Estación 5
Sendero Ceiba
Sendero Ceiba
Has llegado a la cuarta estación del Sendero Ceiba, un punto muy especial porque aquí se alza un majestuoso pochote (Ceiba pentandra), uno de los árboles más grandes de toda la ADVC.
Este es un buen lugar para detenerte y reflexionar sobre lo que te rodea. Seguramente habrás notado que tanto en la flora como en la fauna aparecen especies que ya viste en estaciones anteriores. Esto ocurre porque te encuentras en una selva baja caducifolia que fue alterada en el pasado, pero que poco a poco se ha ido recuperando (ver contexto).
También podrás observar que, en los sitios donde entra más luz, abundan las plantas herbáceas: esa es parte de la riqueza y dinámica natural de este ecosistema.
Pensando en la ceiba, vale la pena recordar que en las culturas mesoamericanas se le consideraba el árbol de la vida, un símbolo de conexión entre el cielo, la tierra y el inframundo. En este mismo sendero, otros árboles del género Ficus cumplen un papel similar en distintas culturas del mundo.
Si prestas atención, notarás que a tu alrededor hay una gran diversidad de formas de vida: insectos, aves, mamíferos, arácnidos e incluso escorpiones. Cada uno cumple un papel en el equilibrio de este ecosistema.
Antes de avanzar a las dos últimas estaciones, tómate un momento para observar y disfrutar de la vida que palpita en este lugar.