La NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002[1] considera a un agente biológico-infeccioso como cualquier organismo que sea capaz de producir enfermedad. Para ello, se requiere que el organismo tenga capacidad de producir daño, esté en una concentración suficiente, en un ambiente propicio, tenga una vía de entrada y estar en contacto con una persona susceptible.
En riesgo biológico se considera el riesgo de infección directa o indirecta por agentes patógenos debido a una exposición no intencional, con la liberación accidental o pérdida, y con el robo o mal uso o la liberación intencional de un agente biológico.
El agente biológico es cualquier microorganismo, incluyendo los modificados genéticamente, cultivos celulares y endoparásitos, que pueda originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad en los seres humanos, animales o plantas.
La evaluación del riesgo biológico del material que se va a manipular es fundamental para minimizarlo. Primero, es necesario identificar el tipo y el grado de peligro de los patógenos o agentes infecciosos potencialmente presentes en las muestras por medio de las siguientes consideraciones:
La evaluación de las características del agente en función del riesgo va de acuerdo a lo señalado por la la Organización Mundial de la Salud[2] el cual indica que puede ser: nulo, escaso, moderado o elevado considerándolo tanto a nivel individual como poblacional, esto nos permitirá establecer las condiciones de seguridad para disminuir los riesgos.
La determinación del nivel de seguridad del laboratorio permitirá manipular las muestras con el menor riesgo posible.
El establecer las posibles rutas de transmisión de los agentes infecciosos permite identificar los procedimientos potencialmente peligrosos y la elaboración de protocolos con menor riesgo. Las rutas de transmisión pueden ser directas o indirectas y se consideran las siguientes:
Exposición directa a piel, ojos o mucosas
Inoculación mediante objetos punzocortantes contaminados, como son: agujas, jeringas, navajas, pipetas de vidrio, y cualquier cristal que entre en contacto con agentes infecciosos. El cuidado en el manejo y desecho adecuado de estos objetos contaminados reduce el riesgo.
Ingestión de líquidos o por exposición mano contaminada a boca
Inhalación de aerosoles infectados. La mayoría de las manipulaciones de suspensiones de líquidos de microorganismos producen aerosoles. Los procedimientos que los producen incluyen abrir tubos, verter líquidos y pipetear. Las centrífugas pueden producir aerosoles. Las pequeñas partículas derivadas del aerosol se dispersan fácilmente en todo el laboratorio y pueden ser inhaladas.
Ingestión de líquidos o por exposición mano contaminada a boca
Inhalación de aerosoles infectados. La mayoría de las manipulaciones de suspensiones de líquidos de microorganismos producen aerosoles. Los procedimientos que los producen incluyen abrir tubos, verter líquidos y pipetear. Las centrífugas pueden producir aerosoles. Las pequeñas partículas derivadas del aerosol se dispersan fácilmente en todo el laboratorio y pueden ser inhaladas.
Finalmente, otras características importantes de los agentes biológicos a considerar para evaluar el riesgo biológico son:
Dosis de infección
Estabilidad del agente en el medio ambiente
Huéspedes posibles
Concentración del agente.
[1] "NORMA Oficial Mexicana NOM-087-ECOL-SSA1-2002 ...." Se consultó el agosto 4, 2020. http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/nom/087ecolssa.html.
[2] "Organización Mundial de la Salud (OMS)." Se consultó el agosto 4, 2020. https://www.who.int/es.
La Organización Mundial de la salud clasifica los peligros relativos que entrañan los microorganismos infecciosos en el trabajo de laboratorio en 4 grupos de riesgo:
Grupo de riesgo 1 (riesgo individual y poblacional escaso o nulo)
Agentes patógenos que tienen pocas probabilidades de provocar enfermedades en el ser humano. En este grupo se encuentran aquellos microorganismos, bacterias, hongos, virus y parásitos, que no causan enfermedades a trabajadores de laboratorio y animales (Figura 1).
Grupo de riesgo 2 (riesgo individual moderado, riesgo poblacional bajo)
Agentes patógenos que pueden provocar enfermedades a humanos pero que prácticamente no se transmiten entre individuos o al medio ambiente. Existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces que disminuyen el riesgo de propagación de la enfermedad. Dentro de este link encontrarás el listado de organismos que se encuentran dentro del grupo de riesgo 2, 3 y 4. Algunos ejemplos de ellos se encuentran en la Figura 1.
Grupo de riesgo 3 (riesgo individual elevado, riesgo poblacional bajo)
Agentes patógenos que, aunque provocan enfermedades graves a humanos, no se propagan fácilmente entre individuos. Además, existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces para controlar la enfermedad. Figura 1.
Grupo de riesgo 4 (riesgo individual y poblacional elevado)
Agentes patógenos que no solo provocan enfermedades graves en el ser humano, sino que se transmiten fácilmente de un individuo a otro, directa o indirectamente. Normalmente no existen medidas preventivas y terapéuticas eficaces.
Una vez determinado el grupo de riesgo, es necesario trabajar en las instalaciones adecuadas que corresponden a cada uno. Se consideran cuatro niveles de Bioseguridad correspondientes a cada grupo de riesgo: laboratorio básico – nivel de bioseguridad I; laboratorio básico – nivel de bioseguridad II; laboratorio de contención – nivel de bioseguridad III, y laboratorio de contención máxima – nivel de bioseguridad IV.
A continuación, estableceremos las características de los Laboratorios de Bioseguridad.
Laboratorio de Bioseguridad Nivel I (BSLI)
Es el laboratorio que presenta características básicas para realizar prácticas estándares con patógenos que presentan un bajo riesgo de producir enfermedades.
Estos laboratorios deben contar con puertas para control del acceso, tarja para el lavado de manos, materiales fáciles de limpiar en muebles y piso y cubiertas del mobiliario resistentes al calor y a los diferentes reactivos utilizados en el laboratorio.
El personal que trabaja en este tipo de laboratorio debe portar batas, guantes y, si se considera necesario, protección para los ojos. Nunca debe portar la bata y guantes fuera del laboratorio. Las batas deben ser esterilizadas o desinfectadas en una solución de cloro al 10% antes de lavarse. Cuando se trabaja material con riesgo biológico, aunque sea mínimo, es necesario lavarse las manos después de quitarse los guantes y antes de salir del laboratorio.
Laboratorio de Bioseguridad Nivel II (BSLII)
Este tipo de laboratorio es adecuado para manejar agentes con riesgo moderado que pueden causar enfermedad por ingestión o a través de inoculación o exposición a mucosas. Los laboratorios de este tipo deben contar con acceso restringido, puertas que se puedan cerrar, un gabinete de bioseguridad, una estación de lavado de ojos y una tarja localizada cerca de la puerta de salida. El sistema de ventilación no debe recircular el aire a otros espacios.
Dentro de las instalaciones deben estar accesibles los protocolos y métodos para descontaminar en caso de un derrame o que sea necesario sacar los equipos.
La señalización, ubicada a la entrada del laboratorio, que indica riesgo biológico-infeccioso debe incluir el teléfono del investigador responsable y requerimientos especiales para entrar al laboratorio.
Las personas que trabajen en un laboratorio de este tipo deben ser informadas de los posibles riesgos biológicos y entrenadas y supervisadas por personal calificado. Para trabajar deben portar bata, guantes y, en caso de mayor riesgo, mascarillas y protectores de ojos. Deben conocer el manual de bioseguridad específico para el laboratorio.
El material potencialmente infeccioso debe ser colocado en un contenedor durable y seguro durante la recolección, manejo, almacenamiento y transporte.
El gabinete de seguridad debe ubicarse lo más lejos posible de puertas y sistemas de ventilación. Antes de trabajar, es necesario limpiar el gabinete y posteriormente prenderlo durante 15 minutos. Es importante trabajar a 10 cm dentro del gabinete y utilizar movimientos lentos y directos.
Los derrames relacionados con material infeccioso presentan un alto riesgo pues pueden contaminar al personal del laboratorio. Estos derrames deben ser controlados inmediatamente y descontaminar el área expuesta por personal calificado. Antes de descontaminar el área es importante que el personal determine el grado de riesgo en relación con el volumen, la concentración potencial del patógeno, su toxicidad y la enfermedad relacionada, la posibilidad de que se generen aerosoles y la ruta de infección.
Cuando se genera un derrame es necesario avisar al responsable del área y evacuar el lugar. En caso de que se generen aerosoles, cerrar las puertas y evitar la entrada durante 30 minutos. Posteriormente, al entrar al área con la ropa adecuada (guantes, bata, zapatos cubiertos y protección ocular) y utilizar el kit de derrame (material absorbente, solución desinfectante (10% de solución blanqueadora), tenazas, bolsas rojas y contenedores de material punzocortante. Todo el material desechable utilizado debe ser desechado como residuo biológico-infeccioso.
Laboratorio de Bioseguridad Nivel III (BSLIII)
El Nivel 3 de Bioseguridad se aplica a instalaciones como clínicas de diagnóstico, enseñanza, investigación, o producción, en las cuales se manipulan agentes nativos o desconocidos, que pueden ocasionar enfermedades severas o potencialmente fatales por la exposición mediante inhalación. El personal de laboratorio tiene entrenamiento específico en el manejo de agentes patógenos o potencialmente tales y son supervisados por científicos competentes que tienen experiencia en el trabajo con estos agentes.
En este Nivel se incluyen microorganismos cuyo potencial de infección por aerosoles es real y el daño puede tener consecuencias serias o fatales. La autoinoculación y la ingestión también representan riesgos primarios para el personal que trabaja con estos agentes.
Todos los procedimientos que involucran el manejo de material infeccioso se llevan a cabo dentro de gabinetes de seguridad biológica u otro equipo de contención física y el personal que lo realiza utiliza ropa de protección personal apropiada. El laboratorio cuenta con instalaciones de diseño y características específicas. Para conocer más te sugerimos seguir esta liga, donde encontrarás las características y las prácticas microbiológicas estándar, prácticas especiales, equipos de seguridad (barreras primarias), Instalaciones de laboratorio (barreras secundarias) y dos tablas de niveles de seguridad de agentes infecciosos y de animales infectados:
http://depa.fquim.unam.mx/bioseguridad/bio/bio_nivel03.html
Laboratorio de Bioseguridad Nivel IV (BSL IV)
El nivel 4 de bioseguridad debe utilizarse para trabajar con microorganismos exóticos de alta peligrosidad, capaces de producir infecciones graves y hasta mortales en el personal del laboratorio. Para todas las actividades a este nivel, se requieren cabinas de seguridad biológica clase III, prácticas microbiológicas rigurosas y un laboratorio con diseño especial, para evitar la diseminación de microorganismos en el medio ambiente. Puedes seguir este link para mayor información sobre las características y prácticas microbiológicas estándar, prácticas especiales, equipos de seguridad (barreras primarias), Instalaciones de laboratorio (barreras secundarias) y dos tablas de niveles de seguridad de agentes infecciosos y de animales infectados: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-25562005000100010
Revisa el siguiente video que explica los cuatro laboratorios de bioseguridad. Disponible en:
Las instituciones de docencia e investigación deben contar con un comité de Bioética cuyas funciones son emitir los lineamientos de bioseguridad y orientar y vigilar el cumplimiento de las reglas y de las buenas prácticas biológicas incluyendo el manejo adecuado de los sujetos utilizados en la investigación.
Antes de comenzar el trabajo con animales es necesario elaborar un protocolo que debe ser revisado y aprobado por el comité de bioética de la institución. En general, el protocolo debe contar con la siguiente información:
Título del proyecto, datos del investigador responsable y de las personas involucradas en el manejo de los animales, especies animales a utilizar, número de individuos y, si son animales de bioterio, edad, género y peso. La justificación y el objetivo del uso de animales en el proyecto son fundamentales y, si es posible, justificar el número de animales con una base estadística. Para animales silvestres, es determinante incluir la información de los posibles patógenos de la especie y el riesgo biológico. La descripción del proceso experimental es necesaria tanto para animales de bioterio (rata, ratón, cobayo, hámster, etc) como silvestres. En caso de animales de bioterio, es fundamental describir las condiciones de crianza. La descripción del uso de analgésicos y anestésicos y el proceso de eutanasia se realizará en caso necesario conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-062-ZOO-1999.[3]
Finalmente, es importante establecer la experiencia del personal y su seguridad y el compromiso del investigador principal para garantizar un uso ético de los animales.
MANEJO DE ANIMALES PARA INVESTIGACIÓN
La preocupación por el bienestar de los animales de laboratorio o silvestres que se utilizan para experimentación o toma de muestras se manifestó en años recientes. En la ley de general de bienestar animal (México, abril 2018) se define al bienestar animal como el conjunto de condiciones que le permiten al animal a lo largo de su vida su sano desarrollo físico, de comportamiento y natural, así como el conjunto de actividades encaminadas a proporcionar comodidad, tranquilidad, protección y seguridad a los animales durante su crianza, mantenimiento, explotación, transporte y sacrificio. En el título 5 capítulo III artículo 62 se establece que quedan prohibidas las prácticas de disección, vivisección y experimentación con animales con fines docentes o didácticos en todos los niveles de enseñanza. La experimentación con animales es éticamente admisible cuando su propósito está vinculado a la obtención de un bien mayor, como es la salud humana o animal
A finales de los 50s, el zoólogo W. Rusell y el microbiólogo R. Burch formularon la doctrina de las “Tres R” para la investigación animal:
Reemplazar; sustituir animales por otros modelos
Reducir; considerar el mínimo de animales necesarios para el experimento
Refinar; es decir, disminuir la incidencia y severidad de los procedimientos utilizados en los animales.
Los métodos de reemplazo: El objetivo de estos métodos es evaluar la posibilidad de obtener resultados científicos sin la utilización de animales. Aunque no ha sido posible prescindir absolutamente de los animales de experimentación, existen métodos: fisicoquímicos, modelos matemáticos y computacionales, y uso de cultivo de tejidos), entre otros.
Los métodos de reducción: El objetivo de estos métodos es establecer un diseño experimental adecuado para reducir el número de animales sin perder la información relevante. Para la docencia se pueden utilizar videos educativos o métodos alternativos de simulación..
Los métodos de refinamiento: El objetivo de estos métodos es minimizar el dolor de los animales sin comprometer el resultado del experimento. La mejora en las condiciones de vida y dieta, el uso de analgésicos y el diseño adecuado para utilizar los métodos menos invasivos y dolorosos también repercutirá en la obtención de resultados más confiables. .
Esta doctrina también se debe considerar cuando se trabajo con fauna silvestre.
Manejo de animales de laboratorio.
Los animales de laboratorio deben ser criados y sacrificados de acuerdo a la ley general de bienestar animal. Su manejo debe ser llevado a cabo por personal capacitado.
Cuando la experimentación incluye la inoculación de patógenos, se debe evaluar el riesgo biológico para trabajar con las precauciones necesarias.
Manipulación de fauna silvestre; colecta de ejemplares, de muestras de tejido o sangre, y de heces fecales
Cuando se manipula fauna silvestre en el campo existe un riesgo potencial de exposición a zoonosis, es decir, enfermedades que pueden ser transmitidas por animales al ser humano.
Medidas para minimizar el riesgo de transmisión de patógenos y riesgo de contaminación cruzada entre organismos y/o muestras.
Es fundamental determinar si la especie relacionada con la colecta constituye un riesgo biológico. La revisión de la información relacionada con la existencia de posibles agentes zoonóticos en muestras o en animales relacionados con la colecta y la posibilidad de infecciones y sus consecuencias relacionadas con la salud humana y/o la dispersión a otros animales contribuirá a una mejor evaluación del riesgo biológico..
Al conocer la patogenicidad de los probables patógenos, las rutas naturales de infección y, si es posible, la estabilidad del patógeno en el ambiente se podrán establecer los requerimientos relacionados con el manejo del riesgo biológico. Estos requerimientos están relacionados con el uso de ropa de trabajo adecuada y el establecimiento de un protocolo que contemple su manejo, almacenamiento en el campo, transporte y almacenamiento en el laboratorio. Las muestras colectadas que serán analizadas en el laboratorio deben colocarse en recipientes adecuados, sellados y etiquetados con toda la información necesaria.
En la colecta de material en el campo también es fundamental utilizar la ropa adecuada. Para el manejo de primates, roedores, murciélagos y aves de corral o acuáticas, incluyendo el manejo de animales enfermos o anestesiados, es necesario portar mascarilla, careta o lentes protectores y ropa de trabajo incluyendo zapatos lavables. En la colecta de heces u orina siempre es necesario portar guantes,
Las medidas sanitarias para reducir el riesgo de exposición incluyen utilizar suministros desechables cada vez que sea posible, desinfectar todo el equipo, muestras, jaulas y trampas, lavarse manos y muñecas después de quitarse los guantes y cambiarse la ropa y los zapatos antes de subirse a su vehículo. Es fundamental no comer ni beber mientras se usa la ropa de trabajo ni en áreas donde haya animales, sus residuos o productos. No llevarse la ropa de trabajo utilizada a casa si no es esterilizada previamente. En el área de trabajo deben estar disponibles un botiquín de primeros auxilios y tratamientos efectivos. La disponibilidad de tratamientos efectivos puede incluir inmunización pasiva y vacunación post exposición, antibióticos y agentes quimioterapéuticos. Es importante que los protocolos con los procedimientos establecidos para responder a una mordedura, corte, perforación u otras lesiones que resulten en una posible exposición a zoonosis estén disponibles en el área de trabajo.
MANEJO DE PLANTAS
Durante el manejo de plantas silvestres el riesgo biológico está principalmente relacionado con la introducción de plantas o patógenos potencialmente invasores, Se recomienda establecer un diseño experimental para transportar el mínimo de material vegetal a los laboratorios siempre en cajas cerradas que impidan la dispersión del material, especialmente si son flores o semillas.
Al llegar al laboratorio, es necesario fumigar el material y posteriormente, una vez concluido el trabajo, desechar el material por incineración o regresar el material vegetal al sitio de origen.
MANEJO DE ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS
Un organismo genéticamente modificado (OGM) puede ser un animal, planta, hongo y microorganismos, que tenga incorporado en su genoma secuencias de ADN derivadas de otro organismo como resultado del uso de la biotecnología moderna. Es decir, los OGMs o organismos transgènicos son portadores de DNA foráneo introducido por en el laboratorio. El manejo de OGMs en el laboratorio para investigación y docencia conlleva un riesgo adicional al evaluado para el organismo portador. Es necesario, para evaluar el riesgo completo del OGM y determinar el nivel de bioseguridad, conocer la naturaleza del ADN incorporado y las propiedades del entorno. El conocimiento de las propiedades del ADN a insertar es fundamental porque el producto puede ser tòxico o tener graves repercusiones en el ambiente. Todos los residuos derivados de la experimentaciòn con OGMs deben ser considerados desechos biológico-infecciosos.
[3] "NOM-062-ZOO-1999." http://publico.senasica.gob.mx/?doc=743. Accessed 4 Mar. 2021.
Referencias:
Guide for the care and use of laboratory animals, 2011. 8 Edition. National Academies Press, Washington DC
Lineamientos para la Investigación que Involucra Moléculas de ADN Recombinante (Guidelines for Research Involving Recombinant DNA Molecules -http://www4.od.nih.gov/oba/guidelines.html; January 2001)
Manual de Bioseguridad en el Laboratorio, 2005. 3ra Edición, Organización Mundial de la salud, Ginebra,