Caimán
El caimán, también conocido lagarto negro o yacaré, puede llegar a medir entre 1 y 2 metros y a pesar 60 kilos en la edad adulta. Es relativamente fácil de reconocer porque su hocico tiene forma de «V». En cuanto a su cola, es muy gruesa y fuerte, hasta el punto de que representa el 30% del total de su volumen corporal.
Es un animal carnívoro y se alimenta de peces y ejemplares de pequeño tamaño, tanto reptiles como mamíferos.
En lo que respecta a su hábitat, puede vivir tanto en el agua como en la tierra y su esperanza de vida es de 30 años. Es cierto que son feroces, pero nunca atacan a los humanos, excepto si se sienten amenazados.
El cocodrilo es de mayor tamaño que el caimán, aunque el caimán también se puede confundir con la cría de un cocodrilo, así que no es una diferencia demasiado relevante. Una de las formas más fáciles de distinguir a ambos animales es fijarse en su hocico. El del caimán tiene forma de «V», mientras que el del cocodrilo tiene forma de «U» y es más achatado.
En lo relativo al hábitat, el cocodrilo puede vivir en aguas tanto dulces como saladas, mientras que el caimán únicamente vive en aguas dulces. Además, tienen un temperamento menos agresivo.
No hay ninguna duda de que el caimán es un animal único en el mundo. Aunque su apariencia no es muy agradable a los ojos de los humanos, lo cierto es que tiene características muy especiales. Actualmente se considera que es una especie en peligro de extinción. Durante años se ha cazado de forma masiva a estos animales con fines comerciales. Por suerte, se han puesto en marcha algunas campañas para su preservación.
Lagarto
Los lacertilios o lagartos (Lacertilia) son un grupo que incluye la mayoría de los escamosos actuales, como varanos, iguanas, coritofánidos, camaleones, lagartijas y geckos. Los lacertilios comprende casi 5000 especies.
Los lagartos suelen medir entre 5 y 8 centímetros de largo hasta los cerca de 3 metros del dragón de Komodo, son muy ágiles y, en la mayoría de los casos, se alimentan de insectos. Como resultan inofensivos para los seres humanos, se trata de un animal muy valioso para la agricultura ya que ayuda a combatir a las plagas.
Los lagartos pueden vivir bajo tierra, sobre la superficie y en árboles o plantas. Unas pocas especies viven alternadamente en el agua y en la tierra. Algunos lagartos viven en árboles.
Algunas especies son capaces de romper y desprender su cola cuando se ven en peligro o son capturados por un depredador; esta capacidad se denomina autotomía o autoamputación y se debe a la presencia de planos especiales de ruptura de las vértebras caudales. Tras la autotomía, la cola se regenera, pero la nueva cola no es idéntica a la perdida; en efecto, las vértebras no pueden regenerarse y son sustituidas por un tubo cartilaginoso no segmentado.
Todos los lagartos pueden cambiar de color en respuesta a su entorno o en momentos de peligro. El ejemplo más típico es el camaleón, pero también pueden suceder cambios de color más sutiles en otras especies de lagartos.
Camaleón
Camaleón
Camaleón
Los camaleones es de la familia Chamaeleonidae, de pequeños saurópsidos (reptiles) escamosos. Existen cerca de 161 especies de camaleones. Es un reptil de pequeño tamaño (de 15 a 30 centímetros), piel dura, y colores variados que van del verde intenso al marrón. La coloración de las partes superiores varía en función de su estado de ánimo y condiciones de salud (gris, verde o marrón). Tiene dedos y una larga cola prensiles, que les permiten pasar de un árbol a otro. Como aspectos curiosos de estos animales destacan que el camaleón puede mover cada uno de los ojos en una dirección diferente, lo que les brinda una visión de casi 360°, y que dispone de una larga lengua que saca de forma increíblemente rápida para atrapar a su presa. Es un espectáculo observarles cazar.
Es conocida la capacidad de los camaleones de cambiar de color, pero debemos tener en cuenta que, además, como buenos reptiles también mudan de piel y lo hacen dos veces al año. La mayoría de los camaleones viven en ambientes con mucha vegetación y matorrales como junglas, bosques o sabanas, pero también podemos encontrar algunas especies en desiertos y zonas esteparias. Su origen lo encontramos principalmente en África, Asia y el sur de Europa.
En cuanto al carácter, estos animales son bastante tímidos y poco sociables. No les gusta ser acariciados ni manipulados, y disfrutan de la soledad de su espacio. Las especies Furcifer pardalis y Chamaeleo calyptratus son las más habituales para adoptar como mascotas. Los camaleones son animales que requieren muchos cuidados.
Este reptil puede permanecer mucho tiempo quieto, moverse muy lentamente y comer muy poco, aspectos que son propios de este animal y que en ningún momento indican que pueda estar enfermo. Casi todas las especies de camaleones son diurnas. No son animales sociales y son bastante territoriales, por lo que no es aconsejable tener más de un camaleón en el mismo espacio si no queremos que se dañen. Como dato importante hay que tener también en cuenta que debemos mantener a nuestro camaleón lo más lejos posible de colores rojos y blancos, porque pueden causarle altos niveles de estrés.
Las modificaciones de temperatura o de luz, el cortejo, el estado de ánimo, la comunicación o la presencia de peligros y depredadores, son los factores que provocan que estos animales cambien de color; cambios que son consecuencia de la activación de pigmentos situados en unas células llamadas cromatóforos localizadas en la piel.
Tortugas
Tortuga de agua
Tortuga de tierra
Las tortugas pueden encontrarse en todos los continentes, pero alejadas de los polos. Aquí viven tanto en bosques tropicales, lagos y estanques como en desiertos, zonas de aguas salobres y mares. Las especies de agua habitan en lagos, estanques y ríos, mientras que las tortugas de tierra viven en zonas que pueden llegar a ser muy áridas.
Se estima que en la actualidad existen 245 especies de tortugas, distribuidas en 87 géneros y 12 familias.
¿Cómo saber qué tipo de especie es mi tortuga?. La forma más sencilla de saber si una tortuga es de agua o de tierra es fijarse en sus patas. Las patas de las tortugas de agua están diseñadas para ayudarles a nadar, por eso tienen unas membranas entre los dedos de las patas, llamadas membranas interdigitales, fáciles de observar a simple vista.
Las tortugas de tierra son herbívoras; las de agua dulce, carnívoras y las de mar, omnívoras. Las tortugas marinas comen coral, que les provee de calcio, vegetación acuática, algas, y las más carnívoras comen pequeños invertebrados o pulpos, las tortugas baúlas comen medusas.
Generalmente, las hembras alcanzan su madurez sexual a la edad de 9 años, mientras que los machos se encuentran listos para la reproducción a la edad de 7. Para fecundar a la hembra, el macho debe rivalizar con otros ejemplares (las peleas consisten en voltear el caparazón de su adversario para inmovilizarlo), tras lo cual montará a la hembra y fertilizará los huevos con su esperma.
Los huevos se formarán tras dos semanas, y las hembras realizarán pequeños agujeros en la tierra (10 centímetros) y colocará allí los huevos, los cuales pueden ser de 4 a 100 dependiendo de la especie. En un período entre 70 días y un año de acuerdo a la especie, las crías eclosionarán y abandonarán el huevo con un tamaño aproximado de cuatro centímetros.
Un dato curioso en este aspecto es que las hembras no necesariamente fecundarán tras la copulación, sino que pueden almacenar el esperma por espacio de varios años. En la mayoría de los casos, las crías tendrán una posibilidad muy reducida de sobrevivir. Si lo logran, podrán llegar a medir desde 25 cm hasta 2 metros de largo en dependencia de la especie.
El sexo de las crías de tortuga se determina por la temperatura. Si las temperaturas son altas, todas las crías serán hembras, mientras que los machos son determinados por el frío.
Aunque parece una estructura de una sola pieza, el caparazón de las tortugas se compone de 50 huesos diferentes.
Las hembras pueden diferenciarse de los machos si atendemos a su vientre. Las primeras poseen un vientre plano, mientras que en los machos se encuentra de forma cóncava.
Galapago
Galapago
Galapago
El galapago es un quelonio con un caparazón ligeramente abombado, sin quillas visibles en los adultos, cuyo espaldar suele presentar un fondo oscuro con líneas o puntos amarillos, aunque existen individuos con el patrón inverso de coloración, así como individuos de transición entre ambos. El peto presenta mayor variabilidad, con animales completamente claros a otros completamente oscuros, pasando por un grado de coloración extremadamente variable, que puede deberse a su dimorfismo sexual, adoptando las hembras una tonalidad más clara que los machos dependiendo del grado de madurez sexual. La cabeza es oscura con manchas o puntos amarillentos, pudiendo carecer de éstos, con barbilla que suele ser más clara. La mandíbula superior muestra un entrante en la parte central y los bordes lisos. Las patas presentan 5 dedos las delanteras, 4 en las traseras y membranas interdigitales. Los adultos miden unos 150 mm, con tamaño máximo de 172 mm y 168 mm, para machos y hembras respectivamente. Existe dimorfismo sexual, caracterizado por la forma ahuecada del plastrón y la mayor longitud de la cola en los machos (lo que facilita la cópula) y las hembras que por lo general son mayores y más pesadas.
En cuanto a las diferencias entre una tortuga y un galapago, se puede decir que todos los galápagos son tortugas, pero no todas las tortugas son galápagos. Tortuga es el término genérico y la palabra galápago debería utilizarse sobre todo cuando nos referimos a los quelonios acuáticos de agua dulce.
Con respecto a la reproducción, el periodo de cortejo y apareamiento comienza en primavera, entre marzo y julio, aunque se observan algunos cortejos en otoño. Ambos se realizan debajo del agua. La puesta suele realizarse en los meses de junio y julio, aunque algunas poblaciones pueden realizar una segunda puesta. Las eclosiones ocurren por lo general a finales de verano con la aparición de neonatos.
Los gálapagos europeos son omnívoros. Presenta una dieta oportunista que, en función de la disponibilidad de alimento, consta de invertebrados y anfibios, sin desdeñar la carroña ni la materia vegetal. Suelen alimentarse de grillos, caracoles de agua, pequeños peces, lombrices de tierra y otros animales de pequeño tamaño. En algunas zonas parecen haberse adapatado a la captura de especies invasoras como es el caso del cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii). Los individuos más jóvenes tienden a ser carnívoros, y al crecer se vuelven más herbívoros. Cuando tienen menos de 3 años necesitan muchas proteínas, ya que se encuentran en una etapa crucial de su crecimiento.
Son casi completamente acuáticas, pero a veces dejan el agua para descansar y tomar el sol, ya que como tienen sangre fría, necesitan tomar estos baños de sol para regular su temperatura. Estos reptiles son excelentes nadadores. Durante el día buscan presas para alimentarse e intentan capturarlas. Suelen estar alerta de los depredadores y humanos, de los que generalmente se asustan y huyen.
Boa constrictora
Boa constrictora
Boa constrictora
Boa constrictora
Hemipenes de la boa
La boa constrictora (Boa constrictor) es una especie de la familia Boidae, y de la subfamilia Boinae. Actualmente, es la única especie del género Boa. Las boas no son venenosas, sino que matan a su presa por constricción, o apretando, hasta la muerte.
Es la serpiente más larga y robusta de México, mide hasta 5 m de longitud hocico-cloaca y se alimenta de roedores y ciervos. Su cabeza es ligeramente triangular en aspecto dorsal y distintiva del angosto cuello. Sus ojos son pequeños con pupilas elípticas. Su dorso bronceado o gris posee manchas cafés con manchas claras. El dorso de la cabeza es color bronce o gris con una angosta línea obscura que se origina sobre el hocico y se extiende sobre el cuerpo. Una línea obscura originada en la parte lateral de la cabeza a escala de la nariz, pasa posteriormente a través de la mitad baja del ojo, hacia el ángulo de la mandíbula.
Mide entre 0,5 y 4 m, dependiendo de la subespecie y el sexo del animal, siendo las hembras normalmente mayores que los machos. El mayor ejemplar en cautividad es una hembra de 5,5 m de Surinam (América del sur) que se encuentra en el Zoo de San Diego.
Presenta una atractiva coloración que consiste en superficies dorsales de tonos rojizos que quedan dentro de un fondo que puede ser blanco, rosado, marrón o dorado, dependiendo de la subespecie o los cruzamientos llevados a cabo en cautividad. Durante los días próximos a la muda adquieren una piel de color grisáceo poco vistosa y sus ojos se vuelven de color blanco cremoso.
En la naturaleza es raro que vivan más de 20 años, aunque en cautividad pueden alcanzar los 30 con relativa facilidad. En el Jardín Zoológico de Filadelfia se registró el caso de una Boa constrictor que llegó a vivir 40 años, 3 meses y 14 días.
Es un animal solitario y nocturno. Pasa el día escondido entre las ramas de los árboles o en algún tronco hueco y sale a cazar al caer la noche. Suele trepar a los árboles y tender desde allí emboscadas a sus presas. También baja al suelo con frecuencia en busca de agua y es buena nadadora.
Su área de distribución comprende el continente americano, desde México hasta el centro de la Argentina. En México, esta boa habita a lo largo de las vertientes del Pacífico y del Golfo, en los estados del sur – sureste y en el centro del país.
Vive en hábitats con poca cantidad de agua, como desiertos y sabanas, a la vez que se la puede encontrar en bosques húmedos y terrenos de cultivo. Es un reptil tanto terrestre como arbóreo.
Debido a su mala visión, depende de sus escamas termosensibles (fosetas labiales) para detectar a sus presas. Entre ellas se incluyen lagartos, pájaros de tamaño moderado, zarigüeyas, murciélagos, ratas y ardillas. Siente especial predilección por los murciélagos, a los que captura desde los árboles en pleno vuelo. Mata a sus presas mediante constricción hasta estrangularlas.
Llegada la época de reproducción, la hembra comienza a segregar feromonas a través de su cloaca para atraer a los machos. La hembra adquiere una posición rígida característica mientras el macho se mueve lentamente a su alrededor, siempre atento a sus movimientos. Cuando la hembra se muestra receptiva, el macho comienza a pasar por encima de ella y a constreñirla suavemente. La hembra no ovulará hasta que no haya dado comienzo este cortejo.
Tras un largo periodo de cortejo, el macho introduce uno de sus dos hemipenes en la cloaca de la hembra y deposita su esperma. Tras la cópula la hembra intensifica su nivel de melanina, tomando un color más oscuro para absorber más calor. Durante la gestación la hembra cambiará de muda y tras 4 meses dará a luz entre 20 y 60 crías vivas de entre 30 y 40 cm. Los recién nacidos normalmente no empezarán a comer hasta que hayan tenido su primera muda.
El principal riesgo que corre esta especie es consecuencia de la explotación que se está dando gracias al comercio ilegal que se hace de ella. Los cambios de uso del suelo también representan un riesgo importante.
En los últimos años las boas constrictoras han ganado popularidad entre los amantes de las mascotas exóticas. Un problema que conllevan es el gran tamaño que llegan a alcanzar los animales adultos, especialmente la subespecie B. c. constrictor. En la comunidad autónoma de Canarias está prohibida la tenencia, según el Decreto 30/2018 de 5 de marzo, por el que se regula el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos.
La culebra corredora de Santa Lucía (Liophis ornatus) es endémica de Santa Lucía (País ubicado en las Pequeñas Antillas, segunda isla más grande las islas Windward, con el Mar Caribe al oeste, el Océano Atlántico al este, San Vicente y las Granadinas al sur y la isla de la Martinica al norte).
Su cuerpo es de color marrón claro con una franja marrón oscuro que va desde el cuello hasta la cola. La zona ventral del cuerpo es de color blanco amarillento. Esta serpiente tiene un hocico puntiagudo ennegrecido con una dispersión de rayas amarillas y bandas negras detrás de sus grandes ojos y es la serpiente en mayor peligro de extinción a nivel mundial.
La culebra corredora de Santa Lucía no es venenosa y alcanza la longitud de 1.23m.
Escoge para vivir oquedades en las rocas, troncos de árboles caídos y hojarascas en sitios cercanos a arroyos y lagunas.
Ejemplares de la especie se localizan en la isla Santa Lucía, situada en el mar Caribe, al norte de San Vicente y las Granadinas y al sur de la isla de la Martinica.
Liophis ornatus es una serpiente de hábitos diurnos y se alimenta de lagartos comunes en la zona donde habita. Es usual que incluya en su dieta alguna aves e insectos.
En 1936, fue declarado extinta. Durante casi 40 años se creyó que esta serpiente se había extinguido. Así fue hasta que en el año 1973 se encontró a una de estas serpientes en Maria Major Island, un islote protegido de 12 hectáreas a un kilómetro y medio de la costa de Santa Lucía. Tras una búsqueda exhaustiva de cinco meses solo se han encontrado 18 de estos animales. Hace mucho tiempo estas serpientes abundaban en Santa Lucía, pero fueron diezmadas por mangostas.
Pitón
Los pitónidos o pitones (Pythonidae) son una familia de serpientes constrictoras propias del paleotrópico. Otras fuentes consideran a este grupo una subfamilia de la familia de las boas (Boidae) (subfamilia Pythoninae). Las pitones se pueden distinguir de las boas en que tienen dientes en el premaxilar, un pequeño hueso en la parte frontal de la mandíbula superior. La mayoría de las boas dan a luz crías vivas, mientras que las pitones ponen huevos. Algunas variedades pueden llegar a ser muy largas: hasta 8 metros.
Se reconocen 40 especies agrupadas en 8 géneros
Antaresia
Aspidites
Bothrochilus
Liasis
Malayopython
Morelia
Python
Simalia .
Las pitones, igual que sus parientes cercanas las boas, son serpientes constrictoras, y por definición, no venenosas. Normalmente atacan emboscando a animales que pasan cerca. Matan a sus presas por asfixia, primero muerden agarrándolas con la boca y enrollando rápidamente su cuerpo alrededor de ellas. Una vez así, se ejercen presiones altas sobre las costillas y pulmones de su presa, que de este modo no puede inhalar. A pesar de que la presa puede sufrir también problemas de circulación, especialmente si la serpiente presiona mucho alrededor de su cuello, la muerte por asfixia se produce habitualmente mucho antes.
Gran parte de las pitones se alimenta de animales de "sangre caliente", como pájaros y mamíferos, aunque se sabe de especies que capturan también a otros reptiles (incluyendo otras serpientes), anfibios y peces. El tamaño de las presas varía enormemente, pero suelen ser de pequeño tamaño (las especies grandes consumen animales del tamaño de un gato doméstico). Las presas grandes están también a su alcance; algunas especies asiáticas de gran tamaño pueden matar cérvidos (ciervos) adultos, y se ha señalado que la pitón de Seba (Python sebae) se alimenta ocasionalmente de gacelas. Las pitones, como el resto de las serpientes, engullen completamente a sus presas y la digestión dura varios días. Si la presa es de gran tamaño, puede requerir incluso varias semanas.
A pesar del tamaño de algunas especies, el ser humano se encuentra fuera del tamaño habitual de sus presas, por lo que generalmente son inofensivas, excepto si se las asusta o provoca. Las hembras pueden comportarse de forma más agresiva si están protegiendo a los huevos. Por el contrario, y de forma desproporcionada en relación al peligro que suponían, el hombre ha cazado incesantemente a las pitones hasta llevar a algunas especies, como la pitón india (Python molurus) al borde de la extinción.
A diferencia de las boas, las pitones son ovíparas (ponen huevos). Agrupan la puesta y se enroscan alrededor para controlar la temperatura. Al ser animales ectotermos o de sangre fría, (no son capaces de generar, por ningún proceso metabólico o fisiológico, su propio calor interno de sangre) no pueden incubar a sus huevos con su temperatura corporal habitual. Para elevarla, contraen espasmódicamente su cuerpo (a modo de escalofrío) alrededor de la puesta. Este es uno de los pocos comportamientos parentales documentados en serpientes. Pueden vivir 35 años o incluso más tiempo.
Cobra es el nombre común de un grupo de serpientes venenosas de la familia Elapidae, en especial los géneros Naja, con unas 20 especies, y Ophiophagus, con una especie. Habitan en zonas tropicales y desérticas del sur de Asia y África. Es fácil reconocerlas porque despliegan una especie de "capucha" en la zona de la cabeza cuando están irritadas o en peligro. Logran hacer esto aplanando las vértebras de la cabeza.
En general, se alimentan de roedores y aves, a los que matan inyectándoles una neurotoxina a través de los colmillos. Entre sus depredadores se incluyen la mangosta y algunas aves rapaces.
La cobra real (Ophiophagus hannah) es la serpiente venenosa más larga del mundo. El promedio de su longitud es de 3,7 m pero algunas alcanzan los 5,5 metros. Es una serpiente delgada, de color oliva o pardo, con ojos de color bronce. Vive en sur y este de Asia. Su actividad es diurna y se alimenta principalmente de otras serpientes (algunas de ellas también venenosas). Su veneno es muy tóxico.
La otra cobra asiática es conocida como cobra india o cobra de anteojos (Naja naja), debido a un dibujo similar a unos anteojos que exhibe en su piel. Rara vez alcanza una longitud superior a los 1,8 metros. El ensanchamiento de la zona de su cabeza es, proporcionalmente, mucho mayor que el de la cobra real y suele ser de color amarillo o castaño. Desarrolla su actividad durante el crepúsculo y por la noche, y se alimenta de reptiles, aves y roedores.
Esta serpiente es causa de muchas muertes al año en la India, donde se le trata con respeto religioso y rara vez se le da muerte, aunque se cometen abusos tales como quitarles los dientes y presentarlas a la gente en espectáculos con flautas o trompetas.
El veneno de las cobras es neurotóxico y tiene un efecto muy fuerte sobre el sistema nervioso. Con todo, gracias a la mayor disponibilidad de un antídoto eficaz, la elevada tasa de mortalidad debida a su potente veneno ha disminuido en algunas zonas de Asia.
Además de morder e inyectar su veneno neurotóxico, algunas cobras como la cobra escupidora occidental escupen el veneno comprimiendo los músculos que tienen en los colmillos. Estas cobras confían más en escupir el veneno que inyectarlo. Suelen apuntar a los ojos provocando una ceguera temporal, y a veces permanente.
El veneno de las cobras es usado en investigaciones médicas debido a que contiene la enzima "lecitinasa" que disuelve las paredes de las células, así como las membranas que rodean a los virus.
La cobra egipcia tenía gran importancia en el Antiguo Egipto, donde era utilizada como símbolo del faraón, representando también a la diosa Uadyet. Mientras las demás serpientes representaban a la serpiente Apofis, la cobra representaba el Sol. Se cree que Cleopatra usó una cobra egipcia para suicidarse.