INICIO
A: “Este es el Sacramento de nuestra fe.”
R: “Anunciamos tu Muerte, proclamamos tu Resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!”
LECTURA DEL EVANGELIO
L: “Jesús añadió: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne. Yo la doy para la vida del mundo… Yo les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él” (Jn 6,51.53-56).
REFLEXIÓN
A: Jesús se presenta como el Alimento del que sigue el camino de la fe. La fe nos conduce a Jesús, como Palabra de Dios y como Carne y Sangre ofrecidos por la vida del mundo y comidos por el creyente. Jesús habla de comer su carne y beber su sangre. El discurso se dirige claramente a la Eucaristía. Por eso, Jesús añade despejando toda duda: “Mi Carne es verdadera Comida y mi Sangre verdadera bebida.” Este Alimento es don del amor de Jesucristo. A través de esta Comida se da una unidad tal entre Jesús y el discípulo que se puede comparar a la vida entre la suya y el Padre. Gracias Jesús por ser Pan partido para la Vida del mundo. (Silencio).
ORACIÓN
T: Padrenuestro, Ave María, Gloria.
CANCIÓN