1 DE DICIEMBRE

Me gustaría que en 2025 la educación sea equitativa, inclusiva y democrática, garantizando que ningún estudiante quede en desventaja pedagógica ni tecnológica, que proporcione a los estudiantes las herramientas necesarias para ser capaces de desenvolverse y contribuir al progreso de la sociedad; fomentando habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la autonomía, la curiosidad, la asertividad, la resiliencia y la colaboración para ser capaces de tomar decisiones, emprender, liderar proyectos, y por supuesto, aceptar el equívoco y aprender del error.

Por consiguiente, la educación debería avanzar en materia de evaluación formativa, permitiendo identificar el progreso de los estudiantes en tiempo real, ajustándose a sus necesidades, fomentando el aprendizaje activo y la autorregulación.

Sería esencial afianzar la competencia digital, profundizando en su uso ético, responsable y creativo, promoviendo la integración de la alfabetización digital en armonía con la pedagogía y la educación en valores para adaptarse a las demandas educativas actuales.