19 DE DICIEMBRE

Mis deseos para 2025: la educación se vive de forma inclusiva y accesible, apoyándose en tecnologías que han demostrado su capacidad para adaptarse a diferentes necesidades. Gracias a herramientas que incluyen diversos canales para mostrar la información y ajustes personalizados, las barreras que antes limitaban el aprendizaje se van diluyendo. Esta transformación no es una utopía: ya existen soluciones accesibles que facilitan la comunicación y la comprensión, y su consolidación es el siguiente paso lógico.

No se trata de imponer un ritmo uniforme, sino de ofrecer entornos flexibles donde cada estudiante avanza a su manera. Si seguimos por este camino, la tecnología se afianzará como un apoyo extraordinario, capaz de eliminar obstáculos y valorar la diversidad, enriqueciendo así la experiencia educativa.

De esta forma, la educación deja de ser un espacio restringido para convertirse en un verdadero punto de encuentro, abierto a todas las personas.