¿Qué es la Hepatitis B?
La Hepatitis B es una enfermedad del hígado causada por el Virus de la hepatitis B, perteneciente a la familia Hepadnaviridae (virus ADN hepatotrópico). Es una enfermedad infecciosa del hígado causada por el virus y caracterizada por necrosis hepatocelular e inflamación. Puede causar un proceso agudo o un proceso crónico, que puede acabar en cirrosis (pérdida de la "arquitectura" hepática por cicatrización y surgimiento de nódulos de regeneración) del hígado, cáncer de hígado, insuficiencia hepática e incluso la muerte.
La hepatitis B es causa importante de hepatitis crónica y carcinoma hepatocelular en el mundo, con un periodo de incubación de 4-26 semanas, con una media de 6 a 8 semanas. La hepatitis crónica se define como la inflamación del hígado durante más de 6 meses. Es decir, una hepatitis aguda que se perpetúa puede desencadenar una hepatitis crónica.
¿Cómo se puede contraer Hepatitis B?
Factores de Riesgo:
Por medio de:
Tener relaciones sexuales con una persona infectada sin usar preservativo.
Compartir agujas con personas infectadas.
Hacerse un tatuaje o una perforación en alguna parte del cuerpo con instrumentos sucios que se usaron con otras personas
Pincharse con una aguja contaminada con sangre infectada (el personal sanitario puede contraer la hepatitis B de esta forma)
Compartir el cepillo de diente o la máquina de afeitar con una persona infectada
Viajar a países donde la hepatitis B es común (es posible que viajar a zonas endémicas sea un factor de riesgo importante, pero este simple hecho de forma aislada no determina que la persona se contagie, si tiene los cuidados adecuados)
También, una mujer infectada puede transmitirle la hepatitis B a su bebé en el momento en que éste nace o por medio de la leche materna.
Transmisión por contacto: se presenta frecuentemente en niños en zonas endémicas, generalmente ocurre en el entorno domiciliario por contacto directo entre una madre portadora y su niño o entre niños compañeros de juego, pero también puede ocurrir en guarderías infantiles y en salas de hospitalización que alberga pacientes con patologías crónicas graves (enfermedades que ocasionan retraso en las funciones mentales e incontinencia de esfínteres y neoplasias en niños)
Violación de la continuidad de la piel con herramientas contaminadas, como tatuajes, tratamientos cosméticos, peluquería y odontología
Transfusión de sangre y otros productos sanguíneos, si no se realizan los controles pertinentes.
Hemodiálisis, si no se realizan los controles pertinentes
También en casos muy raros se puede trasmitir por el “chinche” de las camas.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes y relevantes del cuadro agudo sintomático son: malestar general, astenia, fatiga, fiebre, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, y un "síndrome coledosciano", acompañados de alteraciones analítica en el perfil bioquímico hepático.
El "Síndrome Coledosciano" se compone de tres signos:
Orinas oscuras (coluria),
Coloración amarillenta de piel, y mucosas (ictericia), y
Heces claras (acolia).
Diagnóstico y Exámenes Complementarios
Se debe solicitar un análisis completo con hepatograma y coagulograma, ecografía hepatobiliopancreática, y serología. Se dispone de algunos análisis de sangre para diagnosticar la enfermedad y hacer un seguimiento de los pacientes con hepatitis B. Dichos análisis se pueden utilizar para distinguir las infecciones agudas de las crónicas. Las pruebas analíticas persiguen detectar el antígeno de superficie del VHB (HBsAg).
Tratamiento
El tratamiento de la hepatitis está íntimamente relacionada con el tratamiento de la infección por el HIV, pues las dos enfermedades requieren un amplio conocimiento de la inmunología, la virología, la genética y el conocimiento de las actuales normas terapéuticas, que suelen cambiar rápidamente con las actualizaciones modernas.
Varios medicamentos antivirales, como el entecavir (Baraclude), el tenofovir (Viread), la lamivudina (Epivir), el adefovir (Hepsera) y la telbivudina (Tyzeka), pueden ayudar a combatir el virus y a reducir su capacidad para dañar el hígado. Estos medicamentos se toman por vía oral.
Prevención
Evitando los“factores de riesgo”, y mediante la vacunación correspondiente.
Los niños pequeños deben recibir su primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B al nacer y completarán la serie generalmente a los 6 meses de edad. Todos los niños y adolescentes menores de 19 años que aún no han recibido la vacuna también deben ser vacunados. Desde la ampliación de la vacunación, la prevalencia de la hepatitis B se encuentra en fuerte descenso en aquellos países con una política de vacunación en curso.