Estación 4

Has llegado a la estación que marca más de la mitad del Sendero Ceiba.

En este punto abundan hierbas como la hierba del zorrillo (Petiveria alliacea), el chilillo y el tulipán de monte(Malvaviscus arboreus). Esta última es muy apreciada como planta ornamental gracias a su resistencia a la sequía y a sus vistosas flores rosadas o rojas, que además atraen a los colibríes. Diversos estudios señalan que también tiene usos medicinales y que algunas de sus partes podrían ser comestibles, al igual que otras plantas emparentadas.

Si prestas atención, podrías ver arañas, escarabajos, libélulas e incluso algún colibrí en busca del néctar de las flores de Malvaviscus arboreus o de la coliguana (Cordia seleriana).

Este rincón también alberga anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Con algo de paciencia y silencio, podrías encontrarte con la serpiente arbícola (Oxybelis aeneus), el zanate (Quiscalus mexicanus) o el colibrí canelo (Amazilia rutila).

La presencia de tantas formas de vida nos recuerda que la selva seca está llena de sorpresas, y que aún en los espacios transformados persiste una notable capacidad de regeneración.