían. Todos estos oficios componen la base económica de la ciudad, y el conjunto de individuos que los ejercen forman el grupo de los productores ( comerciantes).
El desarrollo de la ciudad desde el nivel de la mera subsistencia hasta el nivel del refinamiento hace necesario un segundo grupo o clase social: el de los guardianes, dedicados exclusivamente al mantenimiento de la convivencia social, a la ampliación del territorio y en general a la defensa de éste y de la ciudad frente a las agresiones exteriores y desórdenes interiores. Este trabajo no puede ser realizado más que por personas dedicados a ello, no es posible que mercaderes o carpinteros se dediquen a la vez a dos tareas, pues no realizarían bien ninguna de las dos. Es necesario pues, un ejercito profesional, educado para ello desde el comienzo, en adquirir la templanza, la valentía y el conocimiento necesario de las cosas.
Un tercer grupo se hace necesario en la estructura de la sociedad, el grupo de los gobernantes, que surgirá de los mejores guardianes, aquellos que hayan destacado por su amor a la polis, y por su conocimiento. Este grupo se hará cargo de la ciudad.
El Estado , a juicio de Platón, no es algo exterior al individuo, ni el individuo es algo exterior al Estado. Éste es entendido como un todo orgánico, un conjunto estructurado y dotado como de vida propia. De esta concepción de la polis surge en La República la idea platónica de crear un paralelismo con el alma humana. Así existirían dos partes de alma , una que gobierna ( alma racional) y otra gobernada ( almas irascible y concupiscible). Es decir las mismas partes que una ciudad, para las que Platón, siguiendo con su paralelismo, encarga a los distintos tipos de hombre que hay. Así para dirigir la ciudad tendríamos al filósofo, para defender la ciudad y sus conquistas tendríamos al tipo de hombre ambicioso ( los guardianes) y para producir en al ciudad designaríamos al avaro ( comerciantes o productores).
La correspondencia básica de las estructuras del Estado y del alma , juntamente con el modo de ser de los individuos y su función en la polis, es la idea principal que resulta de su teoría ética y política. No hay individuo sin estado, ni estado sin individuo.
En este sentido Platón nos habla del principio de especialización funcional.Este principio juega un papel decisivo en la teoría platónica del estado. Podemos enunciarlo de la siguiente manera: cada individuo y cada clase social han de desempeñar solamente una función, aquella para la que naturalmente estén más capacitados.
En primer lugar el principio presenta una vertiente y una justificación de carácter pragmático.La idea general es que con la especialización y la división del trabajo aumentan la eficacia y el rendimiento. Aparte del carácter pragmático, la especialización resulta, además, acorde con la concepción griega de la “areté” como excelencia en el ejercicio de la función correspondiente.
En segundo lugar, el principio presenta una justificación teleológica, finalista: todos los seres humanos tiene una función que desempeñar ( un ergón que le es propio) y esta función constituye el fin ( el telos ) al cual están naturalmente orientados. El fin de cada individuo y su función dentro de la polis viene, por tanto, determinado por la especialización del alma.
Con la delimitación de las tres clases sociales y con la asignación de funciones específicas a cada una de ellas queda configurada la estructura de la ciudad ideal. Se trataría ahora de ver dónde se encuentra la justicia dentro de la polis.
Platón parte en este punto de las cuatro virtudes tradicionalmente denominadas cardinales que ya asignó a las partes del alma: prudencia, valentía, moderación y Justicia.
Así en su teoría del Estado , al filósofo-gobernante ( cuya alma predominante es la racional ), le correspondería la prudencia. La prudencia es una virtud o areté esencialmente intelectual, perteneciente al ámbito del saber. Pero es un saber sobre el bien general de la ciudad . Se trata en definitiva del saber político. Y puesto que la virtud de la ciudad es la virtud de los ciudadanos, la ciudad entera es prudente cuando son prudentes sus gobernantes.
A los guerreros , le correspondería la virtud de la valentía, que es también conocimiento: el conocimiento de lo que debe ser temido y de lo que no. La valentía de estos es la valentía de la ciudad.
Por último a nuestra clase de los comerciantes les correspondería una forma de autocontrol, la moderación .
Así expuesta la división de las virtudes de las clase sociales, la Justicia es entendida como el cumplimiento adecuado del principio de especialización. Es decir que cada clase social cumpla con la función específica que le corresponde: que el gobernante gobierne con prudencia, que el guerrero defienda la ciudad con valentía, y que los productores desarrollen ordenadamente su actividad económica. Justicia es que cada cual haga lo suyo. ( Por supuesto la visión de un estado injusto o corrupto sería la de un estado gobernado por ambiciosos o avaros y no por sabios).
Sin embargo la realización de la justicia no es algo que se cumpla y mantenga espontáneamente . Antes al contrario, está sometida a peligros que amenazan su estabilidad. Es cierto que Platón insiste en que a cada cual se le asigne la función más acorde con sus disposiciones naturales, pero esta medida, con ser necesaria no es suficiente. Después de todo, en cada individuo se hallan presentes las tres almas y por tanto siempre queda abierta la posibilidad de que el elemento apetitivo y pasional se subleve y se imponga, en cuyo caso el orden racional quedaría subvertido. Lo mismo puede ocurrir al conjunto de la polis.
Por eso es necesario disponer de los medios oportunos para que los individuos no se corrompan y para que se desarrollen adecuadamente con vistas a la función que han de desempeñar en la ciudad. El medio más eficaz es la educación .Para bien o para mal,la educación determina el carácter, y comportamiento de los hombres. Los resultados de una mala educación son catastróficos y más catastróficos cuanto mejor es la naturaleza del individuo corrompido. La peor corrupción es la corrupción de los mejores , ya que estos pondrán todas sus cualidades al servicio del mal y la injusticia, y cuanto mayores sean sus cualidades mayor será su capacidad para el mal.Por el contrario una buena educación será el instrumento mejor para promover la justicia, para garantizar el ajuste interior de las partes del alma, así como el ajuste social . Pero esta educación no puede dejarse en manos de cualquiera, deberá ser la tarea fundamental del Estado.
¿Cómo deberá ser esta educación?
Platón no se dedicará a la educación de los productores, pues estos no necesitan tanto como los otras dos clase.En la clase de los guardianes, la educación se llevará a cabo mediante dos etapas, una en la niñez y otra en la juventud. La primera fase está orientada a la preparación de los guerreros, la segunda a la formación de los que llegarán a ser gobernantes. En la primera fase se asignan dos disciplinas: la gimnasia y la música. La gimnasia trata de formar ciudadanos capaces de desempeñar adecuadamente la función de militares. Es fundamental la condición física , pero más importante es aún el desarrollo del ánimo y de las virtudes relacionadas con él: valentía, fuerza de carácter, abnegación etc. La música abarca y define lo que se denomina formación artística: literatura, arte y música. Estas disciplinas deberían ser seleccionadas en lo que respecta a su contenido, pues no todas las obras son aptas para la educación. Platón adopta aquí una actitud censorial. Puesto que el arte imita la realidad, debería cumplir su función adecuadamente, es decir, imitar la verdadera realidad y no otra.
Una vez completada la educación por la gimnasia y la música, la mayoría de los que han superado esta etapa serán destinados a guerreros. Algunos de ellos, los mejores pasarán a la etapa siguiente, a la educación superior. Serán aquellos que hayan sobresalido tanto por su amor a la ciudad , como por su capacidad intelectual y perseverancia en el estudio.
En esta etapa, de la educación de los gobernantes, el principal objetivo es que los gobernantes lleguen a adquirir el verdadero conocimiento de las cosas, alejándose por completo de la mera opinión. A este conocimiento de la realidad , Platón lo denomina Episteme, y es el conocimiento que corresponde al verdadero político, pero Platón ve que sólo son estos sabio, esto es, los filósofos, quienes alcanzan el saber o la episteme, por eso ve en los filósofos los mejores hombres para gobernar.
En este punto vemos como están absolutamente relacionados, su teoría del conocimiento y su ontología, sin olvidarnos del planteamiento ético que aparece a cada momento. De hecho, el proceso de educación que siguen los ciudadanos no es otro que el marcado por la dialéctica, método que parte del conocimiento de lo sensible para ir ascendiendo hacia el verdadero conocimiento o conocimiento de la ideas, y por encima de todas ellas , la idea de Bien. Y así cerraríamos el círculo.
Al conocimiento del Bien se encamina , pues toda la filosofía y toda la educación de los gobernantes-filósofos. Y es importante saber que este conocimiento, no es un saber sólo teórico sino también práctico: al conocer el orden del universo y la finalidad de cada cosa, el sabio es el verdaderamente capacitado para plasmar ese orden en la sociedad , para ordenar la ciudad y el alma humana. Lo cual conducirá a la polis y a sus ciudadanos a la felicidad.
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Aunque este Estado se desarrolla según una división clasista, Platón considera que los grupos, a diferencia de la concepción democrática de su tiempo, no son estancos. De este modo, la pertenencia a uno u otro no depende de la estirpe o la riqueza de la familia, sino de las capacidades demostradas por el individuo a lo largo de su formación. Además, hay que señalar aquí que en este esquema platónico es el Estado el que se ocupa de la tutela y la educación de los niños, y no sus padres. Además hay una cuestión muy curiosa en esta teoría: por primera vez se da a los hombres y las mujeres la misma formación y, por tanto, las mismas oportunidades de escalar socialmente. Esto es especialmente meritorio, si pensamos que en la democracia griega se excluía totalmente a las mujeres de cualquier derecho de participación en la organización política y social.
Por último, Platón no se limitó a describir cómo debía ser un Estado justo, sino que elabora también una especie de filosofía de la historia en la que muestra como se desarrolla el proceso de corrupción a que se ve abocado todo gobierno. El proceso es como sigue:
Aristocracia: es la mejor forma de gobierno, porque es el gobierno de los mejores (eso es lo que significa etimológicamente), los más justos y sabios. Pero, ocurre que no siempre se elige a personas correctamente formadas para gobernar la ciudad, por lo que tarde o temprano estas personas acaban gobernando sólo con una finalidad, el beneficio propio. Entonces, los gobernantes se alían con los guerreros para someter al pueblo y desproveerlo de sus propiedades, dando así origen a la
Timocracia: como no es un gobierno regido por la sabiduría y la justicia, sino por la ambición y la cólera, propias del carácter de los guerrero, se apoyan y defienden los intereses de los más ricos, que son colocados al frente del Estado, pasando así a la siguiente fase
Oligarquía: organiza el Estado en dos grupos enfrentados, los ricos y los pobres. Los primeros acaparan cada vez más riqueza y los segundos cada vez más miseria: Pero llega un momento en que la situación se hace insostenible para los pobres, que inician una rebelión e instauran la
Democracia: es el gobierno del pueblo. Puede parecer el mejor de los gobiernos, porque se basa en la plebe pero ésta llevada a sus extremos, hace toda forma de poder parezca insufrible, por lo que llega un momento en que no se respeta la autoridad de las leyes ni de los magistrados. Entonces, los más ricos empiezan a ver peligrar sus fortunas otra vez y comienzan a conspirar contra el sistema democrático. Para acabar con este caos, el propio pueblo pone en el poder a alguien que se compromete a defenderlos, dando origen así a la
Tiranía: es la degeneración de la democracia. Una vez en el poder, el tirano colocado allí por el pueblo para que lo defendiera de los oligarcas, elimina a quienes le estorban y toma medidas para asentarse en el poder, por ejemplo, provocando guerras con otros Estados. Así el pueblo es otra vez esclavizado.
Aquí os dejo una presentación sobre la TEORÍA DE LAS IDEAS, de Francesc Llorens. Ya sabéis que Platón es mucho más pero esta presentación muestra todos los ejemplos y matizaciones suficientes para entender este aspecto.