El ajolote (Ambystoma mexicanum) es un anfibio caudado, perteneciente a la familia de las salamandras y tritones, de color pardo y con branquias externas que coronan la parte trasera de su cabeza, semejando plumas. Habita entre las chinampas de los lagos y canales de Xochimilco, su único hábitat natural remanente.
Pero desde la década de 1990 la reducción de agua de manantial que abastece a Xochimilco, la contaminación de los canales, los cambios urbanos en la zona y la introducción de peces para pesca comercial como la carpa, que come huevos del ajolote, y la tilapia, que se alimenta de ajolotes juveniles, mermaron la población de esta especie.
La población del ajolotes de Xochimilco pasó de 6.000 ejemplares por kilómetro cuadrado en 1998 a solo 36 en 2014, de acuerdo con el último censo realizado por el equipo de Zambrano.
“Cuando los ajolotes llevan mucho tiempo en peceras, pierden la característica silvestre, tanto en términos morfológicos como fisiológicos y de conducta; por ello es indispensable recuperar su hábitat”, señala el biólogo, quien ha estudiado por 20 años el comportamiento de este anfibio.
El Instituto de Biología de la UNAM cuenta con una colonia de ajolotes para investigación científica. Este ajolote ha sido modelo de interés en términos evolutivos por ser un organismo “neotécnico”, ya que puede reproducirse sin perder las características morfológicas de su estado larvario.
“Es muy importante por varias razones. En términos biológicos porque tiene la capacidad de regenerarse: le quitas un ojo, le vuelve a crecer (…), le quitas un pedazo de cerebro y le vuelve a crecer, cosa que no le pasa a nadie”, dice Zambrano al referirse a la importancia de la investigación del ajolote para la regeneración de tejidos, neurociencia e investigación coronaria.
El ajolote se encuentra amenazado por la presencia de especies invasoras en su hábitat natural, la urbanización y la contaminación del agua.
El Ambystoma mexicanum podría ser considerado como una especie en peligro de extinción, durante el último trimestre del año pasado no fue posible localizar ninguno de estos ejemplares en los canales de Xochimilco.
Pero todavía se trata de la primera fase del censo que realiza el equipo que encabeza el doctor Luis Zambrano, del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que es uno de los organismos que ha trabajado por la restauración de los ajolotes en la zona.
El doctor Luis Zambrano y sus colaboradores no pierden la esperanza de que las condiciones sean más favorables, y dado que el proyecto está aún en proceso, todavía cuentan con tiempo antes de adelantar resultados nefastos, y poder realizar una estadística real respecto de cuántos ajolotes quedan en la zona de Xochimilco.
El Ambystoma mexicanum es endémico de la zona lacustre de Xochimilco y Chalco-Tláhuac, en la ciudad de México.
Su conteo en Xochimilco, Chalco y Tlahuac se realiza bajo investigación de campo, el equipo viaja a las zonas y utiliza redes de pescar, de esta manera captura a los ajolotes, para después anotar sus características físicas, se les pesa, mide y marca. Al tener esta información, el sitio queda georreferenciado como un lugar donde se encuentran estos anfibios.
En la red de canales a lo largo de estas zonas, la principal amenaza para el ajolote la representa la urbanización, y la instalación de drenajes que esta conlleva, es decir, la contaminación de su hábitat. Otros problemas a los que se enfrenta el ajolote es el competir con especies que no son endémicas de la zona, como son los peces tilapia y la carpa, que compiten por el alimento.
El grupo del Dr. Zambrano, trabaja también de la mano de los chinamperos, con la idea de impulsar una producción libre de pesticidas y fertilizantes, contaminantes del agua donde viven estos anfibios.
Es investigador titular B del Instituto de Biología, en el Laboratorio de Restauración Ecológica de la UNAM.
Curso el Doctorado en Ecología Básica en dicha entidad académica y un posdoctorado en Aquatic Ecology and Water Management Group, en Holanda.