Rubén Darío - Raza

Hisopos y espadas

han sido precisos,

unos regando el agua

y otras vertiendo el vino

de la sangre. Nutrieron

de tal modo a la raza los siglos.


Juntos alientan vástagos

de beatos e hijos

de encomenderos con

los que tienen el signo

de descender de esclavos africanos,

o de soberbios indios,

como el gran Nicarao, que un puente de canoas

brindó al cacique amigo

para pasar el lago

de Managua. Esto es épico y es lírico.