Los beta bloqueadores Disminuyen la frecuencia y contractilidad cardíaca, reduciendo el gasto cardíaco.
Inhiben la secreción de renina en el riñón, disminuyendo la producción de angiotensina II y reduciendo la resistencia vascular.
Los alfa bloqueadores inhiben los receptores adrenérgicos α1 o α2, reduciendo la actividad del sistema nervioso simpático y provocando disminución de presión arterial y mejora el flujo urinario.
También conocidos como sartanes, son medicamentos que bloquean de forma selectiva los receptores AT1 de la angiotensina II, una sustancia que causa vasoconstricción, retención de sodio y liberación de aldosterona. Al impedir estos efectos, los ARA II ayudan a reducir la presión arterial y protegen órganos como el corazón y los riñones.
Son farmacos que actúan bloqueando la actividad de la enzima convertidora de angiotensina (ECA).
Esta enzima transforma la angiotensina I en angiotensina II, una hormona que causa la constricción de los vasos sanguíneos y estimula la liberación de aldosterona, aumentando la retención de sodio y agua, lo que eleva la presión arterial.