USO CONSIGUE UNA NUEVA SENTENCIA
A FAVOR DE LA CONCERTADA
USO CONSIGUE UNA NUEVA SENTENCIA
A FAVOR DE LA CONCERTADA
"La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja refuerza el trabajo que llevamos haciendo desde USO en los últimos años en los centros y en las mesas de negociación velando en todo momento por la homologación y mejora de las condiciones sociolaborales de los trabajadores de la Concertada riojana".
Alejandro Vesga
Secretario General de la Federación de Enseñanza de USO La Rioja
Hace dos años la Consejería de Educación pidió (petición que supone obligatoriedad) que todos los centros educativos sostenidos con fondos públicos en La Rioja pusieran en marcha los planes digitales de centro y, para ello, impuso la figura del Coordinador Digital de Centro. Todo esto se ha hecho con fondos públicos que han llegado de Europa (más de ocho millones de euros).
La Consejería obligaba... pero a la concertada no pagaba.
USO no se quejó, como hicieron muchos; protestó formalmente e intentó negociar y, ante quien no quería ver, se negaba a escuchar y nos daba la callada por respuesta, fuimos a los tribunales y denunciamos, una vez más, la discriminación que padece la concertada y la vulneración del derecho a la igualdad de todo el alumnado que recoge el artículo 14 de la Carta Magna.
Dos años después, los tribunales nos dan la razón pero, como dice Alejandro Vesga, esto es «ganar para salir perdiendo»
Tres mentiras –es decir, tres cosas que se sabe que no son ciertas y que se dicen una y otra vez, con intención de engañar– sirvieron a los directores generales del consejero Uruñuela cada vez que reclamamos que el alumnado de las dos redes sostenidas con fondos públicos en La Rioja tuviera los mismos derechos.
La primera, la más manida de todas, el famoso «no hay dinero».
La segunda, un mantra que se repite con la intención de desplazar la responsabilidad de las malas decisiones a un tercero: «Los fondos europeos son finalistas y son solo para la red pública».
La tercera, la más surrealista y fuera de lugar: el intento de convertir un problema de derechos y libertades de las familias en un tema laboral.
Si queremos personas bien formadas, necesitamos un sistema educativo de calidad en el que las ideologías y las políticas de turno no sean el escollo con el que tropiezan año tras año las leyes de educación y los presupuestos de la región.