Proyecto final: ELABORACIÓN DE UN REPORTAJE

Es vuestro turno. Seguro que de los muchos asuntos que han ido saliendo a lo largo de este recorrido -desde el sandblasting a la explotación infantil, desde las campañas de denuncia a la ropa del futuro- hay algo que os ha interesado especialmente. Tenéis ahora la ocasión de profundizar en ello y tratar de informar y sensibilizar a vuestros compañeros y familiares. La propuesta consiste en elaborar, individualmente o en parejas, un buen reportaje sobre cualquier aspecto relacionado con la ropa que vestimos. El objetivo es sensibilizar a la personas de vuestro entorno de lo que hay "detrás" de la ropa que vestimos. Algo que, sin duda, consiguió este cortometraje premiado hace unos años en el Festival de Cannes.

Aquí tenéis algunas recomendaciones sobre los pasos que tendréis que dar.

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Un aspecto crucial es la elección del tema. ¿Con qué criterio elegirlo? Uno que nunca falla es del propio interés. Procurad elegir un tema que os ilusione, algo sobre lo que os apetezca indagar, documentaros, escribir. Pueden ser asuntos más o menos lejanos – investigar una marca de ropa deportiva o las condiciones de trabajo de las mujeres en un país determinado- o mucho más próximos – cuál es la procedencia de los vaqueros que visten vuestros compañeros de clase o el volumen medio de dinero que invierten anualmente en la compra de ropa-.

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Decidido ya el tema, es momento de ponerse a recoger información. Es importante recurrir a una gran variedad de fuentes (noticias, otros reportajes, vídeos, etc.), pero al mismo tiempo conviene tener algún criterio para filtrarlas (que sean de páginas o medios que nos merecen confianza, por ejemplo), y sobre todo, conocer "desde dónde escriben" sus autores, si tienen un emplazamiento ideológico muy definido (no es lo mismo lo que de Primark o Inditex pueda decir el gabinete de prensa de la empresa que una ONG o un periodista independiente). Es interesante multiplicar fuentes, contrastarlas y analizar la solidez de los argumentos que ofrecen.


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Decidir la perspectiva desde la que se va a abordar el reportaje. Por ejemplo, si hablamos de calzado... ¿nos centramos en las bolsitas de DMF, en lo que cobran los trabajadores de zapatillas deportivas o en la duración media de unas sandalias? Es importante tener en cuenta a qué tipo de lector va dirigido el reportaje para contarle algo que le resulte novedoso e interesante a partes iguales.

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Realizar alguna entrevista. Un reportaje ha de incorporar siempre, en la medida de lo posible, algún testimonio directo (que luego aparecerá entrecomillado). Por eso, una vez nos hemos hecho una composición de lugar en torno al tema, conviene entrevistar a tres o cuatro personas que nos puedan ofrecer perspectivas complementarias. Además de las palabras que luego rescatemos para el reportaje, seguro que su aportación nos será útil para conocer mejor el tema, recabar datos, etc. Aquí tenéis algunos consejos que conviene tener en cuenta a la hora de preparar una entrevista.

    • Localizar con tiempo al posible entrevistado y concertar día y lugar: siempre es preferible hacerla en persona pero, si no fuera posible, se puede recurrir al skype, el teléfono o incluso el correo electrónico. Si quedáis para una entrevista cara a cara no os olvidéis de llevar grabadora y bloc de notas. Quizá pueda ser útil también la cámara de fotos.
    • Llevar un guion para la entrevista, claro y sencillo, pero sin perder de vista que debemos estar abiertos a imprevistos. Es importante preguntar a cada persona sobre aquello que mejor conoce (y que es interesante para nuestro reportaje).
    • Si por alguna razón algún entrevistado falla, también se puede recurrir a entrevistas ya publicadas en prensa, radio, youtube, etc., pero luego es indispensable citar el medio y no presentarla como propia.


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Recopilar todo el material y organizarlo.

  • Ordenar la información sacada de los artículos, vídeos, etc. según el contenido.
  • Esbozar un esquema (con previsión de partes y párrafos) que se ajuste a la extensión de que disponemos. Ofrecer un orden lógico (cronológico, o problema-solución, o causa-consecuencia, etc.) explicitando la relación de unas partes con otras -la cohesión interna- por medio de conectores.
  • Seleccionar, por ejemplo, los posibles entrecomillados de cada entrevista.
  • Tener en cuenta siempre cuál va ser la perspectiva del lector -sus conocimientos previos y sus intereses- para no resultar ni aburridos ni distantes. Muchas veces el "desencadenante" de un reportaje es o bien una noticia de actualidad o bien un hecho muy próximo a la experiencia de los lectores. (Veamos un ejemplo. Si queremos hablar del sandblasting un punto de enganche podría ser este: "Seguro que muchos de vosotros tenéis en el armario pantalones vaqueros con aspecto de viejos, decolorados, o incluso con rotos. Y lo que es más significativo: ese aparente desgaste estaba ya en el momento de comprarlos").

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Redactar. Algunos pasos importantes.

  • Elección del titular, el subtítulo y las imágenes. Es, en cierta medida, la "carta de presentación" del reportaje, lo que condicionará que sea o no leído, así que conviene dedicarle tiempo, aunque parezca que no nos cunda. Conviene que el titular tenga tirón, que el subtítulo sea informativo, y la imagen, atractiva. ¡Pero ojo con caer en topicazos o estereotipos!
  • Primer párrafo: clave. Es la bienvenida al lector, la puerta de entrada (o no) al reportaje. Es el que permite más margen para un tono eventualmente más literario. Suele ser el que más cuesta.
  • Cuerpo del reportaje. Prestad mucha atención a la estructura, a la coherencia interna. Organizadlo en párrafos y ajustaos a la extensión prevista. Perseguid siempre la claridad: dosificad la información sin "abrumar" de buenas a primeras al lector, y procurad escribir con frases sencillas. Acordaos de entrecomillar las citas de otras personas y de identificar previamente a la persona que formuló esas ideas.
  • Conclusión: intentad que sea "vistosa", lucida, y que además resuma el contenido del reportaje. Es el sabor de boca con el que se va a quedar el lector, algo así como el final de una película, que condiciona en cierta medida la valoración final del espectador.

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Revisar lo escrito: releer y corregir.

    • Cualquier cosa que escribamos hemos de releerla una y otra vez, tratando de mirarla desde los ojos del futuro lector. En cada una de estas revisiones fijamos la atención en un aspecto diferente: progresión de la información, claridad desde el punto de vista del lector o lectora, posibles repeticiones de palabras, "tono" del escrito, puntuación y ortografía, etc.
    • Además conviene también que lo revise una persona distinta de la que lo ha escrito. (No para corregir, sino para conversar, para que nos haga explícitas sus dudas y reservas y podamos mejorar nuestro texto).

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Maquetar

  • Antes de nada, elegid las imágenes -fotos, mapas, gráficos, etc.- con que vais a ilustrar vuestro reportaje. Procurad que sean coherentes con las ideas principales, que las refuercen, y que no caigan en estereotipos o tópicos.
  • Pensad cómo queréis que quede la distribución de texto e imágenes, la distribución en columnas, el tipo de letra, etc.
  • Cuando esté todo listo... ¡a publicar!