Rubén Darío - Que el amor no admite cuerdas reflexiones

Señora, Amor es violento,

y cuando nos transfigura

nos enciende el pensamiento

la locura.


No pidas paz a mis brazos

que a los tuyos tienen presos:

son de guerra mis abrazos

y son de incendio mis besos;

y sería vano intento

el tornar mi mente obscura

si me enciende el pensamiento

la locura.


Clara está la mente mía

de llamas de amor, señora,

como la tienda del día

o el palacio de la aurora.

Y el perfume de tu ungüento

te persigue mi ventura,

y me enciende el pensamiento

la locura.


Mi gozo tu paladar

rico panal conceptúa,

como en el santo Cantar:

Mel et lac sub lingua tua*.

La delicia de tu aliento

en tan fino vaso apura,

y me enciende el pensamiento

la locura.


*Miel y leche bajo tu lengua (frase tomada del texto bíblico Cantar de los cantares)