Xopúte jñatjo
Rufino Benítez Reyna
¿Mbeka gi kjadyaba?
¿Joko gi jichi jñatjo?
¿Mbeka ni xitsiji xopúte jñatjo?
¿Mejme gi xopú yeje jñaa yo t’ii?
¿O maxke dyabo jñangistia?
¿Neko dyaka ra mbaraji jñatjo,
ngeko dyaka ra xorúji jñatjo?
¿Kjo dya gi mange?:
¡Ngesko ri xopúte jñatjo!
Numa, mbekja dya gi jizhi jñatjo,
mbekja dya gi xopú yo t’ii ra xorúji jñatjo.
¿Kjo dya ngeko ni tsichige kja ngunxorú?
¿Kjo dya gi mange ma mi tsichi, mi ngeske jñatjo? numa, ¿mbekjadya ndudya yai gi pepji dyaka gi jizhi jñatjo?
¿Mbekjadya gi ompú yo ni tee?, gi mama gi xopúte jñatjo ma dya menko, ma dya gi ñaa jñatjo.
Zona, chjúmbeñe, dyaka gi ompú ni dyoji ko kärä kja jñiñi, dyaka gi ompú yo tee ko mejme ñaa jñatjo.
Ya na jodya, ¡Pepji!, jichi jñatjo yo t’ii ko gi xopú, ngeko ni pepjigeka, pa ri yeche
yeje jñaa, pa ri xosi yo in jñagoji, dya pa ri potú yo in dyokjojme.
Jichi yo t’ii nza ga yeje jñaa, dya jñexto nu jñangistia ka ri jizhi nde xi ri jizhi nu jñatjo ka go zogúji yo in mboxgandeji.
Xopúte, ¿ya gi zona na joo yo ni b’epji ko gi átá?, ¿mejme gi nege yo jñatjo o maxke iyo? Ma mejme gi nege yo jñatjo, zonú, chjúmbeñe, dyaka gi ompú yo tee ma gi mama gi xopúte jñatjo, ndo dya gi jichi yo t’ii ra xorúji jñatjo.
Xopúte jñatjo, yai na jodya ra xorúji in jñagoji, yai na jodya mejme ra yecheji yeje jñaa, yai na jodya ra xorúji in jñagoji ngeko ra jichigoji yo t’ii ko xorú kja ngunxorú nu jango ri pepjigoji.
Xopúte jñatjo, dyaka gi tseje, zonú, chjúmbeñe, mbeka in b’epjigoji, mbeka ni xitsiji maestro bilingüe, mbeka ni xitsizúji maestro indígena.
Zonújme kjo mejme ri maestrojme bilingüe, kjo mejme ri xopútejme kja nu educación indígena o maxke ri kuarrajme.
Ri mango yo jñayo ngeko mejme ra átájme in b’epjijme, mejme ra yecheji yeje jñaa, mejme ra jichiji yo t’ii ra xorúji nu jñatjo ñeje nu jñangistia.
Ngeko angezeji mazi ra mbaraji na joo, mazi ra yecheji yeje jñaa ndo ma jango ga moji dya ra tseji, nanka angezeji ra mbaraji yeje jñaa.
Xopúte, miti juentske ma ri mango na jñaa ka dya ga joo, ma ri mango na jñaa ka sichi ni múbú.
Mara, ko ri mangoba mejme, ngeje yo kjogú nudya yo paa, nudya nu paa yo xopúte, nudya átáji na mbaxua pa nuskojme.
¿Mejme ni jiodú ra dyátáji na mbaxua pa nuskojme?
¿Mejme ri jichiji na joo yo t’ii?
¿Ri jizhijme nza ga yeje jñaa?
¿O maxke ri potújme in jñagojme ma jñexto ri jizhijme nu jñangistia?
Xopúte, zonú na joo, chjúmbeñe, dyaka gi ompú yo ni dyoji, jichi yo t’ii ra xorúji nu jñaa jñatjo ndo dya ra tseji nzakjasgojme, zo jango nde rga moji, ra xosúji yo chëëji ndo ra ñaji na joo.
Xopúte jñatjo, dya gi tseje, jichi yo t’ii ra xorúji nu jñaa jñatjo ndo texe yo tee ko kärä kja nu xoñijumú mi ta netseji, nanka gi xosú nu jñaa jñatjo ndo dya gi jiezi ro ndüü.
Xopúte jñatjo, jichi jñatjo texe yo t’ii ko kärä kja nu xoñijumú, ndo dya ra tjeze in
jñagojme.
Maestro bilingüe
Rufino Benítez Reyna
Maestro bilingüe, ¿qué haces aquí?
¿A quién enseñas mazahua?
¿Por qué te llaman maestro bilingüe?
¿En verdad enseñan dos lenguas a los niños,
o, solamente el español?
Para que ya no sepan el mazahua, para que ya no estudien el mazahua
Tú no siempre dices: ¡Soy maestro bilingüe!
¡Entonces, por qué no enseñas el mazahua, el purépecha, el zapoteco o el otomí?
¿Por qué no enseñas a los niños a aprender una lengua indígena?
¿Qué acaso no fue una de las razones por la que ingresaste al magisterio indígena?
¿Qué acaso cuando ingresaste no afirmaste ser mazahua, purépecha, zapoteco u otomí?
Entonces, ¿por qué ahora que eres maestro de educación indígena no enseñas el mazahua?
¿Por qué engañas a tu propia gente?
Cuándo dices ser maestro mazahua, cuándo eso es falso ¡Si no hablas el mazahua!
¡Piensa, reflexiona! ¡Ya no mientas a tus hermanos de este pueblo, ya no avergüences a las personas que en verdad son hablantes de una lengua indígena!
¡Ya es tiempo! ¡Trabaja! ¡Enseña el mazahua a los niños que están a tu cargo! ¡Para eso ingresaste a educación indígena, para ser un verdadero maestro bilingüe, para revalorar nuestra lengua…no para matarla!
¡Enseña a los niños las dos lenguas! ¡No solamente el español, también enseña el mazahua, que nos heredaron nuestros bisabuelos!
¡Maestro mazahua!
¿Ya has reflexionado bien tu deber de ser? ¿En verdad amas a tu lengua, amas a tú pueblo?
Si en verdad amas a tu lengua y a tu pueblo, ¡piensa, reflexiona! ¡Ya es tiempo de aprender nuestra lengua! ¡Ya es tiempo de ser unos verdaderos maestros bilingües, orgullosos de ser indígenas, de hablar una lengua!
¡Ya es tiempo de hablar nuestra lengua, de enseñar a los niños el mazahua, el purépecha, el zapoteco, el otomí y otras lenguas!
¡Maestro bilingüe! ¡Ya no te avergüences, piensa, reflexiona! Cuál es nuestro deber, por qué somos maestros bilingües, por qué somos maestros de educación indígena
Reflexionemos bien si somos maestros bilingües, si somos maestros de educación indígena o, somos unos usurpadores.
Expreso este pensamiento, para que en verdad cumplamos con nuestro deber, en verdad seamos maestros bilingües, en verdad enseñemos a los niños una lengua indígena. Para que los niños aprendan bien, para que sean bilingües y a donde quiera que vayan y estén, no se avergüencen, porque ellos, serán unos verdaderos bilingües, ¡orgullosos de su lengua!
¡Maestro bilingüe! Perdónenme si lo que expreso no es bueno, si lo que pienso y digo les hiere el corazón, pero, lo que hoy digo aquí, es verdad, es lo que sucede en estos días.
¡Maestro bilingüe! ¡Ya no te avergüences de tu lengua, de tu origen, enseña a los niños a ser bilingües y toda la gente de este universo te lo agradecerán, por haber cumplido con tu misión, por haber revalorado una lengua, por no dejar que se extinguiera!
¡Maestro bilingüe! ¡Reflexiona todo lo que te he dicho! ¡Enseña el mazahua a los niños y no habremos de extinguirnos!
Tejedora de mundos
Luis Capetillo
Arma de dos filos, escudo de la fe, sirvienta de almas condenadas a vivir, sastre de destinos, tejedora del mundo, araña que acumula historias, soy mujer de viento que no olvida, mujer que baila al ritmo de mi arma, soy la que construye sueños que nunca mueren.
Sueño de medio día
Luis Capetillo
Es lunes y es medio día. Espero. Sigo esperando por una mano que me toque, acaricie las cicatrices de mi cuerpo ardiente de tanto sol.
He sido la muñeca de alguien, un sueño, un silencio, una herida…
Es medio día y el sol anuncia una danza, es la danza de una mano siendo conducida por las más íntimas fibras del calor abrasante de anhelos enmarañados girando sin parar.
Ahora me convierto en la mano que me elige, de entre tantas, y en esa mano que ahora soy hay un destino que voy hilando despacio, danzando hasta la muerte, en una danza misteriosa y apacible, meciéndose al compasivo ritmo del líquido vital de la avena descubriendo un latido.
Son mis entrañas expuestas las que amarro a un árbol y afino cual cuerdas infinitas de un instrumento sagrado.
Es la sinfonía que comienza en la orfandad de mis silencios, cual aves errantes esperando ser liberadas para al fin encontrar el regreso a casa.
Esta es el arma cósmica de mi destino siendo expulsado por la raja del mundo.
Y mi cuerpo abatido de tanta vida está listo para parir lo que vuelvo a ser. La muñeca de alguien, un sueño, un silencio, una herida.
El cosmos en un pedazo de tripa esperando al ávido lector de los misterios insoldables de mis cicatrices.
Tardes lluviosas del alma
Luis Capetillo
La esperanza de dar a luz sigue presente, la madre está llena de bendiciones para el hombre, he sido el loco despilfarró de la sociedad, el que cura, el que no es consciente de que el hombre muere cada día, el que sueña que los campos enverdecen y no mueren, el que despierta y piensa que todo es un sueño, el que muere y no es capaz de vivir.
El despertar del hierro
Luis Capetillo
Mañanas donde la niebla es el manto que da fuerza para devorar los frutos y dar comienzo a un nuevo ciclo.
Veo a los espíritus danzando a mi alrededor. Se van reuniendo poco a poco para ser instruidos en los misterios revelados solo a los seres de la niebla, danzantes de la bruma abismal, guardianes que cabalgan sin fin hacia el horizonte improbable.
¿Estamos condenados al fin de los ciclos,
morirán los seres de la niebla dando paso a un festín de ilusiones consumiéndonos,
se extinguirá el ayudante místico que alimenta el sueño de la tierra?
No nos rendiremos ante la tempestad del frio calculando nuestra destrucción.
Yo también soy el frío mostrando la avidez de mis necesidades de volver a comenzar o caer al limbo de la hambruna y el caos.
Por eso muerdo y corto.
Soy un peligro para quien no conoce, pues soy el misterio de la navaja afilada del sacrificio. Yo soy todos y todos son yo y mi fuerza divina.
No me rendiré ante la tempestad del abismo, soy la cabra sagrada de los acantilados del tiempo, aquella que conduce la mano del hombre al inicio del mundo.
Soy el momento que quisieras que muriera y no muere.
Soy el león de tus angustias sedientas de olvido, reprimiendo tus temores de dejar de ser.
Y no muero.
Fui y seguiré siendo antes que tú, pues mi filo fue forjado para mantener la llama viva de aquello que en tu cinismo niega que existe.
Sin embargo, estoy vivo.
Cantando y danzando con los seres de la niebla un día más.
Ciclos
Luis Capetillo
El niño envuelve el misterio de dar vida todos los días, levantarse desde muy temprano, para dar comienzo al quehacer, sacudir el tálamo de la vida para ponerlo a nixtamalizar, comienzo a darle pequeñas palmadas en su cuerpecito hasta que el niño muere para dar vida al otro, voy y junto el ocote para encender el vientre del nuevo dador de vida, persigno la cuna cubierta de sabanas bordadas con hilos coloridos, ahí es donde el niño reposa, calientito se mantiene para que su vida se prolongue y de frutos.
Historia de un nacimiento
Luis Capetillo
Es muy de mañana, mi madre se prepara para dar inicio al ritual de todos los días, ella es la abeja reina, la paridora de miles de símbolos que hablan del tiempo, ciclos que emanan el calor y poder del alimento.
Estoy quietecita a la espera de mi turno, sé que en cualquier momento seré yo la que entre sus manos vaya tomando la forma de sus sueños, sus preocupaciones, sus ganas de hablar con alguien, tal vez, sus ganas de tener un momento a solas.
Va amasando mi cuerpecito, me acurruco entre sus manos húmedas, apenas me percibe, no soy la única, antes y después de mí habrá más.
Sé que solo tengo este pequeño momento para estar cerca de ella y lo disfruto, lo disfruto tanto porque he deseado este momento desde que el ritual inició.
Entonces me voy convirtiendo en la niña divina, mi forma es la de su vientre engendrando vida, la del sol calentando este vasto espacio inundado de la promesa del fruto, la de la luna contando historias para seguir soñando, y esta niña en algún momento se unirá a alguien para seguir dando vida, para prolongarla.
Seré la fuerza imperecedera de los espíritus de la niebla dándome las gracias por existir.
Nrixu k’u gi maa
Omar Eleuterio Monroy
Ma gi xits’i k’u diakxi mi ts’iya in m’ub’u,
in zak’ú o mbii na punkjú
in ngero o uéé
in m’ub’u o nruu.
Ro nzhodú na punkjú
ro onú e jiarú,
e nrajma,
e jomú
jingua diakxi mi ts’iya.
E nrajma dia nrúrú
dia kjoko go jñaa
dia kjoko go nada.
Ngeje a kjanu jango uéé kjogu ye paa
in m’ub’ú o mimi na yeje
in zak’u go májá
nank’u xi ri b’úb’ú,
xi ri nzhod’ú,
xi ri jñaa,
xi ri májá.
In m’úb’ú go mama
ra ts’iayats’ú,
ñe ra tepk’e,
ga kja ne diebe
nu nzhogú tsema ts’ema.
nrixu k’u gi maa.
In ts’ine
Omar Eleuterio Monroy
Gi pezi d’a ts’ine
k’u mi na kjijmi
nuzgo ri ne ra zútr’ú
ma ra zájá ne xomú
ngekua ra mbara
ne zana k’u ri mbents’e.
Xutr’i k’u mi na zoo
Omar Eleuterio Monroy
Xutr’i k’u mi na zo’o
dia gi mbekua,
ts’aa k’u im m’ub’ú
ra májá na punkjú.
Ma ra májá in m’ub’u
ra zátá in ts’akjoo,
ñe chjeñe na punkjú
ngekua ra zátá in m’ub’úgo
¿Pje ngeje?
Omar Eleuterio Monroy
Ri nzhodú pama pama
ri onú ye b’ezo
jingua ngeje a kjanu ne zak’ú.
Mama ye pale,
ye male
ngeje a kjanu
dia gi onu
dia kjoko ra nrúrú.
Mimi, májá, chjeñe.
ñe uéé ma b’a sájá
k’u in m’ub’ú juejme.
Pje a xorú ñanga
a mburú dadio paa
Ne jiarú ra zátá in jñiji.