La colaboración entre Nvidia y Microsoft fue crucial en el nacimiento de la Xbox original. A finales de los años 90, Microsoft decidió entrar en el mercado de las consolas de videojuegos para competir con Sony y Nintendo. La Xbox fue lanzada el 15 de noviembre de 2001
Nvidia jugó un papel fundamental al encargarse de los gráficos de la consola. La Xbox original utilizaba una arquitectura x86, similar a la de los ordenadores personales, lo que la hacía única en comparación con otras consolas de la época1. Esta colaboración permitió a Microsoft ofrecer una consola con capacidades gráficas avanzadas, lo que fue un factor clave en su éxito inicial
A finales de los años 90, Microsoft observó el creciente mercado de las consolas de videojuegos y decidió que quería una parte de ese mercado. La empresa ya tenía experiencia en software y sistemas operativos, pero incursionar en el hardware de consolas era un desafío nuevo. La idea era crear una consola que no solo compitiera con la PlayStation 2 de Sony y la GameCube de Nintendo, sino que también aprovechara la experiencia de Microsoft en el desarrollo de software.
A finales de los años 90, Microsoft observó el creciente mercado de las consolas de videojuegos y decidió que quería una parte de ese mercado. La empresa ya tenía experiencia en software y sistemas operativos, pero incursionar en el hardware de consolas era un desafío nuevo. La idea era crear una consola que no solo compitiera con la PlayStation 2 de Sony y la GameCube de Nintendo, sino que también aprovechara la experiencia de Microsoft en el desarrollo de software.
Para lograr gráficos de alta calidad, Microsoft se asoció con Nvidia, una empresa que ya era conocida por sus tarjetas gráficas para PC. Nvidia desarrolló el procesador gráfico (GPU) para la Xbox, conocido como NV2A. Este GPU estaba basado en la arquitectura de la serie GeForce 3 de Nvidia, lo que permitió a la Xbox ofrecer gráficos avanzados y efectos visuales que eran impresionantes para la época.