BOMBARDEOS DE LA BARCELONETA
Suena la sirena intensamente, su ulular nos despierta del sopor, mi hermano y yo saltamos de la cama, se produce un ruido ensordecedor.
Una bomba ha explotado cerca, la montera del dormitorio estalla,los cristales fusilan el lecho,por segundos la muerte no nos halla.
¡ Al refugio, hijos míos, al refugio ! Mi madre nos coge de la mano y salimos corriendo del edificio, es un ataque de aviones germanos.
La gente corre despavorida buscando abrigo en algún lado.
Al pasar la calzada,vemos un coche humeante, destrozado. El conductor estampado contra un muro,su cabeza abierta, descerebrada, lo miramos impotentes, horrorizados, y continuamos nuestra marcha alocada.
“Refugio” dice el cartel en el portal.Bajamos una angosta escalera hasta un sótano mal alumbrado que está lleno de gente por entero.Nos sentamos en un banco corrido,los dos a nuestra madre acurrucados, se oye el volar de los aviones y un ruido de explosiones continuado.
El “pííííí” de los obuses se amplifica a medida que caen sobre el objetivo, y cuando subiendo alcanza la cima nos sacude un terrible estallido.
Los muros del edificio se estremecen, los minutos pasan lentos, lentos……Chilla la sirena, se acabó el ataque,ya no hay peligro, de momento.
Aquel siniestro pitido de los obuses ha quedado grabado en mi subconsciente, y ha sido causa de sueños de miedo que han torturaron durante años mi mente.
LA COLONIA
Junto a Orbais L’Abbaye , aldea francesa,situada en la famosa región del champán,la colonia de refugiados españoles, barracones, patio empedrado con un peral.
Rodeada de frondosos bosques y verdes prados, donde hermosas vacas pastan, por los caminos bordeados de manzanos hombres y mujeres en bicicleta pasan.
Confusos recuerdos circulan por mi mente; en el riachuelo un molinete de caña gira sin cesar, novillos con mi hermano en el río del fondo del bosque para ver al médico de la Colonia las truchas pescar.
Una gran bandada de gansos nos persigue con sus cuellos extendidos y potentes graznidos, cuando en uno de nuestros recorridos por la campiña entramos a visitar la granja de labriegos vecinos.
Llega un crudo invierno para todos desconocido,los adoquines del patio bajo una gruesa capa de hielo, las verdes praderas, los árboles, se cubren de nieve, espesos y negros nubarrones ocupan el cielo.
Fríos días y frías noches sin salir de los barracones, mujeres y niños todos pegados a los radiadores, se recuerdan historias de la soleada España, para tratar de superar la nostalgia de sus calores.
Guardo un agradable recuerdo de una niñita que fue mi fiel compañera de clase y juegos, he olvidado su físico y hasta su nombre,¿ Qué habrá sido de su vida luego ?
CÁLLATE NIÑO Y DUERME
Omá: ¿ Por qué están de negro los cristales ?
¿ Por qué están las luces apagadas ?¿ Por qué estáis las madres asustadas ?
- Cállate niño y duerme.
Omá: ¿ Por qué en el prado hay tantos cañones ?¿ Por qué en el prado las vacas no pastan ?¿ Por qué en el prado soldados acampan ?
- Cállate niño y duerme.
Omá: ¿ Por qué esos aviones hacen tanto ruido ?¿ Por qué esos aviones parecen tan pesados ?¿ Por qué esos aviones van de bombas cargados ?
- Cállate niño y duerme.
Omá: ¿ Cómo quieres que duerma si no sé lo que pasa ?¿ Cómo quieres que duerma si nada me explicas ?¿ Cómo quieres que duerma si lloras y te agitas ?
- ¡¡ Cállate niño y duerme !!
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Preguntas de Carlitos, un niño de 5 años a su madre, en 1.940,
en una colonia de refugiados españoles en la Champagne francesa.
LA GRAN GUERRA
El cartero, el maestro, el director de la Colonia,circulan con caretas antigás en bandolera,soldados franceses acampan, e instalan en un prado cercano cañones de defensa aérea.
Camuflados con redes de la vista de aviones,controlan sus vuelos con grandes anteojos, nos reciben a los niños refugiados con simpatía cuando nos atrevemos a acercarnos curiosos.
Pasa un día en dirección sur un regimiento, son tropas coloniales indígenas argelinas, vienen de retirada después de un duro combate y traen muchos de sus heridos en camillas.
Me acerco a uno de ellos, es de Orán, habla en español y no para de llorar, se lamenta de la debilidad de Francia ante el poderoso ejército alemán.
Mi madre y otras mujeres,con la experiencia de la guerra civil española,los atienden y curan como mejor pueden, y prosiguen penosamente su humillante huida.
EL REGRESO
Empieza la ocupación alemana de Francia, la gran nación derrotada,emprendemos el regreso a España, pobre tierra por la guerra arrasada.
Después de un largo viaje desde París hemos llegado a Cádiz muy cansados, estamos en un gran parque público a la sombra de un árbol sentados.
Intento comer un trozo de pan negro que por mi garganta no quiere pasar, desisto de ello y me siento en el suelo, con unas chinitas me pongo a jugar.
Mi hermano Manolo, dos años mayor, me dice con gran solemnidad:
- Si entierras una de esas piedrecitas crecerá y una estatua se hará -
Me apresuro a cavar un boquete, introduzco un trocito de piedra, lo clavo fuertemente en el fondo y lo cubro suavemente con tierra.
Años después vuelvo a Cádiz y la busco, pero no sé en cual de sus jardines planté con tanta ilusión aquella chinita.
¿ Será esa estatua rodeada de jazmines ?
Es una tontería pensar semejante cosa, estaría loco si lo creyera posible, pero nadie puede quitar de mis sueños los deseos de niño en los años terribles.
LA LLEGADA
Nos reciben la abuela Dolores y tita María,tienen frente a la fuente pública su casa, con un patio lleno de flores, enredaderas de campanillas azules y las de color lila de un alto arbol, un acacia.
Llantos, besos y abrazos de recibimiento, nos dan los regalos de bienvenida, un tambor a mí y un coche a mi hermano, nos llena de alegría esta acogida.
Es el primer juguete que tengo en mis cinco años de existencia, salgo a la calle aporreándolo, mi madre me mira con complacencia.
Se acercan varios niños de mi edad, me hacen mil preguntas al azar, ellos tienen acento andaluz y yo entre francés y catalán.
Hay en el patio un gallinero, y en todo lo alto un palomar, cantos de gallos y cloqueos de gallinas, arrullos a sus palomas del macho principal.
RIQUEZA DE POCOS POBREZA DE MUCHOS
Siempre me he preguntado, sin respuesta, qué es el afán de acumular riquezas, causa de todas las injusticias que hunden al mundo en la pobreza.
¿ Es el instinto de supervivencia ? ¿ Es puro y simple egoísmo visceral ? ¿ Es la vanidad de sentirse poderoso ? ¿ Tiene una explicación racional ?
Para obtener bienes sin freno muchos trabajan sin descanso, y se olvidan de contemplar la calma del agua en un remanso. Enferman siendo todavía jóvenes, olvidan vivir en fraternidad ¿ Para qué tanta riqueza si les roba la felicidad ?
En la ambición de ser más ricos declaran la guerra preventiva, explotan con sueldos de miseria, prometen la gloria en la otra vida. Se exprime a los países más pobres con bajos precios a sus productos, se les envía ayudas caritativas que acaparan sus gobernantes corruptos.
¿ Y no piensan esos poderosos que, cansados de soportar tanta vileza, los millones de pobres de este planeta asaltarán los tesoros de sus fortalezas ?
LOS JÓVENES
Se ven mucho en la Tele esos jóvenes elegantes y sus amigas con ropa de fantasía, los cuentos de hada de sus vidas en la net-economía.
Son personajes virtuales construidos en el viento, no se parecen a nosotros, los jóvenes del momento.
En el neo-capitalismo liberal la precaria flexibilidad nos golpea en la cara, nos arrolla sin piedad. Somos el blanco decisivo de los que sin clemencia quieren obreros baratos modelados a sus exigencias.
Cabeza gacha, aprendizaje del sufrimiento en el biberón, para que seamos en nuestras vidas el objeto de su explotación. A cambio nos dan la posibilidad de escoger entre treinta zapatillas, si esto sigue así no habrán derechas ni izquierdas, sólo “nike” y “adidas”.
LA ECOLOGÍA
Mareas negras, industrias contaminantes, vacas locas, efecto invernadero, comida basura, ternera hormonada, en la capa de ozono un gran agujero.
Es la lógica del sistema, el lucro de algunos se opone al interés y la salud general, explotan a la gente y se cargan al planeta con total desprecio del disfrute individual. La defensa del medio ambiente es la misma guerra, el mismo combate del que lucha por los derechos humanos y contra la globalización dominante.
No al tercer mundo muriéndose de hambre, del sida y la malaria, víctima de la explotación. No a los vertidos de productos químicos y radiactivos en los ríos y los mares. Algo más de “un día sin coche” contra la contaminación.
Me da risa recordar lo que decía mi abuela: “Si el tiempo se estropea es por esos inventos”. No se puede parar el progreso por la ecología, pero sí que el desarrollo respete los elementos.
CÁDIZ AÑO 2.012
La milenaria y marinera, cuna de la democracia, celebra el bicentenario de su Constitución, de la “Pepa”, con su gracia.
Después de muchos años vuelvo a Cádiz en Carnaval, a verlo bien en su salsa, en completa libertad. Nunca vi tanta alegría emanada del pueblo llano, y con que arte natural nos canta el gaditano. Coros en escenarios, de bellas voces armónicas, murgas y chirigotas con la guasa de sus letras eróticas.
En mi largo recorrido por estrechas callejuelas, tropiezo con espontáneos cantando en las plazuelas . Grupos de hombres, de mujeres, pasan todos disfrazados, los temas de sus canciones son crudos, despiadados. Critican los duros recortes, y por ellos a la Alcaldesa, se burlan del Gobierno con descarada franqueza.