Reflexología

¿Cómo funciona?

Imagina que cada parte de tu cuerpo tiene un “reflejo” o conexión en la planta de los pies, como si estos fueran un mapa en miniatura del organismo. Esta relación se basa en la existencia de conexiones neurológicas y energéticas que recorren el cuerpo desde la cabeza hasta los pies, permitiendo que al tocar una zona específica del pie se pueda influir en la función de un órgano o sistema interno. 

¿Qué pasa cuando se estimulan estos puntos?

Al aplicar una presión específica y controlada en estas zonas reflejas:

• Se activa la circulación sanguínea y linfática, favoreciendo la oxigenación de los tejidos.

• Se estimula el sistema nervioso parasimpático, lo que ayuda a reducir el estrés y promover la relajación profunda.

• Se facilita la eliminación de toxinas acumuladas.

• Se restaura el flujo energético del cuerpo, lo que puede mejorar el ánimo y la vitalidad general.

¿Qué beneficios nos aporta?

• Potencia la autosanación del cuerpo

• Relajación profunda y reducción del estrés.

• Mejora la circulación y el flujo linfático.

• Alivia dolores (como de cabeza, espalda, menstruación).

• Equilibra el sistema nervioso y hormonal.

• Estimula la eliminación de toxinas.

• Aumenta la conciencia corporal y favorece el descanso.