Entre el año 1979-80, Loren Carpenter trabajaba en Boeing, y tenía el encargo de una imagen promocional de la compañía, y su reto era la montaña que la compañía deseaba para el póster, y que ésta se viera real, no hecha en una computadora (vaya pedido para la tecnología de la época).
Loren Carpenter escuchó entonces hablar sobre las matemáticas fractales de Benoît Mandelbrot. es decir, de cómo son entidades matemáticas presentes en todas partes: son el producto de la repetición de un proceso geométrico elemental que da lugar a una estructura final de una complicación extraordinaria. Habiendo muchos distintos, pues un fractal de una nube no es el mismo que el de un árbol. Durante semanas estuvo creando un algoritmo para aplicar los fractales a las animaciones de computadora. Lo logró, y el resultado lo explicó en la SIGGRAPH de 1980, donde además presentó su primer animación creada con fractales.