1984

La vigilancia absoluta

1984 es la última novela publicada por George Orwell, apenas un año antes de su muerte. Aunque vio la luz en 1949, recibe el título de un deliberado baile de números a partir de su fecha de redacción: 1948. Es decir, Orwell situó la acción de su novela treinta y seis años más tarde del momento en que la escribe. Y, sin embargo, nos está hablando de su presente. Y quizá también del nuestro.

Orwell, socialista de corazón, se quedó espantado al descubrir los estragos que estaba causando el estalinismo en la URSS. Sin paños calientes, se refirió a la práctica del comunismo por Stalin como "la revolución traicionada". Sus novelas más famosas, 1984 y Rebelión en la granja, son sin duda sátiras del estalinismo. Lo interesante de ambas novelas es que la crítica que Orwell plantea en ellas supera al totalitarismo soviético y puede servir para analizar problemas que afloran en cualquier organización social y política: el afán de poder absoluto por parte de los Gobiernos y las dificultades de construir sociedades verdaderamente democráticas.

La acción se sitúa en Londres (Oceanía), en 1984. El mundo está dividido en tres continentes y una zona de disputa.



El Gran Hermano ejerce su poder, además de con las telepantallas, con la labor de los Ministerios (como el de la Verdad). A través de unas y otros el Estado usa el lenguaje como un herramienta esencial de engaño y manipulación.

Para conseguir convencer a la ciudadanía de lo que para nosotros es un sinsentido, una contradicción en sí misma, el INGSOC - el Partido que gobierna 1984- se vale de tres principios: la neolengua, el doblepensar y la mutabilidad del pasado.

Junto a la vigilancia del pensamiento, el control de las emociones.