En el libro "PREXIT: Forjando el camino a la soberanía puertorriqueña", Javier A. Hernández propone que Puerto Rico se divida en ocho (8) Regiones Autónomas que tendrían soberanía regional, poderes y sus propios gobiernos regionales. Cada Región Autónoma sería administrada por un Consejo Regional y un Parlamento Regional democraticamente electos.

Javier también propone una novena Región Autónoma no-territorial de la Diáspora Puertorriqueña que serviría y representaría a los más de 6 millones de puertorriqueños en los Estados Unidos. La pequeña isleta de San Juan (compuesta por el Viejo San Juan y Puerta de Tierra) se convertiría en el Distrito Nacional de San Juan Bautista. Río Piedras y Santurce se convertirían en municipios autónomos.

Las regiones autónomas se dividirían en distritos provinciales formados por 2-4 municipios. Distritos provinciales servirían como distritos electorales, distritos judiciales y entes de servicios compartidos inter-municipales. Todos los municipios tendrían autonomía local, pero compartirían diversas autoridades y responsabilidades con las Regiones Autónomas.

Las islas de Mona, Monito y Desecheo se incorporarían formalmente al país como el Territorio de Aymoná.