Rubén Darío - Vesperal
Rubén Darío - Vesperal
Ha pasado la siesta
y la hora del Poniente se avecina,
y hay ya frescor en esta
costa, que el sol del Trópico calcina.
Hay un suave alentar de aura marina,
y el Occidente finge una floresta
que una llama de púrpura ilumina.
Sobre la arena dejan los cangrejos
la ilegible escritura de sus huellas.
Conchas de color de rosa y de reflejos
áureos, caracolillos y fragmentos de estrellas
de mar, forman alfombra
sonante al paso en la armoniosa orilla.
Y cuando Venus brilla,
dulce, imperial amor de la divina tarde,
creo que en la onda suena,
o son de lira, o canto de sirena.
Y en mi alma otro lucero como el de Venus arde.
Rubén Darío en Poema del otoño y otros poemas [1910]