Estación 6

Has llegado a la última estación del Sendero Ceiba.

Aquí, bajo la sombra de la coliguana (Cordia seleriana) y de otros árboles, el aire se siente más cálido y húmedo gracias a la evapotranspiración, el proceso por el cual las plantas liberan agua hacia la atmósfera. Este fenómeno crea pequeños microambientes que permiten que la selva seca albergue más vida de la que a simple vista imaginarías.

Aunque el sotobosque es reducido, la luz que se filtra deja espacio a herbáceas como la hierba de zorrillo (Petiveria alliacea), la bajatripa y, en temporada de lluvias, al quelite de monte (Talinum paniculatum). También podrías encontrarte con anfibios y reptiles como la rana de árbol (Exerodonta smaragdina), el roño (Sceloporus utiformis) o la rana arborícola mexicana (Smilisca baudinii).

Con esto concluye tu recorrido.

Te invitamos a volver por el mismo camino, caminando despacio, haciendo pausas y guardando silencio. Ahora que ya conoces mejor este ecosistema, date la oportunidad de redescubrirlo: lo que viste al llegar quizá no sea lo mismo que descubras al regresar.

Cada visita al sendero es una experiencia única, y este final no es un adiós, sino una invitación a seguir observando, aprendiendo y disfrutando de la naturaleza.