Otro hecho destacable de la historia de la realidad virtual es en 1961, cuando Corneau y Bryan construyeron lo que se considera el primer casco de realidad virtual. Funcionaba con un sistema de sensores magnéticos, incorporando ya muchos de los elementos que engloba lo que hoy conocemos como realidad virtual: aislamiento, libertad de perspectiva y una experiencia sensorial inmersiva.
Sólo un año más tarde, Morton Heilig presentó al Sensorama, un ambicioso reproductor de contenido audiovisual donde el usuario encajaba la cabeza para vivir una experiencia tridimensional donde incluso se reproducían olores. Fue un dispositivo mecánico, anterior a la electrónica digital.
En 1965 sentó las bases de un sistema multisensorial basado en un ordenador. En 1968, Ivan Shutherland, con la ayuda de su estudiante Bob Sproull creó lo que fue considerado en la historia de la realidad virtual como el primer casco de RV o head-mounted display (HMD) para su uso en simulaciones inmersivas.
Era primitivo tanto en términos de interfaz de usuario como en realismo. El casco que el usuario llevaba era tan grande que necesitaba ser suspendido del techo. Los gráficos que comprendían el entorno virtual en el que se encontraba el usuario consistían en simples habitaciones de modelos renderizadas a partir del algoritmo wireframe. El dispositivo fue llamado The Sword of Damocles.