Formación de Obreros del Evangelio
La misión de la Congregación en el seno de la Iglesia es colaborar en la obra de la evangelización y en la formación de buenos obreros del Evangelio (Const. 10).
La Congregación quiere que sus miembros, realizando su apostolado, se encaminen hacia la santidad a la que están llamados por la gracia de su bautismo y de su ordenación. (Const. 6)
Por tal motivo, nosotros, fieles al Magisterio de la Iglesia y en total consonancia con las directrices sobre la formación de cada Conferencia Episcopal y de cada diócesis, ofrecemos nuestro servicio para formar a los futuros pastores y líderes comunitarios, aquellos que tiene en sus manos la gracia de ser pastores, padres espirituales y administradores de las comunidades eclesiales.
Pero también, ayudamos en la formación de laicos, también buenos obreros del Evangelio, para que, comprometidos con su diócesis y parroquia, lideren procesos de evangelización, formación y transformación social.
Nuestro único deseo es el de ayudar a que nuestra Iglesia cuente con hombres y mujeres cristianos, espirituales, de profunda fe y testigos del Evangelio en el mundo; personas felices y realizadas en su opción, capaces de construir y consolidar relacionarse cristianas con los demás, arraigados en la sana doctrina, buenos predicadores de la Palabra, amantes de la Eucaristía, con un profundo amor a la Santísima Virgen María, y competentes para la acción pastoral. Discípulos (as) de Cristo para nuestros tiempos en la diversidad cultural.
Formación de Sacerdotes
Comprometidos en la formación y el seguimiento a los presbíteros y demás obreros del Evangelio, realizamos esta delicada tarea de la formación de los futuros sacerdotes y de los sacerdotes propiamente.
Dedicamos parte de nuestro personal al trabajo en los seminarios bajo las modalidades de dirección y administración de un seminario diocesano, dirección compartida de un seminario con otros sacerdotes diocesanos, o colaboración externa.
Esta delicada misión, que san Juan Eudes la llamaba “ejercicios de los seminarios”, nos empuja siempre a desarrollar esta dimensión de nuestro carisma, para lo cual fuimos fundados. Nuestro anhelo primordial consiste en brindar experiencia y testimonio sacerdotal, conocimiento académico, acompañamiento espiritual y motivación pastoral a todos aquellos que se preparan para el sacerdocio o ya están en ejercicio del mismo en una comunidad parroquial.
Esta tarea de la formación sacerdotal también la desarrollamos en nuestras casas de formación con nuestros propios seminaristas, pero con miras a que ellos sean, en un futuro, los próximos directores o colaboradores en una casa de formación. Aquí, el énfasis es preparar los pastores de pastores, los formadores de formadores, los líderes de los líderes comunitarios.
Propedéutico / Año Introductorio
Con una clara visión de la realidad eclesial y de sus urgencias, el Concilio Vaticano II subrayó la importancia de organizar en la formación presbiteral “un curso introductorio” que dure el tiempo necesario. “En esta iniciación a los estudios propóngase el misterio de la salvación, de forma que los alumnos adviertan el sentido, el plan y la finalidad de los estudios eclesiásticos y, al mismo tiempo, se sientan ayudados a fundamentar y a empapar toda su vida personal en la fe y a consolidar su decisión de abrazar la vocación con la entrega personal y la alegría de espíritu”(OTE. 14).
Los Eudistas, atentos a estas directrices, asumimos en la década de los 80, el liderazgo en muchos seminarios mayores diocesanos y en nuestras casas de formación, la experiencia del curso introductorio y del año propedéutico, como un tiempo de preparación a la vida del seminario.
A esta experiencia, le imprimimos toda la riqueza formativa de nuestro legado espiritual para brindar a los jóvenes seminaristas los medios, las herramientas y los espacios necesarios que les permitieran crecer en el conocimiento de sí mismos, de los demás y de la vida en el Seminario, así lograr una adecuada adaptación e integración personal y comunitaria.
Actualmente, con sus debidas adaptaciones culturales, seguimos coordinando esta experiencia en los seminarios diocesanos y en nuestras casas de formación en las que actualmente servimos.
Seminarios Mayores
En los seminarios, o en las demás modalidades aceptadas por los obispos, nosotros contribuimos en la preparar de los futuros presbíteros y diáconos. (Cf. Const. 33).
El seminario es el espacio de una familia formativa compuesto por los formadores, los formandos (seminaristas) y otros colaboradores. El Seminario Mayor es una comunidad cristiana y espiritual, un centro de educación y un lugar del crecimiento humano y comunitario, dentro del cual se forman los pastores y líderes de nuestras comunidades cristianas.
Como responsables de un seminario diocesano, los Eudistas trabajamos, incansablemente, en el acompañamiento personalizado de cada uno de los jóvenes formandos, teniendo en cuenta cada cultura eclesial y contextual, y la dirección del obispo y de su clero. Impartimos, junto con profesores externos, las diferentes materias de filosofía, teología, la pastoral, la liturgia y las otras disciplinas.
Nos desempeñamos como directores espirituales de los candidatos para escucharlos y poder orientarlos, de manera permanente, en su opción vocacional. Compartimos la vida comunitaria y las celebraciones litúrgicas con todos los seminaristas. Estamos de la dimensión deportiva, acompañamos los procesos pastorales y misioneros, etc. Cada seminario diocesano o casa de formación se constituye en el lugar donde habita la familia formativa que se prepara para anunciar a Jesucristo vivo.
Formación permanente
La formación permanente es el proceso de continuo crecimiento que comienza una vez el Eudista es ordenado sacerdote. Este proceso se caracteriza por niveles de especialización, profundización y actualización de todo lo aprendido durante su proceso inicial de formación.
En un mundo cambiante, y dentro de una Iglesia que se renueva continuamente bajo la acción del Espíritu, los Eudistas continuamos nuestra formación a todo lo largo de nuestra vida. Renovamos incesantemente nuestra vida espiritual, nuestros conocimientos y nuestra experiencia pastoral; desarrollamos lo mejor posible la calidad de nuestras relaciones fraternas y los dones recibidos de Dios para ponerlos a su servicio. Para ello la Congregación ayuda con todas sus posibilidades. (Cf. Const. 82)
Es importante para nosotros, como formadores y evangelizadores, mantener vivo este proceso de maduración, capacitación, renovación y especialización, mediante la profundización en las diversas dimensiones de nuestra vida: humano-afectiva, comunitaria, espiritual, académica, pastoral, misionera y eudista, para responder con eficiencia y alegría a la misión de la CJM en la Iglesia y en el mundo. Esto lo realizamos en instituciones educativas, espirituales, pastorales, etc.
Formación de formadores
La experiencia y el carisma de los eudistas los conduce a trabajar regularmente en diversos lugares de formación de sacerdotes llamados a convertirse en formadores, sea en los seminarios o en la formación de los laicos.
Esta misión es al servicio de toda la Iglesia y responde bien a la formación de "buenos obreros del Evangelio" querida por San Juan Eudes. El anuncio de la fe, la Nueva Evangelización, el acompañamiento de los futuros sacerdotes piden un trabajo exigente y de calidad, pero también una experiencia formativa previa y necesaria, para guiar a los futuros formadores.
Los Eudistas extienden también este trabajo de la formación de formadores en diversos institutos, centros de formación, universidades, etc., para formar una mejor comprensión de la fe y una reflexión sobre los desafíos pastorales de la Iglesia en el mundo contemporáneo.
Pastoral sacerdotal
En los inicios de la fundación de nuestra Congregación, san Juan Eudes, abrió espacios formativos integrales para los sacerdotes de su época, con la finalidad de desarrollar procesos de renovación ministerial en aquellos servidores de Dios para pueblo.
En la actualidad, los eudistas, nos dedicamos a este servicio, propiciando encuentros con los sacerdotes diocesanos. Para ello, hemos dispuesto de espacios físicos y virtuales para realizarlo. Contamos con casas en las cuales los acogemos, compartimos nuestra espiritualidad, los acompañamos en sus necesidades espirituales y vocacionales. Programamos jornadas comunitarias, retiros espirituales y actividades pastorales. Ofrecemos cursos de actualización académica.
En toda ocasión compartimos la vida de los presbíteros y creando con ellos relaciones amistosas. Con ellos exploramos las formas de apostolado y el género de vida más adaptados a su tiempo; nos esforzamos por ayudarlos, en todas las formas, para que vivan generosamente al servicio del Evangelio. (Cf. Const.34).
Cuidar de la vocación de los sacerdotes, orar por y con ellos, y brindarles una mano amiga y fraterna, especialmente cuando atraviesan momentos difíciles, ha sido y sigue siendo una razón muy importante para servir a la Iglesia.
10 impactantes frases del Papa Francisco sobre la formación:
1. La formación [de los futuros sacerdotes] es una obra de arte, no una acción policíaca.
2. El fantasma que se debe combatir es la imagen de la vida religiosa entendida como refugio y consuelo ante un mundo "externo" difícil y complejo.
3. Tenemos que formar sus corazones, de lo contrario creamos pequeños monstruos.
4. Y después, estos pequeños monstruos forman al pueblo de Dios.
5. Vencer la tendencia al clericalismo en los seminarios y en las casas de formación, que en es fruto de la hipocresía y del miedo.
6. Si el seminario es demasiado grande,es necesario separarlos por comunidades con formadores capaces de seguir realmente a las personas.
7. La formación no sólo debe ser orientada al crecimiento personal, sino, a su perspectiva final: el pueblo de Dios.
8. Es necesario formar personas que sean realmente testigos de la resurrección de Jesús.
9. El formador tiene que pensar que la persona en formación será llamada a cuidar el Pueblo de Dios.
10. No formar administradores, sino padres, hermanos, compañeros de camino.
14 frases contundentes del Papa Francisco sobre formación sacerdotal y religiosa
Hacia un modelo de formación hoy
Ingreso al Seminario. Presupuestos y Competencias
¿Qué se necesita para ser un buen sacerdote?
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La formación sacerdotal en los Seminarios de América Latina
Documentos sobre Formación Sacerdotal (Seminario Mayor Arquidiocesano de Maracaibo)
La formación del presbítero hoy. Dimensiones intelectual, comunitaria, apostólica y espiritual
La formación del clero contemporáneo en España
Desafíos a la formación sacerdotal hoy naturaleza y misión del sacerdocio ministerial
Sacerdocio. Formación Sacerdotal
El Acompañamiento Espiritual durante la Formación en la Vida Religiosa
Claves del Acompañamiento espiritual
Dimensiones de una Espiritualidad trinitaria que responda al mundo de hoy
El estilo formativo de Jesús con sus discípulos -1
El estilo formativo de Jesús con sus discípulos -2
El estilo formativo de Jesús con sus discípulos -3
El estilo formativo de Jesús con sus discípulos -4
La unidad de la formación sacerdotal : relación entre el período inicial y la formación permanente
Observatorio sobre experiencias de formación para los
ministerios ordenados en función de la Nueva Evangelización
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