En las redes sociales: Comparte y serás feliz

A estas alturas de la era tecnológica, son muy pocas las personas que mantienen relaciones con sus amigos y amigas al margen de las redes sociales. Cada vez es más frecuente escuchar -y a veces desde la resignación- que "si no posees una cuenta en Instagram, Tik Tok, Twitter, no solo formas parte de una minoría sino que sencilla y radicalmente, no existes". ¿Qué pensáis de esta afirmación? ¿Estáis o no de acuerdo con ella? ¿Hay alguien que no tenga cuenta en ninguna red social? ¿Qué redes sociales soléis frecuentar? ¿Cuál es la frecuencia con la que las usáis? ¿Qué ventajas les veis? ¿Y desventajas? 

Esta afirmación está extraída de un ensayo titulado En el acuario de Facebook. En él se sostiene que nuestra presencia en Internet -Facebook, Google, Apple y Amazon- ha hecho realidad las dos más famosas distopías del siglo XX: el control absoluto y la distracción infinita. Además, son empresas que han logrado que sus trabajadores trabajen de manera gratuita: sus trabajadores somos nosotros mismos, que ofrecemos nuestro tiempo libre para mantenerlas. Aunque Facebook es una red social que, generacionalmente, os pilla lejos, las reflexiones que se hacen en el libro son fácilmente trasladables a Instagram o Tik Tok.

ACTIVIDADES

1. (Pequeño grupo. Oral)

Os ofrecemos ahora una serie de afirmaciones extraídas de En el acuario de Facebook. Escoged tres de ellas con las que estéis de acuerdo y dos con las que no. Reformulad estas últimas de manera que reflejen vuestro pensamiento. Poned en común vuestras conclusiones. 

1

No cuesta tanto imaginar que el «todo gratis» de las redes sociales en el fondo quiere decir pagar los servicios de otra forma: a través de un control en continuo perfeccionamiento.

2

La Web 2.0 es un conjunto de comportamientos más que de nuevas tecnologías: Estar en línea y charlar con los amigos, publicar fotos, vídeos, etc. e intercambiarlos con la comunidad virtual. En una palabra, el imperativo es ¡«comparte»!

3

La promesa salvadora es «comparte y serás feliz».

4

Las imágenes que compartimos de nosotros mismos son importantes, importantísimas. Por eso colocaremos una foto en la que salgamos bien, una pose sugerente, que llame la atención. Este es nuestro verdadero yo: no una foto en donde aparecemos cansados, decepcionados o deprimidos.

5

Las fotos comprometedoras las buscaremos en los perfiles de los demás, porque la dinámica es esta: presentar nuestro mejor lado y buscar morbosamente el peor de los demás. 

6

En las redes sociales todos somos Narciso mirando su propia imagen, en este caso reflejada por la red social. Por eso es importante ocultar lo que no es presentable y confesable, pues se corre el riesgo de no gustar. 

7

En la sociedad del espectáculo masificada todos somos al tiempo espectadores que aplauden y actores en el escenario representando nuestras identidades virtuales. 

8

El nivel final en la involución psicológica en las redes sociales es la pornografía emocional y relacional. 

9

El riesgo de la participación de masas en las redes sociales es que se materialice en un lugar de interacciones absolutamente superficiales y banales. 

10

La velocidad en las redes sociales es un arma de doble filo porque la ilusión de obtener resultados inmediatos a las propias búsquedas (Google) y a los deseos de socialización (redes sociales) atenta, por un lado, contra la rica profundidad de la lectura completa de libros, y por otro, contra la construcción de relaciones llenas de sentido.

11

Las redes sociales han conseguido dotarnos de un gran autocontrol: ansiosos, controlamos decenas de veces cada día nuestras cuentas, nuestro instagram, nuestro smarphone; controlamos las reacciones de nuestros seguidores, controlamos si alguien está conectado con nosotros en Whatsapp. Esta es la sociabilidad turbo-capitalista: el control y el ajusto compulsivo de nuestros perfiles digitales. Controlamos que existimos, pues si no estamos ahí fuera, no existimos. 

12

El autocontrol, en el sentido exacto de controlarse a sí mismos, se ha vuelto un reflejo condicionado por la presencia de objetos tecnológicos, junto con los cuales formamos un sistema técnico global. Queremos atención, queremos reconocimiento.

13

Con las redes sociales es fácil llegar a esta sensación: la fiesta está allí fuera (mundo virtual), el aburrimiento está aquí dentro (mundo real). 

2. Uno de los lemas, como vemos, de las redes sociales es "COMPARTE".  Sin embargo, ese "compartir"... ¿se refleja en otros ámbitos de nuestra vida? Es decir, ¿nos hace más solidarios, más cooperativos?