Sabemos que la plasticidad cerebral permite a las neuronas, realizar un proceso de regeneración, tanto funcional como anatómico mediante el establecimiento de nuevas conexiones sinápticas. Esto se lleva a cabo, mediante la estimulación o entrenamiento cognitivo, que tiene como objetivo el aumento en el número y consolidación de estas conexiones, para obtener una mejora en el funcionamiento cerebral, es decir, rapidez y eficacia en el proceso de transmisión de información.