INICIO
A: “Este es el Sacramento de nuestra fe.”
R: “Anunciamos tu Muerte, proclamamos tu Resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!”
LECTURA DEL EVANGELIO
L: “Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Vendían sus posesiones y haciendas y las distribuían entre todos, según las necesidades de cada uno…; partían el pan en las casas y compartían los alimentos con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y se ganaban el aprecio de todo el pueblo. Por su parte, el Señor cada día agregaba al grupo de creyentes aquellos que aceptaban la salvación” (Hech 2,44-47).
REFLEXIÓN
A: La expresión “los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma” (4,32) destaca la unidad en la comunidad de bienes: “Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común.” Ningún cristiano consideraba su propiedad personal como posesión exclusiva; el egoísmo y el acumular riquezas no compaginaban con la celebración eucarística. San Lucas no se detiene a explicar en qué consistía esta posesión común de bienes; lo que le interesa es describir el compromiso social que implicaba participar de la Fracción del Pan. Los últimos versículos de este texto indican la casa como el lugar propio de la reunión de los cristianos y no el templo de Jerusalén. El crecimiento rápido de la comunidad cristiana es signo de la acción y presencia del Espíritu Santo en ella. (Silencio).
ORACIÓN
T: Padrenuestro, Ave María, Gloria.
CANCIÓN