INICIO
A: “Este es el Sacramento de nuestra fe.”
R: “Anunciamos tu Muerte, proclamamos tu Resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!”
LECTURA DEL EVANGELIO
L: “Durante la cena, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: ‘Tomen y coman; esto es mi cuerpo’. Tomó luego un cáliz y, después de dar gracias, lo dio a los discípulos diciendo: ‘Beban todos de él, porque ésta es mi sangre, la sangre de la alianza, pues se derrama por todos para el perdón de los pecados. Les digo que a partir de ahora no beberé más de este fruto de la vid hasta el día aquel en que beba con ustedes un vino nuevo en el Reino de mi Padre.”’ (Mt 26,26-29).
REFLEXIÓN
A: San Mateo nos presenta la Pascua que es Comida Nueva. La Cena de Jesús queda fijada en las palabras y gestos que Jesús hizo durante esta última cena. Es la Institución de la Comida Eucarística. Siempre que la Iglesia se reúne, el Pan que allí se come es el Cuerpo de Cristo. El cáliz es Sangre que se viene a derramar por muchos. Jesús es ahora Pascua, es el único Camino de los humanos a la Vida. Su Sangre derramada dirige, sin cesar, a las personas y la humanidad hacia el Banquete del Reino. El mandato de celebrar la Comida Eucarística, en la que Él está realmente presente, la Iglesia lo realizará hasta el día en que el Reino de Dios esté totalmente realizado. (Silencio).
ORACIÓN
T: Padrenuestro, Ave María, Gloria.
CANCIÓN