MODELO DE GOBERNANZA
Dados los retos y los problemas a los cuales se enfrenta hoy un centro educativo podríamos afirmar sin miedo a equivocarnos que puede que haya pocos puestos de responsabilidad con mayor dificultad y un más alto nivel de compromiso que la dirección de un centro escolar.
Si habitualmente se habla de un fuerte componente de heroicidad en la función directiva, cuando esta se aplica a la educación podríamos hablar de valentía y de arrojo. Sin embargo, aunque estos rasgos de la personalidad contribuyen a forjar el carácter de los miembros de la dirección escolar, en un entorno laboral tan sofisticado y complejo como la escuela necesitamos dos conceptos de rango profesional que nos ayudan a entender no la tarea a la que se enfrenta la dirección escolar. Estos conceptos son liderazgo y gobernanza.
Sobre liderazgo en gestión empresarial y, de manera más específica, en educación, se ha escrito mucho en los últimos años. Tanto que incluso podríamos reconocer un cierto agotamiento del concepto cuando este ha sido utilizado como la solución a todos los males organizativos, incluso si estos tienen como origen cuestiones coyunturales que trascienden la capacidad del liderazgo para modificar la realidad.
Así, podríamos distinguir el liderazgo de gestión, que está centrado en las funciones y tareas que garantizan el funcionamiento del centro, o el liderazgo transformador, que centra su actividad en la construcción de alternativas para la modificación, más o menos ambiciosa, de la escuela.
Precisamente, la gobernanza se puede entender como las prácticas que permiten operativizar tanto el liderazgo de gestión como el liderazgo transformador desde los principios de eficacia y calidad.
Es decir, hay una clara relación entre el modelo de liderazgo y el modelo de gobernanza que se pone en funcionamiento en el centro educativo. A su vez, el liderazgo de gestión y el liderazgo transformador, así como la gobernanza, se ponen al servicio del liderazgo pedagógico o liderazgo para el aprendizaje, es decir, al servicio de la mejora de los aprendizajes del alumnado, que se convierten de este modo en el faro que define la misión, la visión y las estrategias a seguir en el centro.
Obviamente, hoy no podemos hablar de liderazgo sin entender que este está distribuido; es decir, la competencia profesional distribuida entre todos los agentes educativos presentes en un centro es la fuerza que mantiene realmente el liderazgo para el aprendizaje en pie. No defendemos ni buscamos liderazgos heroicos, sino liderazgo sistémico, servicial, situacional y, en definitiva, liderazgo docente.
Así pues, tomando esta manera de entender el liderazgo y la gobernanza como referencia, encontramos tres líneas de liderazgo:
Integración del Aprendizaje en la era digital es parte de la misión, visión y estrategia globales.
La estrategia para el aprendizaje en la era digital se apoya con un plan de implementación.
Y en un nodelo de dirección y gobernanza.
Así pues, con este esquema se pretenden cubrir una secuencia de innovación que comienza en la planificación a través de la tríada “misión”, “visión” y “estrategia”, que buscan las vías para su desarrollo a través de un plan concreto de implementación y que establece las medidas pertinentes para llevar a cabo ese plan desde un planteamiento integral de la dirección y la gobernanza.
A su vez, se establecen una serie de descriptores para cada sub-elemento:
Así, en relación con la integración del Aprendizaje en la era digital como parte de la misión, visión y estrategias globales, se determina lo siguiente:
En primer lugar, se marca claramente el potencial de las tecnologías de aprendizaje digital.
En segundo lugar, se comunican los beneficios de las tecnologías de aprendizaje digital.
En tercer lugar, el plan estratégico incluye el aprendizaje en la era digital.
En cuarto lugar, la educación abierta es un aspecto de la implicación del centro.
Con estos descriptores se dibuja un panorama en el centro educativo por el cual se pretende transmitir la importancia de la tecnología para el aprendizaje y para generar procesos educativos que trasciendan al aula y al propio centro. La tecnología abre puertas y queremos aprovechar ese potencial para el aprendizaje.
LIDERAZGO TIC
En muchas ocasiones se cree al "Coordinar TIC " como el responsable del desarrollo del proyecto TIC del centro. La observación sobre cómo el coordinador TIC lleva a cabo el desarrollo del proyecto TIC de centro y la influencia que ejerce su estilo de liderazgo en la innovación con TIC nos lleva a indagar sobre el tipo de liderazgo que caracteriza al desarrollo de buenas prácticas con TIC en los centros educativos y la proyección que éste tiene en cómo se canaliza el proyecto TIC de centro.
Existe un modelo de "liderazgo transformacional" que es carismático y transformacional. Los líderes con características transformacionales provocan cambios a partir de la conciencización que realizan, acerca de la importancia y el valor que revisten los resultados obtenidos tras realizar las tareas asignadas. Los líderes transformacionales se proponen como ejemplos a seguir (carisma), y se proponen como ejemplo con las acciones que llevan a cabo (inspiran). Pero también buscan los intercambios y la negociación a cambio de logros de objetivos (recomepensa contingente) y además suelen monitorizar muy de cerca las tareas a realizar para evitar posibles errores (dirección por excepción).
En los últimos años se ha dado un giro hacia un "liderazgo distribuido", como evolución del liderazgo tranformacional. Este modelo se centra en la interacción entre los líderes y seguidores, lo que se conoce como liderazgo "Práctica".
Para tener un perfil claro de qué liderazgo se quiere hay que tener en cuenta estos aspectos:
Visión educativa. La visión educativa de lo que el centro quiero no solo anima a los docentes a realizar innovaciobes, a formarse y aser optimista. Si un centro tiene una visión educativa clara, servirá de motor de todo la comunidad educativa por alcanzar y hacer realidad esa VISIÓN.
Consideración individual. El equipo docente debe sentir que el equipo directivo entiende y apoya las circunstancias personales de cada docente. Que los docentes entiendan que les respetan y reconoce. De esta forma dejarán de tener miedos a procesos de vulnerabilidad en los procesos de implantación y formación hacia nuevos modelos educativos.
Estimulación intelectual. Supone el compromiso real con la formación y la promoción de su personal, aportando recursos, medios económicos, si fuera necesario, y cualquier tipo de apoyos para que el profesorado se forme.